En 2022 las exportaciones de oro llegaron a más de 3.000 millones de dólares, pero el año pasado no pasó los 700 millones.
Fuente: El Diario
El precio alto del oro, que superó los 4.000 dólares por onza troy, obedece a que el mundo cambia de estrategia para preservar su estabilidad ante el mal momento que pasa el dólar y los bancos centrales, así como particulares, ven al metal precioso como su refugio ante cualquier incertidumbre en la economía.
Expertos en el tema sugieren cambiar reglas de juego y mayor control en la comercialización, con el objetivo de que los beneficios sean para el país y no para unos cuantos grupos sociales.
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De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 2021 las exportaciones de oro alcanzaron los 2.727 millones de dólares, en 2022 subió a 3.230 millones, pero en 2023 bajó a 2.490 millones de dólares y en 2024 cayó a 693,2 millones. Mientras que a agosto de 2025 la venta alcanzó 546,1 millones.
Como referencia, durante el período 2014-2020, las exportaciones bolivianas de minerales sumaron más de 25.000 millones de dólares, por la venta de 11 millones de toneladas; en dicho lapso se registró el pico más alto en el año 2019, cuando alcanzaron los 4.257 millones, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), reporta El Deber.
Precio del oro
El experto en minería de la Fundación Jubileo, Héctor Córdova, dijo que el precio del oro está batiendo récord a nivel mundial, cada día prácticamente, y a la fecha lo hizo 52 veces, llegó a topes inimaginables y pasó la barrera de los 4.000 dólares por onza troy.
Para el especialista en minería, eso fue provocado por la crisis del gobierno de Estados Unidos y la debilidad del dólar, y un incremento de la demanda del metal en el mercado internacional, debido también a que la gente siente a la inseguridad económica por los problemas geopolíticos que se registran a nivel mundial.
Ante este panorama, Córdova explica que la mayoría ahora quiere ahorrar en algo físico, sólido, como el oro. Adelantó que el precio alto se mantendrá por un tiempo, y algunos vaticinan que podría ser entre 3 a 4 años, aunque cree que será menos.
Bolivia
Desde hace siete años, el oro pasó a ser el primer producto de exportación; sin embargo, el año pasado ya empezó a bajar el valor, así como el volumen, parece que este año continuará con esta tendencia, ya que a agosto la venta alcanzó un poco más de 500 millones de dólares.
“Lamentablemente los operadores que explotan el oro son personas que no respetan las normas del país. Esto quiere decir que no pagan la regalía correcta, no paga impuestos correctos, no registran todo el oro que están exportando, sacan de contrabando, contaminan el medio ambiente, utilizando mercurio, desvían cauces de río e ingresan a áreas protegidas”, reflexionó Córdova.
Indicó que algunos explotadores han creado territorios seguros sólo para ellos, donde el Estado no puede ingresar. Es un caso brutal el que rodea a la explotación aurífera.
Las últimas estadísticas revelan que los ingresos para el país estuvieron entre 7.000 a 8.000 millones de dólares por la venta de oro, pero lo que realmente entra al Estado no pasa del 2%, indicó a tiempo de señalar que desde que el Banco Central de Bolivia (BCB) compra oro el aporte bajó a 1,7%.
En el año 2022, las exportaciones pasaron los 3.000 millones de dólares, pero entró al Estado sólo 63 millones y el resto fue a parar a bolsillos de particulares, la situación no cambia, se mantiene.
“Podíamos aprovechar los precios altos del oro para resolver la crisis económica, aunque no todo, al menos paliar la situación, pero estamos desaprovechando”, criticó a tiempo de puntualizar que esto obedece a la flexibilidad del Gobierno por el extraordinario poder que han desarrollado esas organizaciones (cooperativistas) y la tolerancia que dan las autoridades a las actividades ilegales.
Volumen
En sus redes sociales, el economista de la Fundación Tierra, Gonzalo Colque, dio algunas pautas para empezar a mejorar la situación económica del país, ante la falta de divisas, alta inflación y de carburantes, como frenar el contrabando de oro, sostuvo que de 40 toneladas que se producen, el 50% se va vía contrabando.
Sobre el tema, Córdova informó que el volumen puede ser mayor, ya que no todo se registra, como dato mencionó que en 2022 se produjo 54 toneladas de oro, ante el incremento de cooperativas y personas en la explotación de oro, la cifra puede ser mayor.
El 2023 el volumen bajó a 47 toneladas y el 2024 a 21 toneladas. En 2021, el ministro de Minería de entonces, manifestó que se exporta 42 toneladas y similar volumen sale del país vía contrabando. “La cantidad de oro que sale del país es gigantesca”, apuntó.
Perú
Por su parte, el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, explicó que el año pasado un medio de Perú, a través de una investigación, informó que venía a Bolivia oro del vecino país por los bajos impuestos que se pagaba en Bolivia.
Córdova detalló que llega a Bolivia para registrarlo como producción nacional, desde que hay escasez de dólares la situación cambió, ahora es todo lo contrario, y es pesimista al indicar que es complicado controlar el contrabando debido a que se tiene fronteras desprotegidas, además sale en cantidades pequeñas.
Por ejemplo, dijo que un lingote puede ser del tamaño de una cajetilla de cigarrillos, tranquilamente puede pesar 7 kilos y pasar la frontera en el bolsillo de la persona.
Ante ese panorama, el entrevistado recordó que se erró en la declaración de comercialización libre de metales y minerales, establecido en el Decreto Supremo 21060, que la Asamblea Legislativa no pudo corregir, a pesar de los intentos.
La propuesta era centralizar la comercialización, a través de un Banco Minero, pero el plenario de la Asamblea lo rechazó, con esa norma cualquiera puede comprar y vender oro.
Para Romero, el Gobierno debe recuperar la soberanía del oro, es decir si hay voluntad política, se debe eliminar las empresas mineras ilegales y sólo permitir operaciones de las formales, para que dejen más recursos en regalías e impuestos a favor del Estado y los gobiernos subnacionales.
Córdova reiteró que hubo intentos, como la resolución que publicó el Gobierno para que sólo pueda vender una sola persona y no cualquiera, esto no prosperó debido al control débil del comercio.
Las personas que comercializan el oro no declaran a veces de dónde sacan o a que cooperativa pertenecen y en qué área de trabajo operan, esto muestra el débil control que tiene el Estado.
Negocio
Romero coincide con Córdova, opina que el negocio de la comercialización del oro es para los exploradores, productores y exportadores, menos para el país, por los bajos impuestos que pagan.
Hay empresas ilegales que operan y dejan solo centavos a la economía boliviana, se benefician de subvención de diésel y para colmo provocan daño al medio ambiente, criticó.
Asimismo, se refirió a las Reservas Internacionales Netas (RIN) y el gobierno, luego del 19 de octubre, deberá recuperar el oro monetizado, cuya venta desprotegió a la economía nacional. No obstante, Romero ve improbable su recuperación y ahora con el precio alto, Bolivia perdió por doble partida, y provocará mayor gasto público.
“Fue un pésimo negocio”, apuntó y lamenta que la Ley del Oro sólo fue para romper el candado y aprovechar la coyuntura para tener liquidez destinado a gasto corriente.
Normativa
En ese contexto, plantea que se debe cambiar la normativa, es decir a nivel impositivo, fiscal y administrativo. “No puede ser tierra de nadie las áreas de explotación, donde cualquier actividad ilegal e informal opere y provoque perjuicios económicos y daños ambientales”, lamentó.
No es malo la actividad minera, siempre que sea formal y regulada, sin ejercer presión al sector privado, sostiene.
Los bancos centrales optan por comprar oro ante la debilidad del dólar. Gonzalo Chávez afirmó que Estados Unidos es el principal comprador y el que tiene las mayores reservas a nivel mundial, con 8.000 toneladas, seguido de Alemania y el Fondo Monetario Internacional (FMI) con 3.000 toneladas, luego está China con 2.000 toneladas.
Tarea
La tarea de regular la comercialización y mejorar el control será para el próximo gobierno, que tendrá que romper el poder de las cooperativas mineras que ocuparon en reiteradas oportunidades el Ministerio de Minería, hasta a la fecha, cuya concesión fue de carácter político, según Córdova.
Recordó que, en 2013, el Gobierno favoreció a los avasalladores de la mina Himalaya, tomada por cooperativas, decisión que afectó a la empresa privada, así como a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol).
Romero aseguró que también será tarea para el próximo gobierno y se espera que sea en el primer año de gobernabilidad.