En un año se han registrado cerca de 330 denuncias de secuestros de ciudadanos surcoreanos en Camboya. Atraídos por falsas ofertas de empleo, los turistas surcoreanos son secuestrados por los estafadores, que les confiscan el pasaporte y el teléfono antes de obligarlos a trabajar en centros de llamadas desde los que se originan numerosas estafas telefónicas en todo el mundo.
Por Celio Fioretti corresponsal de RFI en Seúl
El caso salió a la luz tras la muerte, en agosto, de un turista surcoreano de 22 años: había sido secuestrado y golpeado hasta la muerte por una mafia china que opera en Camboya. Los sospechosos, tres ciudadanos chinos, fueron detenidos el 11 de octubre.
Sin embargo, el Gobierno surcoreano tiene la intención de liberar a los demás surcoreanos que siguen retenidos por estas mafias, como explica Kang Yu-jung, portavoz de la presidencia surcoreana: “Para evitar que la situación empeore sobre el terreno, se ha decidido enviar rápidamente investigadores coreanos a Camboya para coordinar las investigaciones con las autoridades locales y evaluar la situación del rescate de los ciudadanos coreanos”.
Seúl ya advirtió que la operación de rescate no será fácil. Los representantes de las autoridades camboyanas se reunirán la próxima semana con la policía surcoreana para reforzar la protección de los ciudadanos surcoreanos en Camboya.
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Seúl ha pedido a sus ciudadanos que no viajen a Camboya o que abandonen rápidamente el país si ya se encuentran allí. En agosto, Japón, también víctima de estos secuestros, envió a 80 investigadores a Camboya para encontrar a sus ciudadanos retenidos por las mafias.