El informe presentado ante la Justicia argumenta que la intervención se realizó en un contexto de enfrentamientos armados y alta complejidad, tras la resistencia de organizaciones criminales en las favelas de Alemão y Penha
Fuente: infobae.com
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La Policía de Río de Janeiro defendió ante la Justicia la intervención que dejó 121 muertos en las favelas de Alemão y Penha, argumentando que la operación se desarrolló en un “escenario bélico” de alta complejidad, según un informe presentado este viernes.
El documento, remitido al juzgado que autorizó las órdenes de arresto, sostiene que la resistencia armada de organizaciones criminales obligó a modificar el plan inicial y justifica la magnitud de la respuesta policial en el contexto de intensos enfrentamientos.
De acuerdo con el informe policial, la operación se centró en la captura de miembros del Comando Vermelho, una de las principales organizaciones criminales de Brasil.
Las órdenes judiciales permitían la entrada en domicilios sospechosos, pero la Policía explicó que no fue posible ejecutarlas en su totalidad debido a los tiroteos con presuntos integrantes de bandas armadas. El cuerpo policial detalló que se realizaron detenciones e incautaciones en siete direcciones, mientras que en otras 27 no se hallaron elementos ilícitos o no se pudo acceder a los inmuebles.
MATERIAL SENSIBLE. ESTA IMAGEN PUEDE OFENDER O MOLESTAR. Una mujer besa un cuerpo cubierto, el día después de una mortífera operación policial contra el narcotráfico en la favela do Penha, en Río de Janeiro, Brasil. 29 de octubre de 2025 (REUTERS/Ricardo Moraes)
El operativo, en el que participaron unos 2.500 agentes, resultó en la muerte de 121 personas, entre ellas cuatro policías. Además, se efectuaron 113 detenciones y se incautaron 118 armas y una tonelada de droga.
El informe también fue remitido al juez Alexandre de Moraes, del Tribunal Supremo, quien investiga el caso y ha ordenado medidas para reducir la letalidad de las operaciones policiales en el estado.
El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, defendió públicamente la actuación de las fuerzas de seguridad y atribuyó el elevado número de víctimas a la reacción violenta de los moradores de las favelas, según declaraciones recogidas por Europa Press. Castro calificó la operación como un éxito, pese a las críticas recibidas desde distintos sectores.
Por su parte, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva condenó el operativo, describiéndolo como una “masacre” y “desastroso”, según informaron tanto Europa Press como EFE. Organizaciones de derechos humanos también han expresado su preocupación por el alto número de muertes y la proporcionalidad del uso de la fuerza.
En una conferencia de prensa en Río de Janeiro, se exhiben armas de fuego que, según la Policía, fueron capturadas durante la que fue la operación policial más sangrienta en la historia de Brasil (REUTERS/Tita Barros)
Seis muertos en un enfrentamiento entre bandas
El pasado jueves, seis hombres murieron en un ataque atribuido a un enfrentamiento entre bandas rivales de narcotraficantes, según reportó EFE.
Las víctimas participaban en una fiesta organizada por integrantes del Comando Vermelho en una residencia frente al Parque Madureira.
Testigos indicaron que los agresores, presuntamente miembros del Terceiro Comando Puro (TCP), irrumpieron en el lugar y dispararon contra los asistentes. La Policía investiga si la orden del ataque provino de Bruno Silva Loureiro, alias «Coronel“, señalado como uno de los líderes del TCP en la región.
Estos episodios se inscriben en una escalada de violencia marcada por la disputa territorial entre el Comando Vermelho y el TCP, así como por la presencia de milicianos en las favelas de Río de Janeiro.
Los enfrentamientos entre bandas rivales y entre estas organizaciones y grupos parapoliciales son frecuentes, alimentando un clima de inseguridad y tensión en las barriadas más vulnerables de la ciudad.
