El ciudadano acusado del feminicidio no contaba con sello rojo, ni acusaciones previas en su contra. Es uno de cinco detenidos en el caso
Fuente: Visión 360
Las autoridades policiales informaron que Lázaro V. S., acusado de participar en el triple asesinato de tres jóvenes en Argentina y que fue detenido el viernes 26 de septiembre en Bolivia, es de nacionalidad peruana y no boliviana, como en un inicio se presumió. El sindicado fue aprehendido en Villazón y este sábado fue trasladado al país vecino.
Juan Carlos Bazoalto, director nacional de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) en Bolivia reveló a El Deber que el sospechoso no tenía sello rojo ni denuncias en su contra por ninguna contravención a la ley, por lo que su traslado hasta Argentina demoró.
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«Es un peruano que portaba cédula argentina, fue detenido en un alojamiento en Villazón, logró cruzar la frontera e ingresar a territorio boliviano por un paso no autorizado. Pero gracias a la coordinación y colaboración de los agentes de investigación se logró la entrega de este sujeto», indicó.
La autoridad añadió que la captura de V. S. fue posible gracias a la coordinación entre Argentina y Bolivia, además del apoyo de las policías de Jujuy y Villazón. Tras su detención, fue trasladado a dependencias policiales de nuestro país y posteriormente a La Quiaca..
El sindicado sería propietario de uno de los autos involucrados en la desaparición de Brenda del Castillo, de 20 años, Morena Verdi, de 20 años, y Lara Gutiérrez, de 15 años, que fueron victimadas el 19 de septiembre. De acuerdo a medios argentinos, la tortura y asesinato de estas tres jóvenes, una de ellas adolescente fue transmitida en directo a través de las redes sociales.
Ese viernes, las mujeres fueron conducidas a una casa de las afueras de Buenos Aires donde fueron torturadas y asesinadas. El crimen fue transmitido en una emisión privada en Instagram a una audiencia de unas 45 personas, según las autoridades regionales.
La Policía cree que una organización internacional de narcotráfico estuvo detrás del crimen. Se presume que su asesinato está vinculado a una organización criminal, liderada por un sujeto apodado “Pequeño J”, a quien busca la justicia. Se cree que ordenó los asesinatos por una supuesta venganza relacionada con droga y dinero.
Fuente: Visión 360