
Fuente: https://actualidad.rt.com
Un hombre canadiense logró ver nuevamente después de someterse a una compleja cirugía en la que uno de sus dientes fue extraído, aplanado, perforado, adaptado con una lente e implantado en su ojo derecho, reporta Today. El procedimiento, conocido como osteo-odonto-queratoprótesis, busca restaurar la visión en pacientes con los casos más graves de ceguera corneal.
Brent Chapman, de 34 años, perdió la vista a la edad de 13 a raíz del síndrome de Stevens-Johnson, una rara reacción a un medicamento que lo dejó en coma durante 27 días y dañó de forma irreversible sus córneas. Su ojo izquierdo quedó completamente ciego y el derecho sufrió severas lesiones que lo llevaron a someterse a diez trasplantes de córnea, todos fallidos.
Los especialistas explican que, en situaciones tan extremas, un trasplante convencional es inviable. «Es como intentar plantar una flor en el desierto, simplemente no va a crecer», compara el oftalmólogo Greg Moloney, del hospital Mount Saint Joseph de Vancouver.
El procedimiento se realizó en dos etapas. En febrero, un cirujano oral extrajo uno de los colmillos superiores de Chapman, lo moldeó y perforó para colocar la lente en su interior. Posteriormente, el diente fue implantado por tres meses en su mejilla para que desarrollara tejido. Finalmente, los médicos lo trasladaron al ojo derecho y lo fijaron en la superficie ocular.
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Tras la operación definitiva, realizada en junio, Chapman experimentó mejoras inmediatas. Hoy cuenta con una visión cercana a 20/40 en ese ojo, suficiente para leer, caminar sin bastón y volver a jugar al baloncesto.
El procedimiento fue desarrollado en los años 1960 y ha beneficiado a cientos de personas en el mundo. Estudios indican que en el 90 % de los casos el implante sigue funcionando después de 30 años, aunque en pacientes como Chapman la probabilidad de mantener su nivel actual de visión a largo plazo ronda el 50 %.