Bolivia: A un mes del cambio de Gobierno ¿cómo está su economía?


 

El próximo 8 de noviembre, Bolivia vivirá un momento histórico, no solo por la asunción del nuevo presidente del país, sino por el cambio de un modelo económico y político socialista, de casi 20 años, a otro que se espera sea totalmente diferente, renovador, conciliador y reconstructor.



Y no solo eso, se hará el cambio de un gobierno por otro, y más allá de las diferencias ideológicas y políticas, se traspasará una economía golpeada y con serios problemas, donde prácticamente los nuevos gobernantes agarrarán un hierro caliente, en una coyuntura de crisis y bajos recursos, donde tendrán que resolver problemas complejos en un corto tiempo.

Por eso es pertinente, de manera breve y concreta, analizar cómo está actualmente la economía boliviana en sus principales variables e indicadores. Esto servirá de parámetro no solo para el próximo gobierno, sino sobre todo para informar a la población, orientar a un voto sensato, y que conozcan cual es la realidad de nuestra economía, y así tomen decisiones oportunas y mesuradas sobre su presente y futuro.

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  1. Crecimiento económico: El año 2024 fue del 0,73%, el gobierno tiene como meta para este 2025 un crecimiento del 3,51%. Sin embargo, organismos internacionales como el FMI (1,1%), el Banco Mundial (1,2%) y la CEPAL (1,5%) proyectan que Bolivia tendrá un crecimiento mucho menor, siendo de los países con menor desempeño económico de toda América Latina y el Caribe.

Sin embargo, recientemente el Banco Mundial ha reajustado las proyecciones de crecimiento económico de la región, en cuyo informe indica que Bolivia entraría en una recesión económica de 3 años, teniendo un decrecimiento en su PIB real del 0,5%, 1,1% y del 1,5% desde el 2025 al 2027.

 

  1. PIB nacional: El Producto Interno Bruto nominal el 2024 fue de $us. 46.967 millones de dólares. El cual desde el 2023 hasta la fecha ha tenido un crecimiento importante por el factor inflacionario. Sin embargo, el mismo denota diversificación limitada de su economía, estando aún vigente un modelo económico primario Un dato llamativo, y preocupante a la vez, es que hasta la fecha el INE no ha publicado el crecimiento económico del país ni siquiera al 1er trimestre de 2025. Con seguridad no es una cifra alentadora, pero esta información es clave para orientar en la toma de decisiones de los diferentes agentes económicos del país.
  1. Déficit Fiscal: Son 11 años consecutivos de déficit fiscal en el país, principalmente por la caída de los ingresos hidrocarburíferos y un gasto estatal elevado y sostenido. La gestión pasada fue del 10% del PIB, lo cual significo un gasto excesivo de alrededor de 5 mil millones de dólares. El gobierno proyecto para este año uno del 9,2% del PIB, sin embargo, se estima que bordee el 11% (el cual sería financiado con mayor deuda pública y emisión monetaria). Es clave para estabilizar la economía reducir el déficit fiscal, mediante la reducción de gastos estatales improductivos, procurando así un equilibrio en las finanzas nacionales, mediante la eficiencia pública fiscal a nivel nacional y
  1. Deuda Pública: En Bolivia, la deuda pública, de acuerdo a datos del FMI, fue del del 90% aproximadamente el 2024. No se conoce datos exactos de la deuda interna al finalizar la gestión pasada, pero la deuda externa fue de $us. 13.345,4 millones. El BCB indico que a agosto 2025 la deuda externa fue de $us. 13.741,7 millones y la interna al menos el doble de esta. Se proyecta que este 2025, la deuda pública siga creciendo (aprox. 90% del PIB), más la interna que la externa, para financiar el elevado gasto estatal y para cumplir las obligaciones financieras claves para la economía boliviana como las importaciones de carburantes, pago de servicio de deuda externa, subvenciones y subsidios estatales, entre otros.

Recientemente el ministro de economía indico que la deuda interna fue del 19% del PIB, hasta agosto 2025, aunque no indico el dato. A pesar de unas cifras subestimadas o poco precisas, sin duda la deuda interna es mucho mayor. Esto se puede corroborar con unos simples datos, por ejemplo, el financiamiento del BCB al sector público hasta julio 2025 fue de más $us. 20.000 millones, la deuda interna del BCB con el sector privado es de $us. 3.373 millones, y para rematar, hasta julio la emisión monetaria fue de casi 95 mil millones de bolivianos.

 

  1. Inflación: El año 2024, la inflación de Bolivia fue del 9,97%, una de las más altas la región. El gobierno proyecto para el 2025 una inflación de un 7,5% anual, pero hasta septiembre ya tenemos un dato acumulado del 18,33%, interanual del 23,32% y mensual 0,2%. A pesar de la desaceleración de la inflación, esto no se percibe en bolsillo de la gente, continua la devaluación y pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda (al menos en un 50% en los últimos 12 meses). Se estima que podríamos llegar al menos al 20% de inflación anual al cierre de este año, debido a la continuidad de problemas tales como la falta de carburantes, escasez de dólares (precio elevado), excesiva emisión monetaria, bajo dinamismo productivo nacional, otros.
  1. Reservas Internacionales Netas (RIN): Las RIN desde el 2014 hasta el 2024 cayeron alrededor del 90%, debido a su utilización de estas para financiar el déficit fiscal, ante una caída de los ingresos de divisas por exportaciones del sector hidrocarburífero, sobre todo. El año 2024 cerramos con unas RIN de $us. 1.976,5 millones, el último informe del BCB, a septiembre 2025, indica que las mismas tienen un valor de $us.

3.275 millones, las cuales subieron en un 14% respecto al mes de agosto gracias al extraordinario precio del oro, el cual se cotiza actualmente por encima de los $us. 4.000 la onza troy. Esto se explica sencillamente, ya que el 95% de nuestras RIN actualmente son RESERVAS DE ORO, cuya subida de valor influye de gran manera en el valor de nuestras reservas internacionales. Lastimosamente nuestra liquidez es muy baja, apenas 103 millones de dólares en DIVISAS, lo cual alcanzaría solo para aproximadamente 20 días de importación de diésel y gasolina.

  1. Reservas de Oro: Antes de la aplicación de la ley del oro (ley 1503), el BCB tenía 42,5 toneladas de reservas de oro, actualmente solo tenemos 24,12 toneladas, lo cual refleja un decremento del 43%. A septiembre 2025, el BCB indico que nuestras reservas de oro son por

$us. 3.114 millones, cuyo valor extraordinario del oro en el mundo, hizo que el valor de nuestro oro estatal suba un 17% en solo un mes. Claramente, el gobierno, a través del BCB, ha buscado monetizar y hacer diversas operaciones financieras con nuestras reservas de oro con la finalidad principal de obtener liquidez para el gasto corriente (carburantes y deudas) con un elevado costo de oportunidad, poniendo vulnerable nuestra economía ante shocks externos.

 

  1. Empleo: La tasa de desocupación urbana de Bolivia al 2do trimestre 2025 fue del 3,10%, lo que quiere decir es que según el INE solo 3 de cada 100 personas de la fuerza laboral del país están desocupadas o desempleadas. Esto dista bastante de la realidad, ya que en los 2 últimos años ha crecido en gran magnitud la informalidad laboral, se estima que llega al 80%, es decir 8 de cada 10 trabajadores están en la informalidad, incluso más. La anterior cifra podría ser mayor por el bajo dinamismo económico del país, combinada con una alta inflación, lo cual ha empujado a miles de personas al subempleo, autoempleo y otras formas de empleo de muy baja calidad y con precariedad de ingresos y derechos laborales.
  1. Pobreza: Según los últimos datos del Censo 2024, el 40,1% de la población boliviana que se encuentra en el umbral de la pobreza, 26,1% de la población vive en una pobreza moderada y solo un 3,6% en la indigencia. Sin embargo, el 70% de los habitantes del país tienen las necesidades básicas insatisfechas, con problemas serios en educación, servicios básicos y vivienda. Las cifras de pobreza podrían ser mayores si mediríamos la pérdida del poder adquisitivo de las familias por la inflación, lo cual podría hacer llegar a un dato de pobreza moderada de al menos el 40% de la población de Bolivia hasta finales de la gestión 2025.
  1. Comercio Exterior: Existe un evidente deterioro de nuestro comercio exterior por el bajo crecimiento económico de Bolivia en los últimos 3 años, baja inversión extranjera, vetos gubernamentales, conflictos políticos y sociales, y el efecto negativo de la falta de dólares en la economía, que ha generado serios perjuicios a las exportaciones e importaciones nacionales. El 2024 tuvimos una balanza comercial negativa por 845 millones de dólares. Hasta agosto 2025, tuvimos un saldo comercial acumulado igual negativo, por $us. 580 millones. Este 2025 el dinamismo del comercio exterior, al igual que el año pasado, va a estar entorpecido por la falta de carburantes, que afecta negativamente a la producción y comercialización en Bolivia. Además, se determinó que el 62% de los meses observados de la gestión 2025, presentaron déficits comerciales. A pesar de la “industrialización” de la economía, se observa que al menos el 67% de nuestras actuales exportaciones son “productos tradicionales” (minerales e hidrocarburos).

 

  1. Inversión Extranjera Directa (IED): La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ha indicado que la Inversión Extranjera Directa (IED) en la región (ALC), durante el año 2024, fue de $us. 188.962 millones. Bolivia, solo recibió de IED un monto de $us. 247 millones, lo que represento un 0,1% de todo lo captado en Latinoamérica y el Caribe. Quiere decir, que de cada $us. 100 recibidos en la región por IED, a nuestro país solo llegaron 10 centavos de dólar. Esto coincide con las calificaciones negativas de corporaciones financieras mundiales como Fitch, Moody’s y S&P Ratings, quienes nos bajaron nuestras calificaciones internacionales en cuanto a crédito e inversión. De igual manera, JP Morgan, sigue calificándonos como la 2da economía de la región más riesgosa (1.362 puntos) para invertir, después de Venezuela. En pocas palabras, para los inversores y capitalistas mundiales, somos muy poco atractivos para invertir, por lo cual, para el próximo gobierno será clave dar seguridad económica y jurídica a los inversionistas, y hacer reformas institucionales y normativas, como en el tema laboral e impositivo, para revertir esta tendencia negativa.
  1. Hidrocarburos: La producción de gas natural durante el periodo 2014 al 2024 ha caído en un 46%, y de julio 2024 a julio 2025 en 9%. Así mismo las exportaciones de este hidrocarburo están pleno declive, durante el mismo periodo (2014-2024), las mismas han bajado drásticamente en un 73%. Desde el año 2024, los ingresos por la venta de gas natural han caído más, debido a que se ha minimizado las exportaciones a la Argentina debido a su propia producción gasífera (Vaca Muerta). El sector hidrocarburífero (petróleo y gas natural) fue la actividad económica de peor rendimiento económico la gestión 2024, con un decrecimiento del 13,41%. Y desde hace 2 años, existe un desbalance comercial y energético en el sector hidrocarburífero. Por ejemplo, en agosto 2025 se exporto apenas 753 mmusd, mientras las importaciones de carburantes fueron de $us. 1.931 millones.

Sin duda, será un gran reto para el gobierno entrante reactivar y dinamizar este sector, no solo en la búsqueda de divisas, sino sobre todo para evitar un colapso energético nacional en los próximos años.

Finalizando, si bien en este pequeño estudio no se tocaron otras variables importantes como el sistema financiero nacional, inversión pública, subvención de carburantes y alimentos, tipo de cambio del dólar, bonos sociales, y otros más, que también tendrán su relevancia económica para el próximo gobierno, hicimos una rápida radiografía de la economía que recibirá el nuevo gobierno el próximo 8 de noviembre.

 

Sin dudas, ni bien entre el gobierno debe enfrentar un “dragón” de 3 cabezas: dólares, inflación y carburantes, a los cuales debe atacar de manera paralela y casi al mismo tiempo, donde al parecer el financiamiento externo es uno de los pocos caminos que tendrá para intentar controlar estos problemas crónicos. La principal causa de nuestra crisis económica, claramente es el elevado gasto público, que origino un déficit fiscal de casi 12 años consecutivos. La gran pregunta es cómo lo disminuirá, ¿con medidas de shock o de reajuste paulatino? Sera un inmenso reto del nuevo gobierno, saber cómo remediar esto con el menor impacto social en desocupación y pobreza.

La clave esta en controlar de manera efectiva, en los primeros 6 meses, estas dificultades, por su gran impacto negativo económico y social en la población. Sin descuidar, en el corto plazo, la reestructuración necesaria en las finanzas estatales en temas tan medulares como la subvención de carburantes, tipo de cambio del dólar y gasto público. Sin embargo, nada de esto será posible si es que no se cuenta con una solida gobernanza y la tan anhelada gobernabilidad, incluida con los opositores. Estabilizar nuestra economía y sacarla de la crisis, será una hazaña quizás comparable, si se logra, con lo acontecido en la década de los 80.

Por: Luis Fernando Romero Torrejón

Economista, investigador y docente universitario