Tipo de cambio fijo cumplió 14 años; anuncian su baja pero ven ‘shock’ inevitable


Algunos sectores ven con alivio el anuncio del fin del tipo de cambio fijo del dólar, aunque el gobierno no ha indicado la ruta a seguir. Analistas advierten que, junto con el fin de la subvención de los combustibles, se puede generar más inflación

Por Raúl Domínguez




Fuente: eldeber.com.bo

El pasado 2 de noviembre, el tipo de cambio fijo respecto al dólar en el Banco Central de Bolivia (BCB) cumplió 14 años. Al parecer no llegará a cumplir los 15 porque el gobierno de Rodrigo Paz ya anunció que el Presupuesto General del Estado (PGE) 2026 determinará un nuevo régimen cambiario.

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El encargado de dar el anuncio fue el ministro de Economía José Gabriel Espinoza y, aunque no brindó detalles de la nueva política, algunos sectores y analistas coinciden en que, aunque sea de forma gradual, causará un “shock” en la economía.

El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, manifestó que la forma de salir de un tipo de cambio fijo a una flotación libre, controlada o “sucia” —como era el Bolsín— dependerá de la lectura que hagan el BCB y el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (MEFP) de la situación actual y futura, luego de “ordenar la casa”.

“El tipo de cambio afecta absolutamente a todos los sectores, de una u otra forma, para bien o mal, afecta a toda la economía, y se lo puede ver hoy, en los precios de los productos importados que han trepado por la subida del dólar en el ‘mercado negro’ (devaluación de facto) y, con ello, también los costos de producción, al ser Bolivia fuertemente importadora”, indicó Rodríguez.

Por su parte, el presidente de la Cámara Boliviana de Desarrolladores Inmobiliarios, Óscar Paz, sostuvo que el nuevo régimen cambiario debería avanzar hacia una mayor flexibilidad administrada, donde el mercado vuelva a dar señales reales y donde los actores económicos puedan planificar a largo plazo sin brechas ni distorsiones.

“Desde CBDI vemos que la unificación cambiaria puede convertirse en la señal más importante para reactivar el sector inmobiliario, porque devuelve previsibilidad y permite que las familias y empresas vuelvan a planificar inversiones de largo plazo”, señaló.

A su vez, destacó que los beneficios de una normalización cambiaria generarán costos más predecibles en materiales con componente importado, reactivación del crédito hipotecario, mayor capacidad de inversión por parte de desarrolladores, mayor confianza del comprador final y menor cautela en la ejecución de proyectos.

“Puede haber un periodo de ajuste natural, pero la claridad cambiaria es el ‘insumo’ que el sector necesita para recuperar ritmo, ampliar oferta y atraer inversión local e internacional”, profundizó.

Aguantar lo que se viene

Rodrigo Regalsky, experto en finanzas  consideró que un cambio en el régimen cambiario y, a la vez el fin de los subsidios a los combustibles, como lo adelantó el gobierno, afectará a todos los productos y generará inflación.

“Quieren hacer las dos cosas simultáneamente. Parece que lo van a hacer de una forma gradualista y ya tenemos malos ejemplos del gradualismo en Argentina, con la gestión de Mauricio Macri hace dos gestiones, cuando le fue muy mal porque no logró ningún resultado positivo. El gradualismo le salió mal, tanto económicamente como políticamente”, consideró Regalsky.

Sin embargo, según el experto, se debe soportar el ‘shock’ de una vez y no postergarlo más. “Necesitamos contraernos para poder estar mejor en el futuro. Hemos estado viviendo en una ilusión durante los últimos 15 años, de que somos más ricos, no es así, los más afectados van a ser los más pobres, como siempre, y vamos a volver a tener otra realidad que la teníamos hace 20 años”, acotó.

Martín Ascarrunz, presidente de la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios (APIA), consideró que si el cambio de régimen no viene acompañado de liquidez suficiente y una transición ordenada, podrían darse subidas bruscas de precios en insumos importados, ampliación de las brechas cambiarias y retrasos en la reposición de inventarios, mayor incertidumbre financiera.

“El sector puede trabajar con cualquier tipo de cambio, siempre que sea estable y previsible. Lo que realmente nos afecta es la incertidumbre (…). Para que un nuevo régimen cambiario tenga éxito, es fundamental asegurar acceso real a dólares para sectores productivos, implementar una transición ordenada evitando saltos bruscos y acompañar la política cambiaria con medidas que impulsen la siembra, la industrialización y las exportaciones”, añadió.

Para Jhonny Salvatierra, presidente de la Cámara Automotor Boliviana (CAB), manifestó que “sería interesante” contar con una banda de precios para el dólar, dadas las actuales fluctuaciones que tiene actualmente. Sería como ordenar la casa, pero eso no depende de ellos (el gobierno), depende de la economía. (…). “La verdad que los empresarios estamos explotando de felicidad y de contentos al ver que se están tomando medidas que vienen a beneficiar a las empresas”, indicó.