Argentina: Cristina Kirchner, nuevamente sentada en el banquillo de los acusados por delitos de corrupción


A las 9.30, y por Zoom, comienza el juicio más grande de la historia argentina. Junto a la expresidenta hay 85 imputados, 60 de los cuales son empresarios.

Lucía Salinas



Fuente: https://www.clarin.com

Desde las 9:30 y de forma online, el Tribunal Oral Federal 7 (TOF 7) dará inicio este jueves al juicio contra Cristina Kirchner, Julio De Vido, Roberto Baratta, José López, entre otros ex funcionarios y un total de 60 empresarios. Se juzga una asociación ilícita que funcionó desde 2003 a 2015 con la finalidad de cobrar sobornos a contratistas del Estado. La principal acusación recae sobre la ex Presidenta.

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Para la justicia federal los Cuadernos de las Coimas develaron la “mayor maniobra de corrupción de los últimos veinte años”. La fiscal general, Fabiana León que intervendrá en el juicio, utilizó una expresión similar. Sostuvo en un informe: “Es la investigación de hechos de corrupción más extensa que se ha realizado en la historia judicial argentina y solo comparable a unas pocas a nivel mundial”.

Bajo esas premisas, 86 imputados, 60 de los cuales son empresarios, comparecerán ante el TOF 7 integrado por los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Cañero y Germán Castelli. La audiencia se desarrollará hasta las 14:30 y después de los trámites de rigor (asistencia de los presentes), se dará inicio a la lectura del requerimiento de elevación a juicio oral, donde están todas las acusaciones.

Con relación a la ex Presidenta, ese dictamen sostiene que se encuentra acreditada su intervención “en dicha asociación ilícita en carácter de jefa, rol que también cumpliera Néstor Kirchner, quienes detentaron el cargo de Presidente de la República Argentina que ejercieron entre el 10 de diciembre de 2007 hasta el 9 de diciembre de 2015, y entre 25 de mayo de 2003 y el 9 de diciembre de 2007, respectivamente”.

Para la justicia federal, la organización de la asociación ilícita contó con la participación de las máximas autoridades del extinto Ministerio de Planificación Federal. Todos ocuparon diversos roles para garantizar “el funcionamiento del sistema recaudatorio”. Se contó con quienes retiraban en puntos fijos el dinero y quienes receptaban el mismo.

Al momento de sustentar la conformación y funcionamiento de la asociación ilícita, el fiscal Stornelli en su pedido de elevación a juicio detalló que la misma estuvo constituida por más de tres personas destinada a “cometer delitos, la cual habría operado, con carácter permanente, al menos entre los años 2008 y 2015, ambos inclusive -ese período posteriormente fue prolongado a los años 2003-2015”.

Cuando Stornelli pidió la elevación a juicio de la investigación, se centró en cuatro ejes: los cobros a empresarios que el chofer Oscar Centeno asentó en sus cuadernos, las maniobras ilícitas para la adjudicación de contratos de transporte ferroviario y corredores viales, y la cartelización de la obra pública.

Así, solicitó que la expresidenta fuera a juicio como jefa de una asociación ilícita que funcionó en el seno del Poder Ejecutivo Nacional, entre 2003 y 2015. Además, le imputó ser coautora, en 204 oportunidades, y partícipe necesaria -en una- del delito de cohecho pasivo.

Como organizadores de la asociación ilícita se señaló al exministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio Miguel De Vido; al exsubsecretario de Coordinación y Control de Gestión de esa cartera, Roberto Baratta; al financista dueño de Inverness S.A., Ernesto Clarens; y al expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) y de la firma ESUCO S.A., Carlos Guillermo Enrique Wagner. Luego, en el tramo de las irregularidades en la concesión de contratos ferroviarios se añadió, también como organizador, al exsecretario de Transporte, entre el 1° de junio de 2003 y el 1° julio 2009, Ricardo Raúl Jaime.

También, en el tramo de la investigación por la cartelización de obras públicas en cabeza de la Cámara Argentina de Empresas Viales, se incluyó como miembros de la organización al exadministrador general de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), Nelson Periotti; al exgerente de Obras y Servicios Viales y subadministrador de la DNV, Sandro Férgola; y al exgerente de Administración de la DNV y exempleado de Inverness S.A., Sergio Pasacantando.

Durante la investigación a cargo de Stornelli y el fallecido juez Claudio Bonadio, se estableció “la existencia de un sistema de recaudación de dinero desplegado en su mayoría por funcionarios públicos del Poder Ejecutivo de la Nación que decidieron ceder su voluntad personal y conformar una general, para establecer acuerdos con importantes empresarios de compañías nacionales e internacionales, por medio de los cuales obtenían beneficios recíprocos”.

El requerimiento que comenzará a escucharse este jueves -se estima que su lectura llevará cuatro o cinco audiencias- sostiene que “los líderes y organizadores de esa estructura paraestatal diagramaron un circuito de recaudación de dinero centrado, principalmente, en el otorgamiento y adjudicación de obras públicas y/o servicios, y otros beneficios vinculados al desarrollo de la relación de esos privados con el Estado Nacional”.

Para el Ministerio Público Fiscal, existía un sistema ilegal de recaudación con “dos canales totalmente independientes, aunque complementarios y funcionales entre sí”. Por un lado, había una “vertiente directa en la que no había ningún tipo de intermediario, puesto que eran los propios funcionarios públicos los que recaudaban el dinero en efectivo garantizado por los empresarios” y se comunicaban directamente con ellos.

La segunda rama estaba integrada por otros funcionarios, y por el Clarens y Wagner. “Si bien los dos grupos tuvieron una actuación conjunta, aunque distinta, en cuanto a sus integrantes y a su implementación, ambos formaron parte de la misma estructura jerarquizada e instaurada por los entonces representantes del Poder Ejecutivo de la Nación”.