El delantero de la Verde habló tras la histórica victoria 1-0 sobre Brasil en El Alto, que selló el pase de Bolivia al repechaje rumbo al Mundial 2026. Monteiro destacó la confianza del entrenador, el apoyo de la hinchada y la emoción de cantar el himno nacional en un partido decisivo.
Fuente: eldeber.com.bo
Bolivia vivió una noche histórica en El Alto. La selección nacional derrotó 1-0 a Brasil con un gol de Miguel Terceros y aseguró su presencia en el repechaje rumbo al Mundial 2026. Tras su arribo al aeropuerto Viru Viru, el delantero Enzo Monteiro, una de las figuras más jóvenes de la Verde, compartió sus impresiones en un ambiente cargado de emoción y esperanza.
“Es una locura lo que vivimos, estoy demasiado feliz por lo que pasó anoche. Vamos a seguir trabajando para conquistar grandes cosas”, señaló Monteiro, quien fue titular en el compromiso y se mostró conmovido desde los primeros instantes, al cantar con lágrimas en los ojos el himno nacional.
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El atacante reveló parte del mensaje del cuerpo técnico antes de saltar al campo: “El profesor nos dio su confianza. Nos dijo que juguemos libres y sueltos, pero con mucha responsabilidad porque nos jugábamos la vida”.
Sobre la atmósfera en el estadio Municipal de El Alto, fue contundente: “La gente coreaba mi nombre y eso fue muy importante. Sentí una felicidad enorme por todo el apoyo que nos dieron. El estadio estaba llenísimo, supieron jugar con nosotros y gracias a Dios salimos con la victoria”.
Monteiro también destacó la actuación de su compañero Miguel Terceros, autor del gol y segundo máximo artillero de las Eliminatorias: “Lo de Miguel es espectacular, hizo siete goles en la Eliminatoria, que no es para cualquiera. Con su ayuda y la de todos los compañeros pudimos clasificar al repechaje”.
Finalmente, el delantero subrayó el valor de este triunfo en su carrera: “Con total certeza, este fue uno de los partidos más importantes de mi vida. Después de 30 años, estamos a un paso del Mundial. Ahora toca descansar un poco con la familia y seguir trabajando en el club, pero siempre pensando en la selección”.
Con apenas 20 años, Enzo Monteiro se consolida como uno de los símbolos de la nueva generación que devolvió la ilusión mundialista a Bolivia.