A menos de dos semanas del cambio de Gobierno, la comisión de transición prepara el el protocolo oficial para una jornada histórica. El experto Marcelo Arias señala que es imprescindible la presencia de Luis Arce porque debe dar su último informe de gestión
Por Yolanda Mamani Cayo
Fuente: eldeber.com.bo
El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, asumirá el mando del Estado con dos actos oficiales y protocolares el próximo 8 de noviembre. El primer acto es la ceremonia de transmisión de mando que se realizará en la primera Sesión de Honor de la nueva Asamblea Legislativa donde jurará al cargo.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Posteriormente, el segundo acto estará a cargo del Alto Mando Militar que le entregará el Bastón de Mando declarándolo como Capitán General de las Fuerzas Armadas.
En menos de dos semanas, el sábado 8 de noviembre que es la jornada de transición de gobierno, ya es considerado como un día histórico para el país por al menos tres razones:
Primera: el nuevo presidente electo, Rodrigo Paz, jura al cargo en el año del Bicentenario de Bolivia luciendo la Medalla Presidencial, que también este 2025 cumple 200 años.
Segunda: después de 28 años se reestablece en Bolivia la transmisión de mando constitucional entre dos presidentes electos por voto democrático: uno que concluye su mandato de cinco años -Luis Arce Catacora – y el otro – Paz Pereira – que llega al poder con el respaldo ciudadano del 54% en urnas. El último fue Hugo Banzer Suarez en 1997 quien no concluyó su mandato por una enfermedad terminal.
Y, tercera: con la presidencia de Paz Pereira, y su nuevo gobierno, Bolivia comienza un nuevo ciclo político y económico dejando atrás el populismo de izquierda que fue liderado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) por casi 20 años.
Rodrigo Paz Pereira con sus 58 años, quien candidateó con el Partido Demócrata Cristiano (PDC), es el tercer hombre de la dinastía de los Paz que llega a ocupar la presidencia del país, que es el cargo más alto que confiere el Estado boliviano, y se convierte en el sexagésimo octavo presidente de Bolivia.
Su padre, Jaime Paz Zamora (1939), fue el sexagésimo mandatario, y su tío abuelo Víctor Paz Estenssoro (1907 – 2001), fue el cuadragésimo quinto presidente de Bolivia y ocupó el cargo en cuatro gestiones distintas entre 1952 a 1989, según el libro ‘Presidentes de Bolivia, Entre urnas y fusiles’ de Carlos D. Mesa.
Comienza la transición
Apenas el Tribunal Supremo Electoral concluyó el cómputo oficial del balotaje y confirmó la victoria de Paz Pereira, el gobierno saliente de Arce, en coordinación con la oficina del presidente electo, comenzaron el proceso de transición gubernamental.
El primer paso fue la emisión del Decreto Supremo (DS) 5475 para la “Transición de Gobierno y la transmisión de mando presidencial”. Y precisamente esta norma destaca que después de 28 años, en Bolivia habrá una transmisión de mando constitucional.
“Luego de veintiocho (28) años, en el Año del Bicentenario de Bolivia, se restablece la transmisión de mando de un Gobierno electo que concluirá su mandato constitucional a otro Gobierno electo”, dice el penúltimo ‘considerando’ del DS 5475.
Protocolo y simbología
El acto de posesión del nuevo presidente y vicepresidente se denomina ‘Ceremonia de Transmisión del Mando Presidencial’, y está a cargo de una comisión formada por los gobiernos saliente y entrante a la cabeza de la Dirección de Ceremonial del Estado, que debe calcular milimétricamente todo el protocolo.
EL DEBER consultó el tema al exdirector general de Ceremonial del Estado, el embajador Marcelo Arias de la Vega, quien explicó el significado de este protocolo oficial que por primera vez se realizará en el nuevo hemiciclo parlamentario estrenado en agosto de 2021, después de la posesión de Arce,
¿Y por qué la transmisión de mando se realiza en la Asamblea Legislativa?, porque los asambleístas – senadores y diputados – representan a la ciudadanía y a nombre de la población “deben reconocer, conceder y autorizar el ejercicio al primer mandatario electo”, explicó Arias.
Por eso es imprescindible la presencia de los mandatarios salientes, subrayó el experto, ambos deben presentar sus últimos informes de gestión.
La transmisión de mando
Tras la formación de las nuevas directivas camarales, la Asamblea a través de la Dirección de Ceremonial del Estado convocará a la sesión de honor para la posesión de los electos presidente y vicepresidente. Para esa sesión la testera deberá estar conformada de la siguiente manera:
En el centro de la testera estará el vicepresidente saliente que a la vez es presidente de la Asamblea Legislativa, en este caso, David Choquehuanca.
A su derecha, se ubicará el presidente saliente, es decir, Luis Arce. A la derecha de éste irá el presidente electo – Rodrigo Paz – el nuevo presidente del Senado y finalmente un secretario.
A la izquierda del vicepresidente saliente estará el vicepresidente electo, es decir, Edmand Lara, a su lado el nuevo presidente de Diputados y un secretario.
“De acuerdo a la legislación boliviana, a los reglamentos camarales y del Ceremonial del Estado, el presidente saliente tiene que acudir al hemiciclo a rendir un informe a la nación”, explicó.
Tras su informe, el mandatario saliente se quitará la banda presidencial y la Medalla de Bolívar y abandonará el hemiciclo.
Una vez en Palacio Quemado, se realizará una corta pero significativa ceremonia protocolar en la que el nuevo jefe de Estado recibirá el Bastón de Mando del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas quien estará acompañado por el Alto Mando Militar y el Alto Mando Policial. “El bastón de mando es el reconocimiento como Capitán General de las Fuerzas Armadas de Bolivia”.






