Cochabamba. Se requiere una inversión adicional de más 40 millones de bolivianos para concluir el matadero.
Ligia Portillo
Fuente: Red Uno
El matadero municipal de Quillacollo, inaugurado en 2015 como parte del programa Bolivia Cambia, Evo Cumple, permanece cerrado y sin funcionamiento. Ubicado en la zona sur del municipio, sobre casi 5 hectáreas de terreno, el proyecto tuvo una inversión inicial de 6 millones de bolivianos, destinada a la obra gruesa y los corrales.
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Sin embargo, la obra fina, el equipamiento y las instalaciones complementarias, incluyendo una planta de tratamiento de aguas residuales, nunca fueron ejecutadas. Solo se completó un muro perimetral, terminado recientemente por la actual gestión municipal con un costo de 2 millones de bolivianos.
Según el secretario municipal de Planificación de Quillacollo, Carlos Guzmán, se requiere una inversión adicional de más 40 millones de bolivianos para concluir el matadero. Esto incluye equipamiento, obra fina, ingeniería sanitaria, electricidad y adecuaciones de ingreso y salida de ganado, así como el tratamiento de residuos. La infraestructura, una vez terminada, tendría capacidad para faenar 300 cabezas de ganado por día, lo que beneficiaría no solo a Quillacollo, sino a todo el departamento de Cochabamba, generando empleo y mejorando la calidad de la carne producida.
“Es lamentable ver una obra de semejante magnitud abandonada. Durante 10 años, a pesar de las gestiones municipales, no se ha logrado avanzar en su conclusión”, señaló Guzmán. La actual alcaldía, encabezada por Héctor Cartagena, ha enviado solicitudes al Gobierno central y a la gobernación, buscando financiamiento nacional o internacional, pero hasta ahora no se ha concretado ninguna inversión adicional.
El abandono del proyecto afecta directamente a los matarifes locales, quienes deben trabajar en condiciones precarias en el matadero antiguo, con riesgo de cierre y limitaciones para mantener la producción y la seguridad alimentaria. “Este matadero es de urgencia para nuestro sector. Nos permitiría trabajar mejor, producir carne de calidad y generar empleo”, aseguraron representantes de los matarifes.
El proyecto del matadero, que inició en 2009 bajo la gestión del alcalde Hugo Miguel Candia, quedó paralizado debido a problemas administrativos y falta de documentación. La modalidad Evo Cumple tampoco dejó registros completos del proyecto, lo que obligó a la actual administración a elaborar un diseño final desde cero.
A pesar de estos obstáculos, la municipalidad asegura que se encuentran trabajando para presentar nuevamente el proyecto al próximo Gobierno, con la esperanza de conseguir la inversión necesaria y poner en funcionamiento un matadero que hoy es, lamentablemente, un “elefante blanco”.
Con esta obra inconclusa, Quillacollo pierde no solo la posibilidad de modernizar su producción de carne, sino también una fuente significativa de empleo y desarrollo económico para la región.