=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
El nuevo gobierno constitucional electo de Rodrigo Paz y Edman Lara, muy aparte de solucionar de manera urgente la crisis económica que atraviesa el país, producto del manejo irresponsable por parte del gobierno del MAS (Evo Mortales y Luis Arce) por casi veinte años, también de manera pronta debe restaurar los cimientos institucionales de la República, destruidos por el mediocre gobierno saliente.
No bastará con que ambas nuevas autoridades nacionales estén posesionadas, sino que se debe encarar una serie de reformas a nivel administrativo gubernamental como también a nivel constitucional. Un primer paso que ya dio el nuevo presidente del país, Rodrigo Paz, fue el desechar de la imagen institucional del gobierno central a la chacana plurinacional y restaurar por el escudo nacional republicano. Medida que fue bien aplaudida por la mayoría de la población.
Una vez estando ya en la silla presidencial Paz Pereira y con las facultades conferidas que le otorga la actual Constitución Política del Estado (CPE), mediante simples decretos supremos, deberá ir desechando todo lo concerniente a lo que formó parte del Estado Plurinacional por lo que caracterizó a la República de Bolivia. Claro que, para realizar muchos cambios de lo plurinacional a lo republicano, se debe necesitar de una reforma constitucional.
Para reformar nuestra actual ley de leyes, se tiene las condiciones legislativas para conseguir dicho objetivo. Solo bastará que las fuerzas políticas con representación parlamentaria como son el PDC, Alianza Libre, Unidad Nacional y SUMATE, las cuales durante los gobiernos populares masistas se declararon opositores a estos, ahora más que nunca deberán mostrar plena unidad legislativa para reformar la CPE vigente. Unidas las mismas tienen más de los dos tercios para dicho cometido.
Otra señal de cambio que reclama la población, es que el reloj principal del anterior parlamento, que caracterizó a la época republicana, vuelva a su estado normal, es decir, que sus manecillas giren hacia la derecha y no al revés como ahora lo hace. Significando para muchos un retroceso, una burla e insulto para el propio país por parte de los corruptos masistas. Para eso solo basta una instrucción del actual vicepresidente electo, Edman Lara, para efectivizarlo.
Otra señal que ya dio el nuevo gobierno elegido, es que gobernará desde el antiguo Palacio de Gobierno (símbolo de la República) y no desde ese cajón de cemento llamado “Casa del Pueblo” (símbolo de lo plurinacional). Con esos primeros pasos, el nuevo gobierno central, está dando señales, de que poco a poco irá desechando todo lo referido al “Estado Tranca Plurinacional”, que perjudicó enormemente al país.
También se deben eliminar, los muchos feriados que se implementó durante el Estado Plurinacional. Los cuales solo sirvieron para dar paso a las borracheras a título de concentración de “movimientos sociales”, convirtiendo las vías públicas en mingitorios, además de tener riñas y actos obscenos como un pueblo enfermo, según calza con lo que dijo el escritor boliviano Alcides Arguedas en su libro del mismo nombre a principios del Siglo XX. Entre esos feriados se deben dejar sin efecto el 22 de enero y el propio 8 de noviembre, entre otros que ya no representan nada.
También se deben eliminar de la estructura del podrido Estado Plurinacional, el Tribunal Constitucional Plurinacional y la Procuraduría General. Instituciones que no significaron nada para mejorar el andamiaje estatal en bien del país. Solo representaron intromisión y persecución política para los propios bolivianos. ¿La Procuraduría General del Estado cuántos juicios a nivel internacional ganó? Prácticamente ni uno. Solo sirvió para dar pegas a los abogados/as partidarios del MAS y nada más.
Con la “muerte política del MAS”, su actual CPE vigente desde el 2009, también quedó ya obsoleta que ya no tiene sentido aplicarla para estos nuevos tiempos de cambio que eligió el pueblo boliviano al elegir a nuevas autoridades nacionales con otra línea política ideológica. El reto está lanzado para los nuevos legisladores electos que la mayoría son de oposición férrea al masismo. ¿O seguimos bajo la estructura podrida, corrupta y dictatorial del Estado Plurinacional o retornamos a los cimientos democráticos e institucionales de la República de Bolivia? La respuesta está en las nuevas senadoras/es y diputadas/os del remozado parlamento nacional para reformar la actual CPE masista.
