La expresidenta interina Jeanine Añez salió de la cárcel de Miraflores cerca de las 11.00 de este jueves y, en su primera intervención con los medios de comunicación, dijo que fue víctima de una persecución política que intentó inculparla por varios delitos, pero no lo consiguió.

Fuente: ANF
“En este país jamás hubo un golpe de Estado, lo que hubo fue un fraude electoral que nos llevó a todos los bolivianos a reclamar que el voto sea respetado. Quisiera que todo el pueblo boliviano esté seguro de que jamás voy a arrepentirme de haber servido a mi patria cuando más lo necesitó. Ese es el compromiso que todo boliviano que ama a su patria tiene que hacer. Yo lo asumí, aun sabiendo que algún momento iba a tener un costo”, dijo Añez.
En medio de ovaciones y de una fuerte cobertura de los medios de comunicación, la exmandataria dejó la prisión tras casi cinco años de encierro impulsado por el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Añez salió con una bandera boliviana y saludó a toda la gente que la esperaba. Tomó un megáfono y comenzó a dar un breve discurso sobre lo que significó estar en prisión en medo de procesos políticos.
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“El régimen me abrió nueve procesos, no pudieron encontrarme ni un hecho de corrupción. Espero que durante este tiempo ya no haya perseguidos ni presos políticos (…). Espero que en este nuevo tiempo se restituya la independencia de poderes, se los dice una persona que está encerrada por cinco años. La justicia debe ser imparcial, debe ser independiente. Como les decía, se tuvo que ir el monstruo para que los administradores de justicia puedan actuar conforme a la norma”, resaltó.
La jornada pasada, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Romer Saucedo, comunicó que Sala Plena decidió anular la sentencia de la exmandataria porque encontraron contravenciones al debido proceso; en consecuencia, se decidió ordenar su libertad inmediata.
En junio del 2022, la exmandataria fue condenada a 10 años de prisión por ser declarada culpable dentro del caso “golpe de Estado II” por los delitos de “incumplimiento de deberes” y “resoluciones contrarias a la Constitución”.
La supuesta víctima denunciante no fue Evo Morales ni Álvaro García Linera, sino que fue la exdiputada del MAS, Lidia Patty, quien posteriormente fue nombrada cónsul de Bolivia en Argentina.
El año pasado, el exministro de Justicia, Iván Lima, reveló que el juicio ordinario fue una decisión política entre autoridades del gobierno, Evo Morales y dirigentes de las organizaciones sociales. Él advirtió que eso tarde o temprano traería consecuencias.
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