Este espacio tiene 84.000 hectáreas de extensión y se encuentra ubicado en el Territorio Indígena Guaraní de Huacaya, en el departamento de Chuquisaca
Fuente: eldeber.com.bo
Hace unos días, el Territorio Indígena Originario Campesino Guaraní de Huacaya dio un importante paso para la defensa de su territorio y riqueza medioambiental con la aprobación de la Ley Autonómica que declara a Mandiyurenda como nueva área protegida.
El nombre oficial de esta nueva área es Área Natural De Manejo Integrado Y Gestión Comunitaria Del Agua Y Biodiversidad – Serranía De Mandiyurenda, y se encuentra ubicada en la provincia Luis Calvo del departamento de Chuquisaca.
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La extensión de la misma es de 84.716,7 hectáreas de la Serranía de Mandiyurenda y alberga una gran diversidad biológica, incluyendo unas 200 especies de flora y más de 100 especies de fauna, entre ellas el jaguar (Panthera onca), especie emblemática para la región.
Esta área protegida también resguarda otro tipo de riqueza: la memoria viva de sus comunidades.
“Dicen que aquí antes había una laguna grande, y que en esa laguna vivía una víbora. Cada vez que el tiempo iba a cambiar, gritaba ‘boi’. Por eso, le llamaron Mboicobo”, recuerda Valentina González, ejecutiva zonal y lideresa de la comunidad de Mboicobo, una de las 14 que forman parte de este territorio.
Conservación del agua
Por otro lado, la serranía de Mandiyurenda es clave para la recarga hídrica del Chaco chuquisaqueño. Desde sus alturas nacen vertientes que alimentan los ríos y ojos de agua que abastecen a comunidades de Huacaya y Santa Rosa. La protección de estos ecosistemas, esenciales para la vida, fue uno de los principales motores para impulsar la creación del área protegida.
Huacaya cuenta con un Gobierno Autónomo Indígena Originario Campesino (Gaioc), cuyo proceso de autonomía se inició en 2009 y se consolidó en 2024. Este modelo de gobernanza se basa en la democracia comunitaria, el control territorial y el respeto a la Madre Tierra.
Según Gualberto Carvalho, coordinador regional del Chaco de Fundación Natura Bolivia, organización que acompañó el proceso, la declaratoria representa “un paso fundamental hacia la consolidación de un modelo de conservación en el que las comunidades indígenas se convierten en protagonistas en la protección del patrimonio natural y cultural de su territorio”.
Pero la declaración del Área Protegida Mandiyurenda no se queda solo en el marco legal. Según Wilmar Subieta, asesor técnico de la Gaioc, ya se observan avances concretos en el territorio, como la entrega de materiales por parte de la Fundación Natura Bolivia para la construcción de un tanque de 30.000 litros de agua en la comunidad de Mboicobo.
“La importancia de la declaración desde el ámbito de la gestión y política territorial radica en la oportunidad de contribuir a la conservación de los recursos naturales, especialmente del agua, mediante un trabajo cooperativo entre las 14 comunidades”, concluyó Subieta.