Ingenieros piden decreto de emergencia para salvar al sector. Advierten riesgo de paralización de obras y pérdida de más de 1.5 millones de empleos en Bolivia. El gremio pide ampliar decreto de reajuste e investigar alzas «sin justificación».
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El sector de la construcción en Bolivia se encuentra al borde de una tormenta perfecta. Por un lado, las importaciones de materiales esenciales se desplomaron un 31% en 2024, alcanzando su nivel más bajo en casi una década. Por el otro, los materiales de producción nacional, como el cemento, el ladrillo y la madera, han experimentado incrementos de hasta un 70% en los últimos meses. Esta combinación de escasez y encarecimiento amenaza con paralizar obras públicas y privadas en todo el país, poniendo en riesgo más de un millón y medio de empleos directos e indirectos.
Así lo advirtió en un comunicado urgente el presidente de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB), Pascual Velásquez, quien elevó un pedido formal al Gobierno Nacional para tomar medidas inmediatas que eviten el colapso de una de las industrias más dinamizadoras de la economía.
Una década de importaciones en picada
Los datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) para el período 2015-2024 pintan un panorama claro de la contracción. Después de un pico en 2016, donde el valor de las importaciones superó los $1,222 millones, la tendencia ha sido predominantemente a la baja. En 2024, las compras al exterior de materiales de construcción sumaron apenas $272 millones, la cifra más baja de los últimos nueve años.
En volumen, la caída es igualmente dramática: de importar más de 1.2 millones de toneladas en 2016, Bolivia pasó a adquirir solo 345,537 toneladas en 2024. Este recorte afecta a productos estratégicos como barras de hierro o acero sin alear (el producto más importado por valor en 2024), perfiles y tubos de acero, insumos fundamentales para la estructura de cualquier edificación.
Brasil se mantiene como el principal proveedor (35%), seguido de China (27%) y Perú (23%), pero el volumen total de compras se ha reducido significativamente, indicando una desaceleración forzada en la cadena de suministro.
El encarecimiento desmedido
Mientras las importaciones caen, la industria local no está llenando el vacío de manera sostenible. Por el contrario, los materiales nacionales se han encarecido. Velásquez detalló los aumentos que están estrangulando los presupuestos de construcción: en el caso del cemento, explicó que pasó de costar entre Bs 45 y 49 a venderse entre Bs 60 y 70.
En lo que respecta la cerámica común, esta subió de Bs 25 a Bs 45 por metro cuadrado. La madera incrementó su precio de Bs 4 a Bs 8 el pie cuadrado.
“Esta situación está provocando que muchas obras entren en riesgo de suspensión o rescisión de contrato, generando desempleo y un ambiente de incertidumbre en el sector”, manifestó.
Solicitud al Gobierno
Frente a esta crisis, la SIB ha planteado dos solicitudes al Ejecutivo: Ampliar el Decreto Supremo de ajuste de precios y plazos, que vence a fin de mes, para proteger a las empresas constructoras de la volatilidad de los costos.
Además, de incluir los materiales de producción nacional –cemento, ladrillo, cerámica y madera– dentro del listado de productos sujetos a reajuste contractual. Actualmente, estos quedan fuera, lo que impide a las constructoras solicitar una revisión de precios ante el alza descontrolada.
Velásquez fue más allá y cuestionó las causas de estos incrementos. Señaló que insumos básicos para la producción, como el gas natural, no han sufrido variaciones significativas, por lo que pidió al Gobierno investigar las razones detrás de lo que calificó como una subida «excesiva y sin justificación aparente».
La burocracia: El último eslabón de la crisis
Incluso con las obras existentes, el presidente de la SIB denunció que los procedimientos de reajuste no se aplican efectivamente. Refirió que los trámites se quedan en los escritorios de los fiscales y no se ejecutan los incrementos, agregó, que por falta de presupuesto en las entidades públicas, las soluciones no se materializan.
Por ello, la petición es que un nuevo decreto establezca «procedimientos claros y ejecutables, para que no se quede solo en un anuncio, sino que brinde una solución real al sector».
El cemento sigue subiendo
En días pasados la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) mediante un comunicado publicado en sus redes sociales alertó que el precio del cemento ha subido hasta un 65%, advirtieron que esto puede desencadenar en la paralización masiva de proyectos en todo el territorio nacional.
Mencionaron que este incremento, es insostenible para muchas empresas del rubro, y amenaza con agravar la crisis que ya enfrenta el sector de la construcción.
Frente a esta situación exigieron al Gobierno incorporar al cemento entre los materiales que incluyen los DS 5321 y 5452 de Reajuste Precios, como opción inmediata para garantizar la ejecución y continuidad de la ejecución de las obras y prestación de servicios. Además de ampliar la vigencia de estos decretos por un tiempo prudencial que considere el periodo de transición gubernamental y la definición de nuevas medidas.