Artistas, creadores y visionarios bolivianos celebran el Bicentenario entre legado y modernidad, aquí un munay hacia la unión en el hogar de la Madre Tierra.
Foto: Alan Stroebel.
En el histórico Bicentenario de Bolivia, se eleva un coro de voces que, entre saberes andinos, fibras tejidas con orgullo, ciudades que quitan el aliento y miradas puestas en el porvenir, reivindican a esta nación construida sobre la herencia y la resistencia.
Con el intento de ser fieles a la Madre Naturaleza –que allí vive desde el origen de los tiempos– vale siempre la pena hacer un llamado al país de los 36 pueblos. Vogue Latinoamérica reúne en estos perfiles de bolivianos, historias de vida que no solo evocan tradiciones entretejidas con legados, sino que también materializan una modernidad contagiosa en distintas disciplinas: moda, artesanía, joyería, cocina, alta moda y esa pasión (o munay, como se diría en quechua) que busca innovación sin sacrificar la espiritualidad.
Albertina Sacaca, la mujer indígena de hoy
Nacida en la provincia de Chayanta, Potosí, Albertina Sacaca se ha convertido en una de las voces indígenas más influyentes de Latinoamérica y del mundo, con más de 9,3 millones de seguidores en TikTok y 1,1 millones en Instagram. Su presencia digital trasciende lo viral: reivindica la riqueza cultural de los pueblos originarios, desafía estereotipos y promueve la representación indígena en la moda y la esfera pública. Activista, modelo emergente y creadora de contenido, Sacaca encarna a la mujer indígena contemporánea, conectando sus raíces con audiencias globales con autenticidad, orgullo y carisma.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
José Criales Unzueta, de La Paz a Vogue
José Criales-Unzueta se ha ganado con trabajo incansable, un lugar en la conversación global de la moda internacional. Boliviano, de La Paz, radicado en Brooklyn, hoy, como editor de noticias en Vogue Runway, sus crónicas sobre desfiles y colecciones no sólo analizan siluetas o tejidos, sino que también abren espacio a narrativas queer, minorías y nuevas voces que han transformado la industria. Su mirada crítica no surge de la distancia, sino de la experiencia. Formado en el Savannah College of Art and Design (SCAD), Criales-Unzueta se graduó en 2018 y trabajó como diseñador en firmas como Coach, Kate Spade, Banana Republic y Christopher John Rogers. Ese bagaje técnico le dio un entendimiento íntimo de los procesos detrás de una colección, lo que hoy enriquece la precisión con la que examina cada propuesta.
El salto a la escritura llegó poco después, primero con colaboraciones para i-D y PAPER, luego en Business of Fashion, hasta llegar a Vogue. Sus textos condensan rigor periodístico, con una inmediatez cercana.
Vero Pérez, cantante: Bolivia en una melodía
Desde La Paz, Vero Pérez se ha consolidado como una de las voces más versátiles y poderosas de la música boliviana contemporánea. Con más de 17 años de trayectoria, fue vocalista de Efecto Mandarina, banda con la que grabó cinco discos y llevó el jazz fusión boliviano a escenarios de Latinoamérica y Estados Unidos. Su camino también la ha llevado a colaborar con proyectos tan diversos como Llegas, la histórica Wara, y a compartir tarima con figuras de la electrónica como Armin van Buuren y David Guetta. En su registro conviven idiomas y géneros: ha interpretado desde Collita en clave contemporánea hasta homenajes a Edith Piaf.
En 2020 lanzó su primer álbum solista, Cadáver Exquisito, donde música y poesía boliviana se entrelazan desde una mirada actual. Reconocida como Mejor Vocalista Femenina en los premios Rockanbol, distinguida por el Gobierno Municipal de La Paz y presencia constante en el Festijazz Internacional, Pérez mantiene un lugar central en la escena cultural del país. “Bolivia es punk, es magia pura, es un país de varias culturas vivas, que al unificarlas hacen un todo, una caja luminosa, y es que lo tenemos todo. Bolivia es caótica, a veces inmadura, pero no se parece a ningún otro país. Me encuentro en esa rebeldía, en esa identidad… de selvas, de altiplano, de diversidad de culturas y contrastes. Somos muchos a la vez”.
Fátima Céspedes, joyera: Resaltando el brillo de Santa Cruz
Livi Luxe Jewels es la primera marca boliviana de joyería de lujo sostenible, fundada por Fátima Céspedes, gemóloga certificada con más de dos décadas de trayectoria en la industria internacional. Su propuesta parte de un manifiesto de identidad —el nombre Livi proviene de Bo(liv)ia— y se distingue por reinterpretar la herencia cultural y artesanal del oriente boliviano en clave contemporánea. Desde sus primeras colecciones Barroco y Dorado, inspiradas en el arte jesuítico de Santiago de Chiquitos, hasta la serie Emociones o la línea Guaraní, que trabaja la bolivianita con técnicas manuales, sus piezas buscan ser tanto un objeto de lujo como un gesto de memoria y arraigo. Su proyecto articula esa identidad con una visión de sostenibilidad: Fátima solo trabaja exclusivamente con oro reciclado, gemas de origen ético y procesos artesanales locales. Su universo se despliega desde Santa Cruz, en el Patio Design —donde cuenta con un piercing bar de alta gama—, y en Eurochronos, la cadena que reúne a más de 30 firmas internacionales de relojería y joyería. Con esta doble presencia, Livi Luxe se afirma como un lujo nacido en Bolivia con vocación global, capaz de tender un puente entre tradición, diseño y responsabilidad.
Gustu: Cocina boliviana de altura
Bajo el liderazgo de Kenzo Hirose, Jefe de Cocina, y María Eugenia Apaza, Jefa de Sala, ambos formados en la Escuela Gustu, el restaurante boliviano premiado mantiene su compromiso con una gastronomía sostenible y respetuosa que reconoce la cocina como una manifestación de cultura viva. Desde las parcelas productivas hasta la mesa, el restaurante trabaja de manera directa con productores, comunidades y pueblos indígenas, promoviendo transparencia, respeto por los sistemas alimentarios y valorización del patrimonio alimentario boliviano.
Desde su apertura, Gustu ha desarrollado una identidad moderna e innovadora que fusiona la tradición gastronómica con técnicas contemporáneas, destacando la riqueza de los productos autóctonos de Bolivia. En su vibrante cocina, Hirose defiende en cada plato y bebida los aromas, colores y sabores del territorio, ofreciendo un viaje sensorial que celebra la diversidad de Bolivia. De igual manera, su bodega, íntegramente dedicada a productos locales, se ha convertido en un espacio de homenaje a la excelencia boliviana, poniendo en valor vinos, singanis, cervezas y licores de productores nacionales.
Bajo la dirección creativa de Deanna Canedo Patiño, House of BCP, es la continuación del gran capítulo en la historia de la moda boliviana que inició con Beatriz Canedo, la Reina de la Alpaca. House of BCP reúne un lujo auténtico que combina alta costura, artesanía y tradición textil. Desde su showroom en el Casa Grande Hotel, por cita previa, únicamente la clientela puede escoger entre más de 20 colores y diseños únicos, mientras un grupo de artesanos con años de experiencia confeccionan cada pieza en alpaca, llama y vicuña. Deanna Canedo Patiño garantiza que cada visita sea un encuentro con la maestría artesanal y la herencia textil boliviana, reafirmando el compromiso de la firma con el lujo verdadero y la alta moda con ADN boliviano. “Nuestro compromiso es permitirles re-descubrir y revalorizar el arte de lo hecho a mano, el lujo verdadero de nuestras piezas en los textiles más nobles de alpaca, llama y vicuña”, asegura Canedo Patiño. “Es mi pasión poder realzar el estilo y belleza de cada cliente con los materiales nobles bolivianos”.
Juan Carlos Pereira Paz, el nombre del renacimiento boliviano
A 16 años de la creación de su firma, Juan de La Paz se ha consolidado como una de las marcas pioneras en moda sostenible y de impacto positivo en América Latina. Juan Carlos Pereira Paz une saberes ancestrales, excelencia artesanal y diseño contemporáneo, proyectando una narrativa profundamente enraizada en la cosmovisión andina. Este año, la marca fue nominada en los Latin American Fashion Awards 2025 en la categoría “Responsible Project of the Year”, reconocimiento que celebra su compromiso con la sostenibilidad, la responsabilidad social y la innovación cultural. Portales como British Vogue y Vogue USA la han destacado entre las 11 marcas sustentables del futuro, consolidando su liderazgo en la moda consciente.
Juan de la Paz trabaja con más de 50 grupos artesanales en Bolivia y Perú, fortaleciendo ecosistemas creativos locales y promoviendo cadenas de valor sostenibles. Su estudio y showroom en Santa Cruz de la Sierra, ubicado en una casona colonial del siglo XVIII, combina moda, historia y naturaleza, con un jardín vivo y colecciones de arte y antigüedades. Allí se exploran cruces entre tradición y vanguardia.
Bernarda Peláez, diseñadora de YAPA: moda con conciencia y raíces andinas
“Diseñamos en Nueva York, tejemos en La Paz”, afirma Bernarda Peláez, fundadora de YAPA. En esta firma cada suéter y accesorio se elabora a 3,600 metros de altura en Bolivia, donde tejedoras trabajan desde sus hogares o talleres con condiciones flexibles que equilibran la vida familiar con ingresos justos. La fibra de alpaca proviene de comunidades andinas que practican una crianza sostenible y respetuosa. Inspirada en la tradición textil boliviana y con una estética minimalista, la marca crea básicos duraderos con un toque lúdico, apostando por una producción consciente: menos piezas, mejor calidad y mínimo impacto ambiental.
“Creemos que la calidad es una inversión de futuro”, explica Peláez. “Cada tejido es una celebración de nuestras raíces y un homenaje a la tierra que nos da esta fibra noble. Nuestra misión es clara: apoyar el patrimonio boliviano, dignificar el trabajo artesanal y contribuir a una moda más ética”. Sostenibilidad, trazabilidad y respeto son los pilares de esta firma: desde la esquila de alpacas hasta el bordado final, la producción es 100% local y transparente. Con tiendas en La Paz, Nueva York, París y Ciudad de México.