Cochabamba, capital gastronómica de Bolivia, se vive para comer y cada platillo es un manjar que condensa ingredientes de nuestra tierra y recetas ancestrales. Desde del desayuno hasta la cena y en ocasiones especiales se puede disfrutar de la exquisita comida de los valles.
Fuente: lostiempos.com
Las opciones para el desayuno son diversas desde el sabroso api morado o marmolado con pasteles y buñuelos hasta el café y la tradicional salteña. Así se empieza el día con energía y bien alimentado.
Sin embargo, el gusto de los jóvenes y la tendencia de una vida saludable han ampliado la oferta. Sobresalen la ensalada de fruta, zumos, multivitamínicos, detox y medicinales.
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Cumpliendo con la tradición de que en Cochabamba se vive para comer a media mañana se disfruta de más comida como una salteña de carne, pollo, fricasé, mixta y otros sabores como las tucumas y empanadas de queso. La oferta incluye huevito pasado con fideo u otra combinación acompañados con una rica llajua. Además, se tienen los rellenos, el sándwich de chola, las milanesas y el phiri de quinua que se acompaña con tiras de cebolla verde, llajua y quesillo.
A medio día, se saborean platillos más abundantes. Lo más típico son la sopa de maní, las lawuas, las sopas de pollo y papa pica. Los días festivos el menú se amplía al chicharrón, lechón, el charque, el picante de pollo, el picante mixto, la planchita, el pique macho y otros.
Más platillos
Luego, del almuerzo se consume el tradicional platito de la tarde que suelen organizarse por días. El lunes de escabeche o enrrollado, el martes se saborea el ch’ajchu y la fritanga. El miércoles es de ají de patas y el relleno de locoto y el jueves es del tradicional fideos uchu o picante de fideo que resalta por el uso del ají, condimentos y trocitos de varias carnes como habas, arvejas y el fideo artesanal. Y, el viernes, la oferta es variada desde el delicioso trancapecho hasta el pique macho y las tripitas y anticuchos.
Fin de semana
El sábado y domingo la oferta de platillos es más amplia e incluye el fricasé, el chicharrón, las cabañitas, el pichón y el charque.
La comida del fin de semana es parte de los momentos especiales y reencuentro familiar. Hay la costumbre de salir a las provincias en familia para saborear platillos típicos como el chicharrón acompañado con mote, papa y llajua. En Cliza se encuentra el tradicional pichón frito o a la brasa. Además, se ha incorporado en el menú dominical el delicioso pescado. Además, del cerdo a la cruz.
Ancestral
En los últimos años ha comenzado un movimiento para recuperar la comida de los abuelos a través de jornadas como la Feria Ñawpa Manka Mikhuna, que revaloriza platillos como el ch’aqe, lawa, humintas, phiri, conejos, pato, mote con queso, ambrosía y jaya chanqa, además de otros productos como la miel, el eucalipto y artesanías.
El evento no solo ofrece comida, sino también actividades socioculturales como música, juegos populares y exhibiciones culturales para revalorizar la tradición y la alimentación de los abuelos.
Capital gastronómica
La buena mesa siempre ha sido parte de la historia de Cochabamba y hoy en día se constituye en una de sus fuentes de movimiento económico. Ese impulso que cientos de personas le dan a la preparación de los alimentos han hecho que Cochabamba se consolide como la capital gastronómica de Bolivia.
Gran parte de este legado permanece y perdura en el conjunto de ferias gastronómicas que se realizan cada fin de semana en Cochabamba.
Fuente: lostiempos.com