Inconveniente impuesto al sector vitivinícola 


 

El gobierno de Arce –que está de salida y que tiene los días contados –pretende que el Congreso promulgue una ley que cobre un impuesto más al sector vitivinícola del país, a la cerveza y a otros productos que se fermentan.



Esto significaría que los productores tendrían que pagar un tercer impuesto a la producción, para crear un fondo productivo lácteo que reza: “Leche para crecer”.

Pretende imponer una cuota de retención por litro comercializado de vino o singani como parte del proyecto “Fomento y Desarrollo del Complejo Productivo Lácteo”, que ha sido aprobado por la Cámara de Diputados.

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Resulta inconveniente apoyar al sector lechero a costa de afectar otros sectores. Incluso la Federación de Productores de Leche ha rechazado el proyecto de ley, a raíz de la regulación del precio de la leche al productor y por considerar que dicho proyecto tiene un alto componente de politización y prebendalismo.

El sector vitivinícola es uno de los pilares económicos del departamento de Tarija, es el más importante del sur del país y el que más impuestos paga.

Da trabajo a 5.000 personas de forma directa y a 17.000 de forma directa e indirecta.

El 85% de la materia prima viene de pequeños productores y en vez de castigarlos, deberían fomentar el trabajo y la producción.

La implantación de dicho impuesto, contradice las políticas de fomento e incentivos a los sectores privados que son urgentes para el desarrollo del país. Imponerlo significaría destrozar el sector productivo de la región.

La ley 774 dice que el Singani es parte del patrimonio de Bolivia y fomenta su producción, por tanto, contradice el intento de imponer un nuevo gravamen.

Es fundamental fomentar la industria vitivinícola, ya que diversifica la economía, aumenta el desarrollo y de ingresos, más aún porque Bolivia se caracteriza por ser un país minero y productor de gas.

Implantar un nuevo impuesto, traería una serie de consecuencias negativas principalmente para los medianos y pequeños productores de uvas, vinos y singanis, así como a bodegas y destilerías, más aún porque en este año, se han visto obligados a importar productos a un alto costo por la falta de divisas a raíz de la mala administración del actual gobierno.

El sector vitivinícola es, además, un importante sector de turismo que está enlazado a la gastronomía.

Existe la ruta del vino que es un hermoso paseo que ofrece visitar las viñas. Llegan cientos de turistas, principalmente del sur de Argentina, a conocerlos. Destruir todo aquello, impediría que la gente visite el país.

En el caso de aprobar dicho impuesto, que sería un grave error, los productores medianos y chicos, se verían obligados a despedir a empleados, reducir sueldos y salarios, y las empresas quebrarían y a la larga, traería un impacto fiscal adverso.

El país requiere inversión y es fundamental crear fuentes de trabajo. Aquello destruiría a miles de tarijeños.

Es recomendable que la Asamblea retire dicho proyecto.