El Gobierno británico avaló la decisión del Palacio de Buckingham de despojar al príncipe de sus títulos y honores, tras las denuncias que lo vinculan con la red de abuso sexual de Jeffrey Epstein.

El príncipe Andrés junto al fallecido delincuente sexual Jeffrey Epstein. (AMC CRIME)
(Con información de Europa Press)
Fuente: infobae.com
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El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha expresado su respaldo absoluto a la decisión del Palacio de Buckingham de retirar el título al príncipe Andrés, hermano del rey Carlos III, debido a las reiteradas acusaciones y sospechas relacionadas con su vínculo con el delincuente sexual Jeffrey Epstein.
“Apoyamos plenamente la decisión tomada ayer por el Palacio”, declaró este viernes un portavoz de Downing Street, quien también reiteró el firme apoyo del gobierno británico a todas las víctimas de los “despreciables crímenes” de Epstein, entre ellas Virginia Giuffre, que habría sufrido abusos por parte del príncipe Andrés, según informa BBC.
Tras el anuncio de la Casa Real, el nombre de Andrés ha sido retirado de la lista oficial de nobles. No obstante, el hermano del rey continúa ocupando el octavo lugar en la línea de sucesión al trono británico. Para despojarlo de sus derechos dinásticos sería necesario un acuerdo parlamentario y el consenso de la Commonwealth.

La imagen filtrada del príncipe Andrés junto a Virginia Giuffre, la mujer que lo acusó de abuso sexual cuando era menor de edad.
El príncipe Andrés ya había dejado de ejercer funciones públicas en 2019 y, hace dos semanas, renunció a sus títulos, incluido el de duque de York, alegando que “las continuas acusaciones” en su contra “distraen” del trabajo del rey y de la familia real. Ahora, además de perder el rango de príncipe, deberá abandonar también la residencia que ocupaba en Windsor.
“Estas medidas se consideran necesarias, a pesar de que continúa negando las acusaciones en su contra. Sus Majestades desean dejar claro que sus pensamientos y su más sentido pésame han estado, y seguirán estando, con las víctimas y los supervivientes de cualquier forma de abuso”, detalló el escrito del Palacio de Buckingham, difundido por BBC. “El príncipe Andrés se mudará a la finca de Sandringham, financiada por el rey. Se entiende que se mudará a una propiedad en la finca privada de Sandringham, en Norfolk. La mudanza será financiada con fondos privados del rey”.
Según documentos bancarios y testimonios de ex empleados, revelan que entre 1999 y 2007 Epstein transfirió más de 30 millones de dólares a Maxwell. A cambio, ella habría facilitado contactos influyentes y organizado encuentros con jóvenes para satisfacer las demandas de Epstein y su círculo cercano, entre ellos el príncipe Andrés. Los viajes y reuniones entre Andrés, Maxwell y Epstein se habrían producido en enclaves exclusivos como la isla privada de Epstein en las Islas Vírgenes de EE.UU., Nueva York, Palm Beach, Balmoral y Sandringham.

Imagen de archivo: El príncipe Andrés. (EFE/EPA/RICHARD WAINWRIGHT AUSTRALIA AND NEW ZEALAND OUT)
De acuerdo con Daily Mail, en febrero de 1999 el príncipe viajó en un jet privado junto a Maxwell a la isla Little St. James, donde varios empleados afirmaron haberlo visto en situaciones comprometedoras con jóvenes. Uno de ellos relató: “Lo vi en un balcón tocando a chicas a plena luz del día—recuerdo saludarlo diciendo ‘Buenos días, su alteza’”.
Las acusaciones se multiplican en los testimonios recopilados por dicho medio. Virginia Giuffre, anteriormente conocida como Virginia Roberts, declaró bajo juramento que, siendo menor de edad, fue seleccionada por Maxwell para mantener encuentros sexuales con Andrés en Londres, Nueva York y la isla de Epstein. Giuffre afirmó haber sido obligada a participar en relaciones sexuales junto a otras jóvenes, en ocasiones durante orgías en las que la mayoría no superaba los 18 años. Steve Scully, encargado del mantenimiento de la isla, aseguró haber presenciado al príncipe en actitudes íntimas con una joven identificada como Virginia.
Otros exempleados también aportaron detalles comprometedores. Debra Gale, ama de llaves en la casa de Epstein en Palm Beach, afirmó haber visto juguetes sexuales y prendas femeninas en la habitación destinada al príncipe. Además, relató haber entregado sobres con hasta 25.000 dólares a las jóvenes que lo acompañaban y aseguró que Andrés “aprovechaba su estatus de realeza para obtener favores”.