Bolivia tiene un nuevo gobierno que preside un católico militante: Rodrigo Paz Pereira. Los parlamentarios esperan dictar pronto las primeras leyes al iniciarse un nuevo período constitucional; y el anuncio convincente de reconstruir la institucionalidad. El Presidente Paz explicó en su discurso más de lo que se conocía: números negros en las cuentas nacionales. Está claro que la anterior gestión gubernamental fue desastrosa, resultado de la incompetencia del presidente y ministros, más ocupados en asuntos de disputas partidarias viscerales por el usufructo del poder. Para quienes acaban de jurar, la responsabilidad es inmensa, tendrán que remar en un mar de huracanes, provocados por el deterioro social, económico y moral de la gobernanza saliente.
El festejo espontáneo de los diferentes sectores que conforman el pueblo, dejó evidencia que la esperanza se anida en las mentes ansiosas que buscan certidumbre en la vida, emociones devotas: ¡Dios mío ahora habrá trabajo! La angustia colectiva se detuvo a partir del ¡Si juro!, de Edmand y Rodrigo.
Se escuchan voces nuevas que prometen trabajo y dedicación, tendrán que sobreponerse al ruido de albaceas oficiosos que cumplen encargos del poder fallecido. Por otro lado, en el ambiente de los partidos aliados es visible el afán de compartir las planillas de la burocracia estatal, otra vez se desliza la frase maligna: «… seremos oposición constructiva».
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El enfoque estratégico del nuevo modelo económico continúa impreciso: capitalismo para todos cincuenta – cincuenta…; al reducirse los gastos en el aparato estatal vía disminución de empleos, la alternativa supone que en el sector privado se crearán nuevos puestos de trabajo suficientes para que no se reduzca el consumo, y agrave la penuria social. Disminuir impuestos es bajar la recaudación de ingresos. La fórmula es básica: ingreso es igual a gasto más ahorro (I=G+A) y, en el caso del Estado, ahorro es, necesariamente, igual a inversión. ¿Cómo se explica el axioma: cincuenta, cincuenta, para compartir, si los ingresos son insuficientes?
El equipo económico del mandatario necesita planificar una Ingeniería del comportamiento de variables microeconómicas y macroeconómicas. Activar los beneficios posibles y suprimir los resultados no deseables; por más complicado que sea tiene que conseguirlo
¿Cómo adoptarán políticas públicas que apoyen la actividad privada, al mismo tiempo que disminuyan la pobreza? Los agroindustriales, mineros, agropecuarios, importadores, pequeña empresa, turismo, proletarios; esperan ser atendidos, conforme a las promesas electorales, y el compromiso firme de los juramentados. «El Estado tiene que trabajar para nosotros» ha dicho el Presidente Paz.
En este tiempo de cambio, lo que importa es el trabajo del gobierno, La ceremonia brillante con discursos encendidos de patriotismo consternaron a millones de personas, Y las imágenes de cisternas en ruta para terminar con un registro inédito de escasez.
El Ministro de Economía y Finanzas, Jose Gabriel Espinoza, debe aclarar si los dólares conseguidos serán aplicados bajo modalidad de divisas para pagar deudas, como por ejemplo la provisión de combustibles, o también billetes en efectivo, disponibles en el sistema bancario del país.
Dios, familia y patria, es la consigna fundamental de Rodrigo Paz.
