Roberto Aponte
Cuando tu padre llegó a la vida de Martita, le devuelve las ganas de vivir, le da esperanzas; el amor tiene una segunda oportunidad. Tu madre es amada nuevamente, la enamora con su forma tan auténtica y única, que es lo que lo distingue de los demás mortales.
Fruto de ese amor Dios bendice ese maravilloso hogar con el nacimiento del Ángel Sophia.
Con el esfuerzo y amor más infinito te crían al lado de tus bellas hermanas Tatiana y Mónica. Diosito te regala la sonrisa de tu madre y la calidez de tu padre. Te conviertes en un ser humano querido y amado por tus amigos, eres bella por dentro y por fuera; saludas al humilde y al que se cruza contigo, explicas al enfermo y le das esperanza al moribundo.
Solo Dios sabe porque te entregó 26 años en esta vida terrenal, impacta en nuestra conciencia que el mal impere en esta tierra de nadie. No puede seguir ganando el mal con la aparición de estos monstruos sádicos que no distinguen el bien del mal; cuan maldito eres, putrefacto y despiadado que osas tocar a esta flor tan pura e inocente.
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El Ángel bajó cuando naciste y vuelve a subir al dejarnos. Dios padre, acoge a nuestro ser querido, haz sonar las trompetas, clarinetes y liras, derrama la paz y resignación a tus acongojados padres, a tus familiares, a tu enamorado, amigos y a todo tu pueblo.