Pese a que Donald Trump promulgó una ley que terminó con el “shutdown”, las acciones reaccionaron de forma negativa y tuvieron su peor día en un mes. Europa también cerró a la baja.

La bolsa de Nueva York finalizó la jornada del jueves con marcadas caídas en los principales índices, arrastrada por un retroceso en los valores líderes de inteligencia artificial y el ajuste de expectativas en torno a los posibles recortes de tasas de interés. La sesión estuvo marcada por el pesimismo de los inversores ante las crecientes preocupaciones sobre la inflación, la reciente reapertura del Gobierno estadounidense tras un cierre récord y las señales contradictorias entre los funcionarios de la Reserva Federal sobre la solidez de la economía de Estados Unidos.
Según datos preliminares, el S&P 500 perdió 113,05 puntos, equivalente a un 1,65%, y cerró en 6.737,87 unidades. El Nasdaq Composite registró un retroceso de 532,74 puntos, o un 2,28%, hasta los 22.873,72 puntos. Por su parte, el Promedio Industrial Dow Jones cayó 797,29 puntos, un 1,64%, finalizando la jornada en 47.457,53 unidades.
Entre los factores que preocupan a los inversores figura la prolongada paralización del Gobierno federal, que se extendió por 43 días y generó inquietud acerca de la disponibilidad de datos económicos confiables. Paralelamente, un número creciente de responsables de la Reserva Federal ha puesto en duda la posibilidad de nuevas bajas en las tasas de interés para lo que resta del año, dejando la probabilidad de un recorte en diciembre cerca del 50%. Estas apreciaciones recientes de las autoridades de la Fed se basan en la persistencia de presiones inflacionarias y en señales de estabilidad en el mercado laboral tras dos recortes de tasas realizados en el transcurso de 2025.
En conversación con Reuters, Jake Dollarhide, director ejecutivo de Longbow Asset Management en Tulsa, Oklahoma, subrayó la incertidumbre en torno al componente inflacionario provocado por aranceles: “La pregunta fundamental es: ¿la inflación arancelaria es transitoria y puntual? Y sea así o no, esa es la razón por la que algunos de los gobernadores de la Reserva Federal no quieren recortar. Es una apuesta arriesgada en cualquier caso, tanto si recortan como si no”.
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El nerviosismo también se reflejó en el rendimiento de las principales firmas tecnológicas y de inteligencia artificial, consideradas motores del reciente avance bursátil. Las acciones de Nvidia, Tesla y Broadcom cedieron terreno, mientras los inversores revisaban a la baja sus valoraciones ante el riesgo de una ralentización del crecimiento sectorial. Además, Walt Disney sufrió un fuerte desplome después de sugerir una posible disputa prolongada por la distribución de sus canales de cable con YouTube TV. En contraste, Cisco Systems logró un repunte al elevar sus previsiones de beneficios e ingresos anuales, señalando un aumento en la demanda de equipos de redes.
Durante las dos sesiones previas, el Dow Jones había registrado máximos históricos tras el desplazamiento de fondos de acciones tecnológicas hacia el sector sanitario, reflejando la búsqueda de alternativas defensivas ante la volatilidad del mercado.
Las acciones europeas cerraron a la baja
Las acciones europeas registraron un descenso el jueves, con el índice STOXX 600 perdiendo un 0,6% y cerrando en 580,67 puntos, después de alcanzar un máximo histórico intradía momentos antes. El interés de los inversores se desplazó hacia los próximos datos económicos de Estados Unidos tras concluir el prolongado cierre del Gobierno federal en ese país. El DAX alemán retrocedió un 1,4% y el FTSE 100 británico cedió un 1,1%, reflejando el cambio de ánimo en los principales mercados bursátiles europeos.
El cierre del Gobierno estadounidense, el más largo en la historia del país, finalizó cuando el presidente Donald Trump firmó una ley la noche del miércoles que permitió reanudar las actividades de las agencias federales y retomar la publicación de datos económicos clave. De acuerdo con Axel Rudolph, analista técnico senior de IG Group, esta situación se enmarca en la lógica de “comprar el rumor y vender el hecho”, indicando que muchos inversores optaron por tomar beneficios ahora que el evento llegó a su fin. Rudolph subrayó que la reacción responde a la finalización del cierre, que había mantenido en vilo a los mercados globales.
El primer informe económico relevante que se espera tras la reapertura es el de empleo correspondiente a septiembre, previsto para los próximos días. Diversas encuestas privadas han mostrado señales de debilidad en el mercado laboral estadounidense, lo que ha aumentado las expectativas de un recorte de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Sin embargo, Kyle Rodda, analista de Capital.com, advirtió que algunos datos podrían no publicarse como estaba planeado, lo que podría mantener altos los niveles de incertidumbre entre inversores y responsables de política monetaria en las semanas próximas. Rodda señaló que esta situación equivale a operar “si no volando a ciegas, al menos con las orejas vendadas ante la próxima decisión de la Fed”.
Desde el punto de vista sectorial, los valores industriales europeos descendieron un 1,8%, arrastrados principalmente por la caída del 9,4% en las acciones de Siemens. A pesar de que el conglomerado alemán revisó al alza sus previsiones de crecimiento de ventas a medio plazo, ese anuncio no consiguió animar a los accionistas, que, según los reportes, mostraron su decepción con las perspectivas para el próximo año y optaron también por recoger beneficios. Además, el sector de servicios financieros en Europa cayó un 2,3%, mientras que los valores tecnológicos retrocedieron un 0,5% y los energéticos, un 1,2%.
(Con información de Reuters)