
El municipio de Mapiri anunció la creación del Parque Municipal y Área Natural de Manejo Integrado Gran Paitití, que tiene una extensión de 83.825 hectáreas y que resguardará la vida silvestre, el agua limpia y medios de vida sostenibles de las comunidades locales.
El nombre del área protegida es un homenaje al cerro Paitití, bautizado así por la leyenda del Gran Paitití, un mítico refugio inca que se dice está oculto en las laderas entre los Andes y la Amazonía.
“Durante siglos, la leyenda del Gran Paitití ha despertado la imaginación, es una historia que consideramos muy nuestra” sostuvo el Secretario Municipal de Mapiri, Milton Butrón.
La nueva área protegida está en las laderas orientales de los Andes, donde las montañas se encuentran con la cuenca amazónica. Esta región permanece ecológicamente intacta.
Históricamente esta región ha basado su economía en la minería de oro, por lo que proteger esta región es también resguardar el agua para las generaciones futuras.
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“Uno de los principales factores que nos motivó a establecer esta área protegida tiene que ver con la necesidad de conservar todos los ojos de agua dentro de nuestro municipio, así como las áreas de producción”, explicó Butrón.
Un comunicado oficial explica que el ahora “Gran Paitití” sirve como corredor de conexión para la fauna que se desplaza entre las tierras bajas amazónicas y las tierras altas andinas, además vincula a los Parques Nacionales Cotapata y Madidi.
Gran Paitití es especialmente reconocida como un punto crítico global para la conservación de anfibios, brindando hábitat a casi 30 especies y protegiendo el área de distribución de ranas altamente vulnerables y en peligro crítico. Estos bosques también albergan al jaguar, al oso andino, al tapir y al armadillo gigante.
Conservación Internacional Bolivia, en alianza con la Red Boliviana de Turismo Solidario Comunitario (Red Tusoco) y con el apoyo financiero de Andes Amazon Fund y Rainforest Trust, guió el proceso de consulta, elaboró la documentación técnica y legal y coordinó la participación local que hizo posible el establecimiento del área protegida.
“Al proteger esta zona, Bolivia fortalece todo un mosaico de conservación que se extiende desde los bosques nublados de La Paz hasta la Amazonía baja, garantizando que especies como el jaguar y el oso andino puedan desplazarse libremente por sus hábitats”, destacó Eduardo Forno, vicepresidente de Conservación Internacional Bolivia.
El área protegida, de 83.825 hectáreas, acoge a dos categorías: aproximadamente dos tercios serán Parque Municipal (66,6 %) y el resto (33,4 %) Área Natural de Manejo Integrado.
Esta designación también abre oportunidades para restaurar la agricultura tradicional y construir una economía más sostenible, incluyendo el ecoturismo, con sus ruinas prehispánicas y antiguos caminos que conectan los Andes y la Amazonía.