Cuba no dispone de baterías para almacenar energía fotovoltaica y los apagones volverán a afectar a más de la mitad de la isla


La crisis energética, que se ha intensificado en el último año, provoca interrupciones diarias de más de 20 horas en amplias zonas del país.

Fotografía de archivo de personas

Fotografía de archivo de personas caminando por un sector sin servicio eléctrico en La Habana (EFE/Ernesto Mastrascusa)

 



Fuente: infobae.com

Durante este martes, los apagones simultáneos impactarán a más de la mitad de Cuba (51%) en el horario vespertino y nocturno de mayor demanda, según la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE), que anticipa cortes habituales a lo largo del día.

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La crisis energética, que se ha intensificado en el último año, provoca interrupciones diarias de más de 20 horas en amplias zonas del país y un apagón nacional reciente, el quinto en menos de doce meses.

Las principales causas se relacionan con el deterioro de las centrales termoeléctricas, consideradas la base de la generación eléctrica nacional, muchas de las cuales están en condiciones obsoletas tras décadas sin inversión ni mantenimiento adecuado.

A esto se suma que numerosos motores de generación permanecen fuera de servicio ante la falta de divisas para importar combustible, lubricante o repuestos.

El plan solar estatal ha sumado 32 parques fotovoltaicos este año, lo que alivia el déficit eléctrico durante el día. Sin embargo, su impacto nocturno es limitado por la ausencia de baterías para almacenamiento.

Un hombre cocina una sopa

Un hombre cocina una sopa en un fuego en la acera, durante un apagón en La Habana (AP Foto/Ramón Espinosa/Archivo)

En este contexto, la UNE, dependiente del Ministerio de Energía y Minas, estima para el momento de mayor consumo de este martes una capacidad máxima de generación de 1.730 megavatios (MW) frente a una demanda de 3.400 MW.

De este modo, el déficit asciende a 1.670 MW, con una afectación estimada de 1.740 MW para evitar cortes desordenados.

Actualmente, nueve de las 16 unidades de producción termoeléctrica (56%) no están operativas por averías o mantenimiento. Además, 54 centrales de generación distribuida se encuentran fuera de servicio por falta de combustibles como diésel y fueloil, y cerca de 46 no funcionan debido a la escasez de lubricante.

Expertos independientes atribuyen la crisis a una infrafinanciación crónica del sector, gestionado íntegramente por el Estado cubano desde 1959.

Diversos cálculos estiman que el régimen cubano necesitaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para recuperar el sistema eléctrico, recursos de los que La Habana carece.

Los apagones representan un obstáculo para la economía nacional, que registró una contracción del 1,1% en 2024 y acumula una caída del 11% en los últimos cinco años, según cifras oficiales. La CEPAL anticipa que el producto interno bruto (PIB) de Cuba se mantendrá en terreno negativo este año.

Los cortes eléctricos incrementan el descontento social y han estado presentes en las principales protestas recientes en el país, como las manifestaciones masivas de julio de 2021 y otras menores ocurridas en septiembre en La Habana y Gibara.