La fiscalía solicitó su libertad este lunes en una audiencia al tradicional tribunal de Apelaciones, en el caso del financiamiento libio de su campaña presidencial. No podrá salir del país.
María Laura Avignolo

Fuente: https://www.clarin.com
El ex presidente conservador Nicolas Sarkozy fue liberado este lunes de la cárcel de La Sante y se encuentra en libertad condicional bajo supervisión judicial.
La fiscalía solicitó este lunes su libertad, en una audiencia al tradicional tribunal de Apelaciones. La corte falló a favor a la 1.30 de la tarde, en el caso del financiamiento libio de su campaña presidencial.
No podrá salir del país ni ni podrá estar en contacto con Gerald Darmanin, el ministro de justicia que lo visitó en la cárcel y que los jueces consideran una interferencia en el proceso. Tampoco con los protagonistas del affaire libio hasta que se desarrolle la apelación en marzo.
La camioneta negra que lo trasladó a su hogar partió desde la cárcel a las 3 de la tarde, hora de Paris, rumbo a Auteil, en el barrio XVI donde vive. Estaba junto a él su esposa, Carla Bruni, que lo fue a buscar en el auto e ingresó a la Santé. Estará libre hasta que se trate el caso en apelación en marzo.
Llegó a su casa en calma. No había manifestantes, como el día de su detención, sino su familia más cercana.

Sarkozy llega a su casa tras salir de prisión. Foto: AP
Sarkozy participó en la audiencia por videoconferencia desde la cárcel junto a su abogado Jean-Michel Darrois, tras pasar 20 días en la cárcel, aislado de los demás prisioneros porque había recibido amenazas de muerte. Estaba vestido con un suéter de cuello de pico y camisa, con aspecto envejecido y sombrío.
El expresidente estaba encarcelado tras ser declarado culpable y condenado a cinco años de prisión, con una orden de arresto inmediata y ejecución provisional, por «conspiración» en el juicio de Libia.
Esta detención sin precedentes de un expresidente en la historia de la República Francesa generó un intenso debate en el país. También es la primera vez que ocurre en la Unión Europea, donde ningún exjefe de Estado ha sido encarcelado.
Las cámaras se instalaron frente a la prisión de La Santé desde la mañana y los periodistas estaban en la sala de audiencias. Su casa en Auteuil estaba rodeada de policías.
El 25 de septiembre, el Tribunal Penal de París lo declaró culpable de permitir a sabiendas que sus colaboradores se pusieran en contacto con la Libia de Muammar Khadafi para solicitar financiación ilícita para su victoriosa campaña presidencial de 2007. Apeló de inmediato.
Más que la condena en sí, fue la orden de prisión, que no admitía apelación, lo que causó asombro. El proceso estaba siendo apelado. Los jueces la justificaron por la «excepcional gravedad» de los delitos. Nicolas Sarkozy, sin embargo, afirmó que estaba motivada por el «odio».
Sarkozy habló desde la prisión
El expresidente testimonió desde la prisión de La Santé, donde estaba alojado en una celda individual de 12 metros cuadrados con ducha, y sus dos custodios presidenciales en la puerta. La prisión es «muy dura» y «agotadora», afirmó Nicolas Sarkozy en la audiencia ante el tribunal.
«Sé que este no es el lugar para debatir los méritos de mi caso. Pero nunca tuve la idea, ni la descabellada intención, de pedirle dinero al señor Khadafi. Y jamás confesaré algo que no hice. Siempre he respondido a todas las citaciones judiciales», dijo desde la cárcel.
«Nunca imaginé llegar a los 70 años e ir a prisión. Es una prueba impuesta. Es dura, muy dura. Deja huella en todos los presos porque es agotadora. Soy consciente de la gravedad de los cargos que se me imputan, pero tres semanas en la prisión de La Santé no cambiarán mi actitud», continuó.

Jean y Pierre Sarkozy, los hijos de Nicolas Sarkozy, en la puerta de la casa de su padre. Foto: Reuters
«Soy francés, señor presidente, mi familia está en Francia. Y cumpliré con todas las obligaciones que se me imponen. Quiero rendir homenaje al personal penitenciario, que demostró una humanidad excepcional e hizo soportable esta pesadilla», dijo Sarkozy en la audiencia judicial del tribunal, en una mañana de invierno.
En la primera fila lo escuchaba en la audiencia su familia. Allí estaba la exmodelo y exprimera Dama Carla Bruni, toda vestida de negro, y su hijo Jean, acompañado por su esposa. Giulia, su hija menor y que ha sufrido la prisión de su padre, no estaba.
El alegato de sus abogados
«Para el presidente, aunque es un hombre fuerte, robusto y valiente, esta detención ha sido una gran fuente de sufrimiento y dolor», insistió uno de sus abogados, Jean-Michel Darrois, quien intervino junto a él por videoconferencia.
Según Darrois, es «inconcebible» que exista «reincidencia» o «presión sobre testigos», criterios que podrían justificar su detención prolongada.
«Es la detención la que constituye una amenaza para Nicolas Sarkozy, no al revés», enfatizó Christophe Ingrain, otro de sus abogados, señalando que, por razones de seguridad, fue puesto en aislamiento y bajo la protección de dos agentes en el centro de detención.

Carla Bruni abandona este lunes el tribunal, en París. Foto: EFE
El exjefe de Estado podría ser puesto bajo arresto domiciliario con un brazalete electrónico de vigilancia.
La fiscalía exigió supervisión judicial, con la prohibición de salir de una zona designada o reunirse con ciertas personas, como fue el caso.
Correspondencia y regalos: un problema
La prisión de Nicolas Sarkozy en la famosa cárcel de La Santé, en pleno París, se había convertido en un problema logístico para el personal.
Todos los días, los abogados de Nicolas Sarkozy lo visitaron en la prisión de La Santé. Esto se ha convertido en una necesidad, no solo para la moral de este preso tan particular, sino también para la propia administración penitenciaria.

Desde su ingreso en prisión, el expresidente de la República recibió más de cien cartas al día. El 21 de octubre, día de su encarcelamiento, ya lo esperaban en su celda unas cincuenta cartas.
Desde entonces, el ritmo se aceleró. Se volvió imposible para la administración penitenciaria —por motivos de seguridad y ante el riesgo de sobrepoblar su celda de 12 metros cuadrados— devolverle al preso más famoso de Francia todo lo que recibía.
Por lo tanto, cada día, sus abogados, Christophe Ingrain y Jean-Michel Darrois, salieron de la prisión con sacos de arpillera blanca con alrededor de cien cartas, abiertas y revisadas por el personal de la sala de correo, tal como lo exige el Código Penitenciario.
La liberación de Sarkozy genera un debate entre los legisladores.
«¡Es indignante!», reiteró Sylvain Maillard (diputado de Ensemble pour la République) en dos ocasiones en Franceinfo en la mañana del lunes, tras las declaraciones del diputado François Ruffin. «Nicolas Sarkozy debería permanecer en prisión el mayor tiempo posible», declaró el diputado por la región del Somme, antes de conocerse la liberación del expresidente.
Laurent Jacobelli, vicepresidente del grupo Reagrupación Nacional, afirmó en una publicación en X que «la liberación de Nicolas Sarkozy es una buena noticia para nuestra democracia».
En un mensaje publicado en X, el presidente del grupo Los Republicanos, Laurent Wauquiez, calificó la decisión de liberar a Nicolas Sarkozy como «justa y digna».
Al igual que otras figuras de la derecha, Xavier Bertrand, presidente de Los Republicanos (LR) en la región de Hauts-de-France, declaró este lunes en France 2 que «esperaba» la liberación de Nicolas Sarkozy.
«Los jueces decidirán. Pero si sale cuanto antes, creo que alegrará a mucha gente», añadió.
El diputado parisino considera que: «El lugar de un expresidente no está necesariamente en prisión, especialmente después de haber apelado».
«El sistema judicial está cumpliendo con su deber y decidirá si Nicolas Sarkozy debe ser puesto en libertad», explicó el parlamentario.
«Será una decisión libre del poder judicial, al igual que lo fue su encarcelamiento», afirmó el diputado. Y añadió: «Espero que sea positiva para él. En cualquier caso, le deseo lo mejor».
El presidente Emmanuel Macron lo había recibido el 27 de octubre en el palacio del Eliseo, antes de su detención durante una hora y media.