Zacatecas fue, en abril de 1997, la primera sede del Primer Congreso Internacional de la Lengua Española, idea que se venía incubando desde 1992, con la Exposición Universal que organizó el Instituto Cervantes, y que ahora desembarcó en la ciudad de Mario Vargas Llosa, Arequipa, Perú, donde se presentará, además, un libro en su memoria: Diccionario Mario Vargas Llosa. Habitó las palabras (Cervantes).
En la valiosa e inmensa maleta del X Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) llegan poetas, escritores, académicos, lingüistas, lectores, críticos, sociólogos y un nutrido grupo de periodistas, articulistas, filólogos y editores de buena parte del mundo occidental.
La palabra siempre cautiva, enamora, convoca y une o no.
El CILE lo organizan el Instituto Cervantes, la Real Academia Española (RAE), la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú. Antes se sucedieron los encuentros de la lengua española en Valladolid (España, 2001), Rosario (Argentina, 2004), Cartagena de Indias (Colombia, 2007), Valparaíso (Chile, 2010), Panamá (2013), San Juan (Puerto Rico, 2016), Córdoba (Argentina, 2019) y Cádiz (2023).
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Esta vez, a la altura de 2.000 metros de altura y con tres volcanes –el Misti, Chachani y Pichu Pichu, conocidos como los «guardianes de la ciudad»– como telón de fondo y que custodian la urbe, que en sus cimientos se yerguen innumerables edificios barrocos que hacen única a esta llamada “Ciudad Blanca”, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO hace 25 años, se llevará a cabo este encuentro entre letrados.
Merecido nombre, se lo tiene ganado, gracias a sus brutales contrastes de costa, desierto y arquitectura construida con «sillar», una piedra volcánica blanca y que le otorga su nombre como ciudad blanca.
Estos soberbios encontronazos –no exentos de crispaciones académicas, choque de estaturas literarias y furibundos desencuentros, muy propios de esta industria de megalómanos– siempre son imprescindibles por la discusión de los avatares de la lengua española y sus permanentes desafíos de estar a la altura de los tiempos. Y, mucho más todavía ahora, con el constante constreñimiento del lenguaje en todas las plataformas digitales, que parecen estar decididamente obsesionadas a su suplantación con videos cortísimos, virales y efímeros.
Cada tres años este evento revive, de entre las entrañas de las palabras, para ubicarse como un faro de la lengua hispanohablante. Esta vez se erguirá desde este martes 14 y hasta el viernes 17 de octubre, en una semana previa a una agenda variopinta de varios autores, conversatorios y encuentros literarios, que, como siempre, excitan el ambiente previo al magno nacimiento.
La sesión inaugural estará presidida–por supuesto– por el rey Felipe VI, quien deberá estar acompañado por el nuevo Presidente de Perú, posesionado tras un sismo político que vive sacudiendo a la política peruana de una manera ya habitual y recurrente.
Este año, el CILE estará enfocado en tres grandes bisagras temáticas: los grandes desafíos de la lengua española: mestizaje e interculturalidad; el lenguaje claro y accesible, y las culturas digitales y la Inteligencia Artificial ¡Menuda agenda!
Muy particularmente, el debate recaerá sobre los desafíos de la Inteligencia Artificial y el riesgo de que se modifique los cimientos de la lengua española de manera casi irreversible. Ya el propio israelí Yuval Noah Hararialerta en su último libro Nexus (editorial Taurus) que los humanos dejarán de escribir la historia de la humanidad para dejarlo en manos de la Inteligencia Artificial.
Hoy las máquinas escriben, desarrollan textos, nos hablan, nos responden, nos escuchan, nos espían y nos hipnotizan con sus algoritmos. La flojera mental está instalada en la generación Alpha. Ninguno de ellos hace el esfuerzo de pensar y escribir una simple idea. Su fiel amigo/enemigo Chat GPT está carcomiendo sus cerebros, haciéndolos cada vez más minúsculos.
¿Qué pasará con la lengua española ante este descarado devenir tecnológico? ¿Habrá obras literarias que firmen conjuntamente humanos y máquinas? ¿Hará la IA que el español sea mucho más uniforme o diverso? ¿Será legal o legítimo que una novela escrita por la IA gane un premio literario? ¿La creación humana será reemplazada por la predictibilidad de las tecnologías? ¿Habrá un Premio Nobel de Literatura para una máquina que escriba novelas inimitables?
La RAE está muy enredada en esta tarea desde hace años a través de su proyecto Lengua Española e Inteligencia Artificial (LEIA) para que las máquinas utilicen un buen español. Que muy bien no sabemos hacia dónde se encamina.
Y, finalmente, otro tema muy espinoso: la persecución estadounidense o, mejor dicho, trumpista, hacia todo aquel que hable español. Situación que está censurando su uso, su alocución y su forma de expresión diaria, por temor a ser deportados, discriminados o anulados como personas.
Un tema muy delicado y de una complejidad política que debiera ser parte de la defensa del idioma como continente latinoamericano e ibérico, bajo una mirada de geopolítica de Estado.
Así que veamos –alertas– desde cuál de los puertos de Arequipa zarpará el barco de la lengua española, con qué conclusiones y qué otros rumbos y horizontes. Por el momento, sus bártulos están abiertos a recibir sus cargamentos que lleven a buen puerto sus organizadores esta semana en las tierras del gran Vargas Llosa.
Javier Medrano es periodista y cientista social.