Profesor de fútbol salón y uno de los principales mentores en la formación de Miguelito Terceros, Ronald Pacheco, recordó los inicios del actual goleador de la selección nacional, a quien entrenó desde los seis hasta los doce años.
Fuente: https://asuntoscentrales.com
“Hay niños que nacen con un don y uno de ellos es Miguel. Desde pequeño tenía la zurda y la inteligencia que lo diferenciaban. El fútbol lo llevaba en la cabeza”, aseguró.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Pacheco contó que conoció a Terceros en la escuela de fútbol del colegio Juan Pinto Blanco, donde lo integró a la selección cruceña aun con apenas ocho años, jugando contra rivales de categorías mayores. “Lo vi y dije: me lo llevo. A pesar de ser más chico, ya destacaba con su gambeta, su toque y su visión de juego. Era un niño muy inteligente dentro de la cancha”, relató.
El formador destacó también el rol de la familia en los primeros pasos de Miguelito. “Su papá fue clave, siempre lo apoyó. Si la mamá le pinchaba la pelota de tanto que jugaba en casa, el papá le compraba otra. Ese incentivo fue fundamental para que creyera en su sueño”, señaló. Asimismo, subrayó que él mismo inculcó valores que marcaron al jugador: “Siempre le repetía la importancia de la humildad, el respeto y la lealtad”.
Durante los campeonatos locales y nacionales, Terceros acumulaba experiencia jugando varios partidos por fin de semana en diferentes categorías. “Con nueve años ya era parte de la selección cruceña, a los diez y once también. Jugaba tranquilo y hasta me transmitía confianza. Me decía: ‘Profe, no se preocupe, yo estoy’. Ese temple ya lo diferenciaba”, recordó Pacheco.
La relación entre ambos trascendió lo deportivo. Miguelito llegó a llamarlo “papá Pacheco”, y a su esposa “mamá Flor”. Incluso, en los últimos años, cada vez que el jugador vuelve al país, visita a su antiguo profesor y mantiene vivo el vínculo familiar. “Tengo camisetas firmadas del Santos y de la selección. En ellas escribió: ‘Para mi papá Pacheco y mamá Flor’. Eso demuestra la lealtad y el cariño que nos tiene”, dijo con emoción.
Al recordar el último encuentro con su exalumno, Pacheco relató que lo animó: “Le dije: ‘Miguel, vos nunca soportaste perder. Demostrá ahora esa garra’. Cuando lo vi convertir el penal, lloramos de alegría con mi esposa. Fue como ver a un hijo triunfar”.
El entrenador, que dirige la escuela de futsal “Club Siempre Juntos”, se mostró convencido de que Miguelito puede llegar a la élite del fútbol mundial. “Es disciplinado, respetuoso y humilde. Tiene todo para jugar en Europa, en un club grande. Se lo merece”, afirmó.