Padre e hijo se vieron el pasado 10 de septiembre y el medio ‘Daily Mail’ ha revelado las conclusiones a las que llegaron en su reunión
Los príncipes británicos Guillermo y Harry con el rey Carlos III durante los Juegos Invictus en el Centro de Atletismo Lee Valley. (REUTERS/Neil Hall/Foto de archivo).
Fuente: infobae.com
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Desde que el príncipe Harry decidiera abandonar sus labores reales en 2020, su futuro como miembro de los Windsor y las tensiones familiares han marcado sus últimos años. Un claro distanciamiento con su padre y su hermano han definido una nueva vida junto a Meghan Markle en Montecito, California. Sin embargo, el anuncio de cáncer de Carlos III el pasado año fue un antes y un después para ellos. Y, tras el regreso a Inglaterra hace una semana con el objetivo de respaldar causas benéficas y rendir tributo a la reina Isabel en el tercer aniversario de su fallecimiento, los medios británicos afirmaron que padre e hijo se habían reencontrado en Clarence House.
El príncipe Harry fue visto llegando en coche a la residencia del rey en Londres, alrededor de las 17:20 horas del miércoles 10 de septiembre. Personas allegadas a Harry informaron a PEOPLE que el rey Carlos había dejado sin respuesta las llamadas y mensajes de su hijo durante un tiempo considerable. El propio príncipe reconoció, en una entrevista con BBC News en mayo, su aspiración de lograr una “reconciliación“, mientras admitía que “algunas de mis acciones, como la publicación de mis memorias Spare, han dificultado la comunicación con mi familia”.
Puentes de comunicación comenzaron a restablecerse en julio, cuando los nuevos asesores del príncipe y un miembro influyente del equipo del rey mantuvieron un primer encuentro. Según una fuente citada por PEOPLE, «fue un buen primer paso. Siempre es mejor hablar“. Poco después, el duque propuso compartir su agenda oficial con la familia real para evitar solapamientos y eventuales recriminaciones sobre conflictos entre sus apariciones públicas y los compromisos institucionales, una medida vista como gesto de transparencia.
Ahora, el Daily Mail ha revelado más detalles sobre el encuentro y recogen que, según el entorno del duque, la reunión fue “positiva” y alimentó las expectativas de un “deshielo” en las relaciones familiares. Incluso se llegó a insinuar que podría abrirse la puerta a una participación parcial en la agenda institucional. No obstante, las fuentes de Palacio han restado importancia a este contacto. De hecho, llegaron a ironizar: “Quienquiera que esté detrás de ellas parece haber confundido un breve té y un trozo de pastel con el Tratado de Versalles”, en referencia a la magnitud que se ha querido dar a un gesto meramente cordial.
Un regreso imposible
La idea de que Harry pueda volver a ejercer como miembro activo de la realeza, aunque de forma intermitente, ha sido rechazada tajantemente. Voces vinculadas a la institución remarcan que no hay espacio para un “modelo híbrido”, en el que el hijo menor de Carlos combine su vida privada en California con apariciones oficiales en Londres. “El rey es un hombre indulgente, pero ha sido absolutamente claro al defender la decisión de su difunta madre de que no puede haber miembros ‘a medias dentro, a medias fuera’ en la familia real trabajadora”, insisten al Daily Mail.
El argumento oficial es que la fortaleza de la monarquía reside en la unidad entre el monarca y el heredero, el príncipe Guillermo, respaldados por otros miembros plenamente comprometidos con la Corona. Permitir una excepción con Harry abriría un precedente que, según temen en Buckingham, erosionaría la estabilidad de la institución.
El recelo hacia el entorno de Harry no se limita a cuestiones formales. Según el citado medio, en los pasillos de la institución circula la idea de que su equipo está intentando aprovechar la vulnerabilidad del rey —en plena lucha contra el cáncer— para influir en la narrativa pública. Algunos lo ven incluso como una estrategia para generar tensiones entre Carlos y Guillermo, sugiriendo que el heredero lleva menos carga de trabajo de la que le corresponde.
FOTO DE ARCHIVO: La duquesa de Sussex, Meghan Markle, reacciona mientras ella, el príncipe Harry, el duque de Sussex, la reina Camila y el rey Carlos asisten al funeral de estado y entierro de la reina Isabel II, en Londres, Gran Bretaña, el 19 de septiembre de 2022. REUTERS/Toby Melville/Foto de archivo
La monarquía en acción
El contraste con la agenda real de estos días ha sido notable. La reciente visita de Estado de Donald Trump al Reino Unido ofreció una imagen de unidad entre Carlos, Camila, Guillermo y Kate Middleton, con una coordinación impecable en actos conjuntos y separados. La prensa británica describió ese despliegue como un triunfo diplomático y un ejemplo del “poder blando” que la monarquía todavía ejerce en el escenario internacional.
Según allegados, el duque habría accedido también a una petición especial del rey: mantener un perfil bajo durante la visita del presidente al Reino Unido. Harry habría evitado programar compromisos públicos en esos días, como gesto de buena voluntad hacia su padre. Y es que, Trump habría declarado en más de una vez que el príncipe no es una persona bienvenida en su país, después de confesar en sus memorias su pasado con las drogas.