Exministro advierte que el repliegue estatal en la Amazonía abrió paso a una expansión sin precedentes del narcotráfico


Como consecuencia directa, el narcotráfico no solo se multiplicó en volumen, sino también en sus ramificaciones delictivas.

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Foto referencial: Open Democracy

 

Fuente: ANF



El exministro de Gobierno, Carlos Romero, alertó que la pérdida de control estatal en la Amazonía se ha convertido en un punto de inflexión que ha catalizado el auge del narcotráfico y de la criminalidad transnacional en la región. Según su análisis, el repliegue institucional ocurrido en los últimos años permitió que los cárteles y mafias internacionales se asentaran con fuerza, generando una expansión sin precedentes del delito organizado.

Romero explicó que el deterioro de la presencia estatal se acentuó desde 2020, pero tuvo su punto de inflexión en el contexto de la pandemia. “Durante el Covid-19, tanto la ciudadanía como la fuerza pública se replegaron a las ciudades, dejando vastas zonas amazónicas sin control ni vigilancia”, sostuvo en declaraciones a ANF.

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Ese vacío, añadió, fue rápidamente ocupado por estructuras criminales que establecieron “enclaves territoriales estratégicos”, multiplicando las rutas y la infraestructura del narcotráfico.

La situación, según el exministro, derivó en una “pérdida de control casi absoluta” sobre la Amazonía, una región de enorme complejidad que comparten ocho países: Venezuela, Ecuador, Brasil, Colombia, Guyana, Bolivia y Perú.

“Estamos ante una zona donde los límites estatales son porosos, las capacidades de control son dispares y la coordinación regional es débil, lo que favorece la expansión del crimen transnacional”, advirtió.

Romero destacó que incluso potencias regionales como Brasil enfrentan serias dificultades para mantener la autoridad en amplias zonas amazónicas. “Grupos paramilitares vinculados al narcotráfico han arrinconado al Estado brasileño en varias regiones”, señaló.

En Ecuador, mencionó, la pérdida de control se evidencia en los magnicidios recientes y los ataques armados a medios de comunicación. Perú, por su parte, ha visto cómo la producción de droga se extendió más allá del VRAEM (Valle del Río Apurímac, Ene y Mantaro), y Bolivia ha registrado múltiples escándalos de envíos de cocaína al exterior y al menos una treintena de sicariatos en los últimos dos años.

Como consecuencia directa, el narcotráfico no solo se multiplicó en volumen, sino también en sus ramificaciones delictivas. “Hoy la Amazonía es el epicentro de al menos diez delitos transnacionales cuya base es el narcotráfico”, detalló Romero.

Entre ellos figuran el contrabando de pasta base, oro, minerales, fauna, flora y recursos forestales, así como la trata y tráfico de personas, el lavado de capitales, el tráfico de armas y el sicariato.

El exministro agregó que incluso se ha documentado un fenómeno cada vez más frecuente: el intercambio de oro por droga, mecanismo que, según informes de Naciones Unidas, se ha consolidado como una de las principales fuentes de financiamiento del crimen organizado en la región. Esta convergencia entre economías ilícitas, sostuvo, “refuerza el poder económico y territorial de las mafias”.

En cuanto a los actores involucrados, Romero advirtió que el vacío de poder estatal ha propiciado tanto el fortalecimiento de los cárteles tradicionales como la irrupción de nuevas organizaciones criminales.

“Los cárteles colombianos, mexicanos y brasileños siguen operando, pero además el Primer Comando de la Capital (PCC) se ha convertido en una fuerza dominante en la Amazonía”, afirmó. Este grupo, dijo, ha extendido su influencia hacia la minería ilegal, controlando dragas y explotaciones auríferas clandestinas.

A esa expansión regional se suma la incursión de mafias globales —como la albanesa, la italiana y otras provenientes de Europa del Este— que operan directamente en la región, sin depender de la intermediación de los cárteles latinoamericanos. “Estas organizaciones manejan el negocio de manera integral, desde la producción hasta la exportación, y han diversificado sus actividades criminales a escala mundial”, explicó Romero.

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Fuente: ANF