La sesión fue convocada para abordar el tema del POA 2026, pero los concejales ucesistas exigieron elegir primero una nueva directiva del Legislativo municipal.
Fuente: Unitel
La sesión del Concejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra que era para aprobar el Plan Operativo Anual (POA) 2026 terminó en medio de gritos, enfrentamientos y acusaciones. La bancada de UCS exigió tratar primero la elección de una nueva directiva antes de abordar el presupuesto, lo que generó la interrupción del orden del día y provocó que el presidente en ejercicio, José Alberti, suspendiera la sesión.
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Durante la sesión, Miguel Fernández (UCS) solicitó la elección de una nueva directiva para evitar cargos acéfalos, pedido al que también se sumó la concejala Gabriela Garzón, quien terminó siendo elegida como presidenta por parte de su bancada.
“Si usted me dice vamos a elecciones para elegir una directiva legal entonces y si usted y el concejal Fernández se proponen para tener la presidencia y secretaría, eso sería ilegal, concejala”, reclamó Alberti en un escenario en el que el POA ya estaba en segundo plano.
Tras suspender la sesión, los concejales de UCS realizaron una sesión paralela donde eligieron a Gabriela Garzón como nueva presidenta. Esta acción fue rechazada por Alberti, quien declaró: “Siguen enfrascados en elegir una directiva ilegal”.
Desde el Concejo presidido por Alberti se emitió un comunicado denunciando que “las bancadas de UCS y MAS intentaron dar un golpe al Legislativo Municipal, pretendiendo elegir una directiva de forma arbitraria, ilegal y violenta”.
El comunicado agrega que “se puso en riesgo” la integridad de concejales, funcionarios y vecinos y reafirma que el único presidente electo, legal, legítimo y en ejercicio, es el concejal Alberti.