El primer ministro de Israel llega a Nueva York con la determinación de reafirmar su oposición a la creación de un Estado palestino y en medio de la ofensiva final de las Fuerzas de Defensa contra el grupo terrorista Hamas en la franja de Gaza
Por Gastón Calvo
Fuente: Infobae
Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, pronuncia un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, en una intervención marcada por la salida de varias delegaciones, así como gritos, silbidos y aplausos desde el auditorio.
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En su intervención, Netanyahu expuso lo que definió como la amenaza del “eje del terror” liderado por el régimen de Irán y denunció el impacto de su accionar sobre la seguridad regional y la existencia del Estado israelí.
El mandatario inició recordando a las familias de los rehenes israelíes en Gaza y mencionó: “El año pasado me presenté en este estrado y traje un mapa que muestra la maldición del eje del terror de Irán, un eje que amenaza la paz de todo el mundo y la existencia de mi país, Israel”.
A lo largo de su exposición, Netanyahu afirmó que Irán avanzaba rápidamente en el desarrollo de un programa de armas nucleares. Subrayó que el objetivo de ese plan era “amenazar también a Estados Unidos”, además de afectar directamente a Israel a través del apoyo a grupos armados. Sostuvo que, desde Gaza, “enviaron oleadas de terroristas de Hamas y cometieron actos inimaginables”.
En relación con el norte, precisó que “desde Líbano se lanzaron miles de misiles aterrorizando a nuestros ciudadanos”. Sumó que, en Yemen, “los hutíes lanzaron misiles balísticos contra Israel deteniendo el comercio en el mar Rojo”.
Netanyahu mostró un segundo mapa en el estrado y, tras describir la situación presente en la región, afirmó: “Destruimos el programa de armas nucleares y balísticas de Irán”.
El discurso de Netanyahu puso en primer plano la posición israelí frente a las amenazas de seguridad que atribuye a Irán y sus aliados en distintos puntos de Medio Oriente. El clima en el recinto reflejó la división internacional que genera el conflicto, manifestada en la reacción de las delegaciones asistentes durante la presentación del primer ministro israelí.