El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Ernesto Justiniano, pondrá una mirada especial en los datos sobre la verdadera cantidad de coca que se produce en el país y su rendimiento para fabricar cocaína. Dijo que hay datos ocultos
Fuente: eldeber.com.bo
Vuelve al Viceministerio de Defensa Social después de más de dos décadas. ¿Cómo encuentra hoy esta área y cómo vuelve usted a este cargo?
Vuelvo con más serenidad y madurez para encarar este reto. Esa serenidad es una fortaleza para enfrentar la lucha contra el narcotráfico con tranquilidad y diálogo?
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
¿Cuáles son sus objetivos inmediatos?
Primero, saber cuánta hoja de coca se va al mercado ilegal para producir cocaína. Segundo, conocer el factor de conversión de coca a cocaína, cuántos kilos de coca se requieren para un kilo de cocaína. Y tercero, determinar el potencial de producción anual de cocaína en Bolivia. Sin esos tres datos se lucha a ciegas y no se puede medir la gestión ni compararse con otros países.
Ha dicho que hoy esa información no se conoce de forma transparente. ¿Qué ocurrió?
Informes hay, porque la cooperación internacional los produce cada año. El problema es que, por decisión política, el gobierno anterior no mostraba esos datos, los omitía. El potencial de producción de cocaína es un valor fundamental y fue ocultado. Eso es lo primero que debemos cambiar: que los datos sean públicos y verificables.
Ha planteado trabajar con todas las agencias internacionales. ¿Cómo se entiende esa apertura sin perder soberanía?
Necesitamos cooperación, pero no dependencia. Vamos a mantener la soberanía, pero requerimos información y apoyo financiero, material y de inteligencia. Cuando Bolivia dijo “la DEA se va del país”, nos tapamos los ojos. El narcotráfico no tiene fronteras y las organizaciones criminales son internacionales y poderosas. Pretender que solo nuestras fuerzas sean autosuficientes ha sido un grave error.
Entonces usted es partidario del retorno de la DEA…
A la pregunta que siempre me hacen yo respondo: ojalá hubiera vuelto antes. ¿Cuándo debería volver? Ojalá hubiera sido ayer. La DEA maneja información clave sobre recursos financieros, rutas, movimientos de cocaína y estructuras criminales fuera de nuestro territorio.
Se habla de presencia de cárteles internacionales en diferentes regiones. ¿Cuál es su diagnóstico?
Es difícil decir con exactitud cuántos cárteles hay y dónde están. Prefiero ir a lo conceptual: Bolivia tiene que dejar de ser atractiva para los narcotraficantes, grandes o pequeños. ¿Cuándo dejamos de ser atractivos? Cuando dejamos de producir tanta cocaína. No basta con secuestrar droga; hay que atacar la causa del problema, que es la producción de cocaína alimentada por coca ilegal.
Usted mencionó que a escala internacional se calcula que solo se incauta alrededor del 10% de la droga producida. ¿Qué implica eso para Bolivia?
De 10 fábricas de droga se descubre una; de 10 narcotraficantes, se captura a uno; de 100 kilos de cocaína producida, se incautan 10. Si llegamos a 10 o 15% de incautación es un buen resultado operativo, pero siempre será una parte. Por eso digo: en vez de producir 100 kilos y secuestrar 10, trabajemos para que esos 100 kilos no se produzcan. Ahí está el cambio de enfoque.
¿Habrá nuevos controles a la coca que va al mercado ilegal? ¿Cómo se trabajará con los productores?
Lo primero será identificar con precisión cuánta coca va al mercado legal. Ya hubo estudios en el pasado, pero se forzaron parámetros para permitir más coca, especialmente en el Chapare. Tenemos que ser claros: los productores legales deben ser nuestros aliados. Con ellos debemos hablar y trabajar. El enemigo común es el narcotráfico.
¿Por qué afirma que hoy se produce más cocaína que antes?
Antes se calculaba que se necesitaban unos 345 kilos de coca para producir un kilo de cocaína. Una de las primeras preguntas que hice fue: ¿en cuánto está ese factor hoy? Si ahora fueran, por ejemplo, 200 kilos, con la misma superficie de coca tenemos un aumento de 40% o 50% en el potencial de producción. Si no sabemos cuánta cocaína producimos, no sabemos qué porcentaje incautamos ni si estamos mejorando o empeorando.
¿Cómo encontró la parte operativa del Viceministerio, especialmente en logística?
Me sorprendió saber que varios helicópteros están sin combustible o sin repuestos. Así es muy difícil hacer lucha antidroga. Estoy pidiendo información detallada, pero la señal inicial es que los recursos han disminuido. Sobre los radares, primero veremos si están funcionando y cómo. Aun si admitimos que se hizo un buen trabajo policial, siempre vuelvo a la misma pregunta: ¿comparado con qué, si no sabemos cuánta cocaína producimos?
¿Se eliminarán esos trámites para transporte de combustibles y sustancias controladas?
¿Cuál será la coordinación con las Fuerzas Armadas y la FELCN en la lucha antidroga?
La coordinación interinstitucional es clave, pero con los recursos actuales la capacidad de control permanente es limitada. No se puede cubrir todo el territorio todos los días. Por eso insisto: si no reducimos la cocaína que se produce, seguirán saliendo avionetas y pasando cargas. Reducir la producción es el corazón de la estrategia.
¿Qué mensaje les envía a las organizaciones criminales y a la población boliviana?
A los narcotraficantes, que haremos todo lo posible para que Bolivia deje de ser un refugio o un territorio cómodo para ellos. Vamos a trabajar con honestidad, transparencia y cooperación internacional. A la población, que esta lucha debe ser de todos. El diálogo y la transparencia serán nuestras guías. Siempre firmes.
¿Cómo será su ritmo de trabajo en este cargo? ¿Habrá tiempo para la vida personal?
Ernesto Justiniano: “Tenemos que limitar la coca que se va al narcotráfico”
El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Ernesto Justiniano, pondrá una mirada especial en los datos sobre la verdadera cantidad de coca que se produce en el país y su rendimiento para fabricar cocaína. Dijo que hay datos ocultos