El voto es presencial y voluntario para los bolivianos que residen en el extranjero.
EFE
Fuente: eldeber.com.bo
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Cerca de 82.300 electores están registrados para participar este domingo en España en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Bolivia, que disputarán el candidato centrista Rodrigo Paz y el derechista Jorge Tuto Quiroga, los más votados en agosto pasado.
Más de una cuarta parte, unos 22.400, podrán ejercer el derecho de sufragio en Madrid, según datos oficiales, y el resto puede dirigirse a los centros de votación de Barcelona, Sevilla, Málaga, Bilbao y Murcia, según el caso.
El voto es presencial y voluntario para los bolivianos que residen en el extranjero, aunque los interesados debieron inscribirse en el padrón electoral antes de mayo pasado.
Están convocadas a las urnas 7.567.207 personas mayores de 18 años en Bolivia para elegir al presidente, vicepresidente y miembros del Legislativo; y 369.308 en otros 22 países, en este caso para votar únicamente al presidente y vicepresidente.
Ningún candidato pudo proclamarse presidente electo en los comicios del 17 de agosto, así que este domingo será la primera vez, en la historia de Bolivia, en que los nuevos gobernantes se elijan en una segunda vuelta, un sistema introducido en la Constitución vigente desde 2009.
La nueva votación llega en un contexto de crisis económica reflejado en la persistente falta de dólares, escasez de combustibles y encarecimiento de productos básicos.
El nuevo presidente tomará juramento el 8 de noviembre para un periodo de cinco años, lo que supondrá el fin de los casi veinte años de gobiernos del izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS).
Expertos consultados por EFE consideran que es muy difícil prever quien ganará, pero pronostican que el resultado se decantará hacia uno u otro candidato en función de lo que finalmente hagan los seguidores del expresidente izquierdista Evo Morales (2006-2019), que en la primera vuelta votaron nulo, como él pedía.
La etapa preelectoral de la primera vuelta estuvo marcada por las tensiones y protestas de los sectores afines a Morales, quien insistía en ser candidato, pese a no tener partido en ese momento y a que una disposición constitucional le impedía repetir mandato.
Tras viente años de gobierno del MAS, primero con Morales como presidente y después con Luis Arce, ese movimiento político se desmoronó estrepitosamente en la primera vuelta de agosto pasado con un exiguo 3 % de los votos, afectado por una grave crisis interna.