El asesinato del activista conservador Charlie Kirk en Utah reabrió la lista de funcionarios y figuras públicas estadounidenses que han sobrevivido a ataques y atentados en años recientes
Charlie Kirk recibe disparo durante un mitin
Crédito Especial
(Con información de The Associated Press)
Fuente: infobae.com
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El asesinato de Charlie Kirk, activista conservador y figura central de Turning Point USA, en un evento en la Universidad del Valle de Utah, volvió a encender la alarma sobre la violencia política en Estados Unidos.
El crimen generó solidaridad inmediata, tanto entre colegas como entre líderes de distintos partidos, muchos de los cuales han sufrido directamente ataques, intentos de asesinato o amenazas graves en la última década.
Uno de los casos más conocidos es el de Nancy Pelosi, ex presidenta de la Cámara de Representantes. En 2022, un hombre irrumpió en su casa de California y atacó brutalmente a su esposo con un martillo. El agresor, según las autoridades, estaba influido por teorías conspirativas y buscaba también a Pelosi. Tras el asesinato de Kirk, la líder demócrata condenó de forma contundente el hecho y escribió: “El horrendo tiroteo de hoy en la Universidad del Valle de Utah es reprobable. La violencia política no tiene absolutamente ningún lugar en nuestra nación”.
Nancy Pelosi, ex presidenta de la Cámara de Representantes (Foto AP/Susan Walsh)
La violencia política ha golpeado también al presidente Donald Trump. Durante un acto de campaña en 2024, Trump recibió un disparo que lo hirió en la oreja. Antes de eso, había sobrevivido a un intento de asesinato mientras jugaba al golf en Florida. Tras enterarse de la muerte de Kirk, compartió en su red Truth Social: “Nadie entendía ni tenía el corazón de la juventud en Estados Unidos como Charlie. Gran tipo de los pies a la cabeza. ¡Dios lo bendiga!”.
La ex representante Gabrielle Giffords, de Arizona, es otro nombre asociado de manera directa a la tragedia. En 2011, mientras participaba en una reunión con electores en un centro comercial de su distrito, recibió un disparo en la cabeza y sufrió graves secuelas. En ese ataque también murieron seis personas. Desde entonces, Giffords se ha dedicado a luchar contra la violencia armada y, tras el crimen de Kirk, escribió en redes: “Estoy horrorizada al enterarme del tiroteo de Kirk. Las sociedades democráticas siempre tendrán diferencias políticas, pero nunca debemos aceptar que se resuelvan de manera violenta”.
Steve Scalise, líder republicano en la Cámara de Representantes por Luisiana, fue otra víctima. En 2017, recibió un disparo en una práctica de béisbol benéfica con otros congresistas en Virginia. El atacante tenía motivaciones políticas y murió en el enfrentamiento con la policía. Scalise, al conocer el ataqué contra Kirk, publicó en la red X: “Por favor, únanse a mí para rezar por Charlie Kirk después de este acto sin sentido”.
Disparos durante un acto de campaña de Trump en Pensilvania
La ola de violencia también alcanzó a gobernadores. En Michigan, la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer fue el objetivo de un intento de secuestro por parte de un grupo extremista en 2020 que buscaba desatar un conflicto nacional. Dos de los implicados fueron condenados a prisión. Tras el asesinato de Kirk, Whitmer pidió unión para rechazar “cualquier forma de violencia política”.
En Pensilvania, el gobernador demócrata Josh Shapiro y su familia fueron evacuados de la mansión estatal a inicios de 2024, tras un ataque incendiario perpetrado por un intruso. Shapiro utilizó sus redes sociales para condenar el crimen de Kirk: “Debemos hablar con claridad moral. Lo ocurrido con Charlie Kirk es horroroso y este tipo de violencia inconcebible no puede ser tolerada”.
El secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., también conectó el crimen de Kirk con la historia de violencia política de su propia familia. Su padre, candidato presidencial en 1968, y su tío, el presidente John F. Kennedy, murieron asesinados en atentados políticos. Al referirse a Kirk, escribió: “Una vez más, una bala ha silenciado a la voz más elocuente de una generación”.
El ex presidente John F. Kennedy (Crédito: Tampa Bay Times)
Estos hechos muestran cómo la violencia política no distingue partidos ni posiciones ideológicas en Estados Unidos. La lista de figuras afectadas va desde líderes demócratas y republicanos hasta funcionarios de alto perfil y sus familias. El asesinato de Charlie Kirk no solo reavivó el dolor por las pérdidas recientes, sino que confirmó la urgencia de proteger a los servidores públicos y garantizar un espacio democrático seguro para todos quienes ejercen un rol político en el país.