El presidente estadounidense fue recibido por el monarca británico en Windsor con la mayor ceremonia militar registrada, marcando un momento clave en la relación bilateral pese a tensiones internacionales.
Fuente: infobae.com
El presidente estadounidense Donald Trump se encuentra en el Reino Unido para una visita de Estado de dos días que busca demostrar que el vínculo transatlántico sigue siendo fuerte, a pesar de las diferencias sobre Ucrania, Medio Oriente y el futuro de la alianza occidental.
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El rey Carlos III recibió a Trump en el Castillo de Windsor, donde el presidente disfrutó de la mayor pompa real el miércoles. Acompañó a Carlos en un carruaje dorado tirado por caballos por la vasta finca de Windsor e inspeccionó a la guardia de honor con sus tradicionales sombreros de piel de oso. Las autoridades informaron que 1.300 miembros del ejército británico participaron en la mayor bienvenida militar para una visita de Estado al Reino Unido que se recuerda.
Trump será el invitado de honor en un lujoso banquete de etiqueta en el castillo más tarde el miércoles.
Trump es el primer presidente estadounidense y líder mundial invitado a una segunda visita de Estado al Reino Unido. Después de su bienvenida real, mantendrá conversaciones con el primer ministro Keir Starmer el jueves en Chequers, el retiro rural del líder británico.
Una guardia de honor, compuesta por soldados y oficiales de la Guardia de Granaderos, la Guardia de Coldstream y la Guardia Escocesa, desfiló junto a Trump y el Rey Carlos.
La ceremonia formal de bienvenida en el patio del castillo contó con la guardia de honor más grande jamás realizada para una visita de estado al Reino Unido, dijeron los funcionarios.
Habrá una pausa en las ceremonias militares mientras los Trump se retiran al interior del Castillo de Windsor para almorzar con miembros de la familia real en el Comedor de Estado.
El rey Carlos, la reina Camila y los Trump ocuparon sus lugares en el estrado mientras se arriaban los colores estatales y se interpretaba el himno nacional de Estados Unidos. Trump saludó y la primera dama se llevó la mano al pecho.