Otro pozo descubierto por YPFB puede acabar enviando dividendos al extranjero por decisión de los gestores del sector de Hidrocarburos.
Fuente: El País
El 15 de julio de 2024, el presidente Luis Arce anunció el hallazgo de un “megacampo” con 1.7 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural en Mayaya Centro-X1, ubicado en el área Lliquimuni del norte de La Paz. El mandatario calificó el descubrimiento como “el más importante para Bolivia desde 2005” y proyectó ingresos de 6.800 millones de dólares durante la vida del proyecto, con una producción inicial de hasta 10 millones de metros cúbicos diarios de gas. Sin embargo, los plazos de producción se han extendido: de los tres años inicialmente anunciados por Arce, YPFB ahora proyecta cinco años, con inicio en 2028. El hallazgo de Mayaya, tras haber destinado 85,6 millones de dólares, es fruto del trabajo de YPFB.
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El 8 de septiembre YPFB Corporación comunicó que se analizaba la conformación de una Sociedad Anónima Mixta con YPFB Andina, una Sociedad Anónima conformada a su vez por YPFB Corporación, propietaria del 51% de las acciones, la transnacional con base en España, Repsol, que tiene un 48,3% de las acciones y otros accionistas menores que suman el 0,67%. El objetivo de esa sociedad sería precisamente explotar Mayaya, el “gran campo petrolero” al que se aferra el presidente Luis Arce y su equipo para reivindicar en unos años su gestión y que ha sido descubierto, en esencia, por los estudios y sísmicas encargadas por YPFB.
Mayaya está dentro de uno de los bloques que varios ingenieros petroleros bolivianos han señalado como productivos y que fueron identificados hace años y cuyos estudios de factibilidad se han reforzado en los últimos años. José Luis Lavandez, ingeniero petrolero que trabajó en YPFB desde los 90 hasta 2015 ya advirtió que la producción no es difícil “lo podemos hacer sin más” afirmó. Sin embargo, en Yacimientos parecen considerar oportuna y necesaria la participación de una empresa extranjera.
El propio gerente de YPFB Andina, Raúl Giraudo, lo asume con naturalidad: “Hemos firmado un memorando de entendimiento para conformar una SAM. El documento debe ser analizado por el Directorio de la compañía aún, para definir las participaciones” y añade: “Luego del descubrimiento de la estructura central (Mayaya centro), el riesgo geológico es bastante menor para investigar estructuras aledañas dentro del bloque Lliquimuni. La sísmica es muy buena, se identifican claramente unas cinco o seis estructuras más. El total a descubrir puede llegar a ser hasta 6 TCF de gas. La idea es extender un poco más la cobertura sísmica para identificar más estructuras”.
Fuente: El País