Su selección, compuesta principalmente por futbolistas amateurs y algunos semiprofesionales, ha competido en la Confederación de Fútbol de Oceanía (OFC) desde 2004, cuando se unió a la FIFA.
Milen Saavedra
Nueva Caledonia, un pequeño archipiélago en el Pacífico Sur, tiene la otra selección que ya logró clasificar al repechaje intercontinental para el Mundial de 2026, un hito histórico en su fútbol. Tras su derrota 3-0 en la final de las eliminatorias de Oceanía contra Nueva Zelanda, en marzo pasado, la selección conocida como «Les Cagous» se ganó el derecho a soñar con su primera participación en una Copa del Mundo.
Un camino con historia y desafíos
El camino de Nueva Caledonia para llegar a esta instancia no fue fácil. Este territorio de ultramar de Francia, ubicado a unos 1,000 kilómetros al este de Australia, tiene una población de aproximadamente 289,000 habitantes. Su selección, compuesta principalmente por futbolistas amateurs y algunos semiprofesionales, ha competido en la Confederación de Fútbol de Oceanía (OFC) desde 2004, cuando se unió a la FIFA.
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A lo largo de las eliminatorias, Nueva Caledonia demostró su tenacidad. Lideró el Grupo A con siete puntos, superando a Papúa Nueva Guinea e Islas Salomón, y empatando con Fiyi. En las semifinales, derrotó contundentemente a Tahití con un 3-0, asegurando su lugar en la final de la OFC. Aunque cayeron ante la poderosa Nueva Zelanda en el partido decisivo, su esfuerzo les valió un boleto al repechaje, un logro sin precedentes en su historia, publica el portal nit.com.au.
Identidad, cultura y un futuro futbolístico
Nueva Caledonia, también conocida como Kanaky, ha luchado por su identidad política durante décadas. A pesar de ser un territorio francés, ha mantenido una fuerte cultura indígena, y sus jugadores, que son elegibles para representar a la selección francesa, han optado por defender sus propios colores. Este equipo, con figuras destacadas como el capitán César Zeoula y el goleador histórico Bertrand Kaï, representa no solo a una nación en crecimiento, sino también el espíritu de un pueblo.
Ahora, Les Cagous enfrentarán un desafío monumental. Para llegar al Mundial de 2026, deberán ganar dos partidos de eliminación directa contra selecciones de otras confederaciones. Aunque las probabilidades están en su contra, este equipo de futbolistas amateurs ya ha demostrado que el corazón y la determinación pueden llevarlos más lejos de lo que cualquiera hubiera imaginado. Su clasificación al repechaje ya es una victoria en sí misma.