Hace poco la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo dependiente de las Naciones Unidas (ONU), ha publicado su denominado Estudio Económico de América Latina y el Caribe “Movilización de recursos para el financiamiento del desarrollo”. El cual es un informe muy completo del dinamismo de la economía regional hasta junio de 2025, como también de sus proyecciones en cuanto a su desempeño en un entorno volátil y con incertidumbre en los mercados internacionales, por posibles escenarios geopolíticos poco favorables, como también por eventuales cambios en las políticas económicas implementadas a corto plazo por EUA, China y Europa.
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Un elemento clave que destaca el estudio, es el crecimiento económico (PIB real) de la región, el cual fue del 2,3% el 2024, y se proyecta que el 2025 sea del 2,2%, y del 2,3% en el 2026. América del Sur tuvo un crecimiento del 2,4% en el 2024, y se proyecta que para el 2025 llegue a un 2,7%, y baje a un 2,4% el 2026.
Para el 2025, según este estudio, la economía que más crecerá de América Latina y el Caribe será Guyana (10,3%), seguida por la Argentina (5%) y en tercer lugar San Vicente y Las Granadinas y Paraguay (4%). Los únicos países que decrecerían este año serian Haití (-2,3%) y Cuba (-1,5%).
Las economías que menos crecerían el 2025, serán en 1er lugar México (0,3%), 2do lugar Jamaica (1,3%), en 3er puesto Saint Kitts y Nevis (1%) y en 4to lugar se encuentra Bolivia (1,5%). Acompañan a nuestro país en ese puesto Ecuador, Belice y Trinidad y Tabago.
Desempeño de la economía boliviana 2024 y lo que se proyecta para el 2025
BOLIVIA tendrá, según la CEPAL, el crecimiento económico más bajo de Sudamérica para este 2025, con un 1,5%. El año 2024, nuestro país apenas creció un 0,73%, muy por debajo del promedio regional (2,3%) y de América del Sur (2,4%). Para este año, la tendencia no cambia, es muy probable que crezcamos menos que la región, lo cual desmejoraría el 2026 con un crecimiento de solo un 1,1%.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) proyectan que la economía boliviana crecerá este 2025 un 1,1% y 1,2% respectivamente, en una coyuntura con serios problemas de provisión de carburantes, escasez de dólares y una inflación elevada. En resumen, nuestra economía seguirá desacelerándose, en un escenario estanflacionario, con bajo desempeño interno y alta dependencia (vulnerabilidad) de factores externos, cuyos problemas económicos deberían moderarse y solucionarse con la entrada de un nuevo gobierno que implemente medidas económicas estructurales, principalmente en el área fiscal.
Economía boliviana y su comparación la región
La economía del país evidentemente tendrá un rendimiento reducido y menos óptimo en comparación con la región y con gran parte de los países latinoamericanos este 2025, donde hay riesgos latentes de crisis de balanza de pagos y default ante una caída severa de sus ingresos hidrocarburíferos e iliquidez en divisas para asumir oportunamente compromisos internos y externos.
Inflación: El año 2024, la inflación de Bolivia fue del 9,97%, una de las más altas de la región, la cual presento un promedio del 4,3%. La CEPAL proyecta que América Latina y el Caribe tendrá una inflación promedio del 3% este 2025. En el caso de Bolivia, el gobierno proyecto un 7,5% anual para esta gestión, pero hasta agosto ya tenemos un dato acumulado del 18,01%. Se estima que podríamos llegar al menos al 20% al cierre de este año, debido a la continuidad en problemas tales como la falta de carburantes, escasez de dólares (precio elevado), excesiva emisión monetaria, contrabando a la inversa, otros.
Déficit Fiscal: En la gestión 2024 el déficit fiscal del SPNF en Bolivia fue del 10% del PIB, y en la región el promedio llego al 3,1% del PIB regional. Para el 2025, se proyecta que en la región llegue a una cifra similar, con un déficit fiscal regional de un -3,1%. El gobierno, en su programa fiscal financiero, proyecto que este año el déficit fiscal seria de un 9,2% del PIB, sin embargo, por la falta de un reajuste en el gasto estatal y el incremento del mismo, por la inflación, por ejemplo, se estima que el mismo sea igual o mayor al 11%, el cual seria financiado con mayor deuda pública y emisión monetaria.
Deuda Pública: El 2024 en la región la deuda pública represento el 50,2% del PIB regional, la cual era un 52,6% deuda interna y 47,4% deuda externa. En Bolivia, la deuda pública, de acuerdo a datos del FMI, fue del del 90% aproximadamente el 2024. No se conoce datos exactos de la deuda interna al finalizar la gestión pasada, pero la deuda externa fue de $us. 13.345, 4 millones. El BCB indico que a agosto 2025 la deuda externa fue de $us. 13.741,7 millones y la interna al menos el doble. Se proyecta que este 2025, la deuda pública siga creciendo (aprox. 90% del PIB), a mayor ritmo la interna que la externa, para financiar el elevado gasto estatal y
para cumplir con las obligaciones financieras claves para la economía boliviana como las importaciones de carburantes, pago de servicio de deuda externa, subvenciones y subsidios estatales, entre otros.
Finalizando nuestro análisis, debemos destacar algunos aspectos de la economía boliviana a la fecha:
Aspectos positivos
- Bolivia mantiene todavía un crecimiento económico positivo, evitando una recesión (técnica). Es probable que se estanque hasta el 2026.
- Refleja relativa estabilidad y fortaleza en su sistema financiero nacional. Sin embargo, esta ralentizado y existe un corralito en dólares.
- Sostiene aún el consumo interno con políticas sociales (bonos) y otras transferencias gubernamentales al sector público y privado.
- Mantiene el pago oportuno de su deuda externa, para evitar el default, pero a un alto costo de oportunidad y
Aspectos negativos
- Inflación elevada (18,01%), 6 veces más al promedio regional
- Crecimiento y bajo dinamismo económico (1,5% proyectado en 2025).
- Déficit fiscal persistente (11 años consecutivos) y deuda pública elevada (90% del PIB).
- Reservas internacionales netas debilitadas, con muy baja liquidez, apenas $us. 170 millones.
- En términos fiscales y de deuda pública, Bolivia se mantiene entre los países más frágiles de la región.
Conclusión
Bolivia llega al 2025 con una economía estresada y vulnerable, con poco crecimiento, inflación alta y cuentas fiscales desequilibradas. Comparada con América Latina y el Caribe, Bolivia se encuentra entre los países con peor desempeño macroeconómico, lo que refleja la necesidad de reformas en política fiscal (principalmente), diversificación productiva y fortalecimiento institucional.
Esto se traduce en la gran necesidad de la implementación de políticas económicas de reajuste (o shock) estructurales, tanto de corto y largo plazo, que moderen o controlen en primera instancia los problemas de carburantes, inflación y dólares, en búsqueda de una estabilización efectiva. Para que de manera paralela (o posterior), se hagan los reajustes en la subvención de carburantes, tipo de cambio del dólar y gasto público, para sacar a Bolivia de la crisis y se inicie un proceso de crecimiento económico sostenible y pragmático.