Fuente: https://www.vision360.bo
La directora del colegio Juan Misael Saracho de Oruro, procesada por la muerte de una estudiante durante un concierto en su institución, recibió detención domiciliaria con permiso para trabajar. A su salida de la audiencia, el martes, fue recibida con aplausos por un grupo de padres de familia y dio sus primeras declaraciones públicas.
Al salir del juzgado, se dirigió a la multitud, mostrándose afectada por la tragedia. «Todo el sufrimiento, todo el dolor que he vivido, yo creo que no se compara con el dolor que están viviendo las familias dolientes, para ellos quiero expresar mis más sentidas condolencias y decirles que toda la familia del colegio está triste, principalmente mi persona», declaró la directora a los medios de Oruro.
El juez cautelar Nº 4 de Oruro dictaminó la medida de detención domiciliaria, además de imponerle una fianza de 5.000 bolivianos, arraigo nacional y la obligación de presentarse ante la Fiscalía cada 15 días.
La directora habría autorizado la realización de la actividad. Se tiene información de que serían los padres de familia quienes pidieron permiso a las autoridades locales y la directora tendría que pedir la autorización a la Dirección Distrital, pero esa instancia ya aclaró que se negó a otorgar la licencia, según explicó el fiscal de Oruro, Aldo Morales.
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Con la voz entrecortada, mencionó que el dolor es aún más profundo porque una de las víctimas era de la misma comunidad donde ella vivió por casi tres décadas. Finalizó su mensaje con un agradecimiento a los padres de familia y una frase que generó apoyo entre los presentes: «Una vez más les puedo decir misión cumplida, les he representado y voy a hacerlo siempre en las buenas y en las malas porque ustedes merecen también eso».
El vocalista del grupo Sangre Cumbiera, que fue detenido el domingo, fue puesto en libertad ayer, martes. En el concierto del domingo, una avalancha humana causó la muerte de una joven de 18 años y dejó en estado de coma a otra de 16.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, la primera avalancha se produjo en el ingreso al colegio cuando la multitud empujó las puertas internas, provocando la caída de un barandal metálico sobre las víctimas. Posteriormente, dentro del concierto, el vocalista se lanzó hacia el público, generando un efecto dominó que derivó en otra estampida.