Su familia y vecinos lo despiden entre lágrimas, mientras su esposa relata cómo ingresó al taller en llamas intentando rescatar sus ahorros.
Stefany Beatriz Guzmán Nuñez
Fuente: Red Uno
El dolor se hace palpable en la vivienda donde se vela a Julio Ramos Cruz, el carpintero de 42 años que perdió la vida la noche del sábado tras un voraz incendio en su taller, ubicado en la zona del Plan 3.000, en Santa Cruz.
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Familiares, amigos y vecinos llegaron hasta el lugar para darle el último adiós, muchos aún incrédulos ante la tragedia que consumió no solo la carpintería, sino también los sueños y el sustento de toda una familia.
«Hasta ahorita no me puedo sacar de la mente todo lo que pasó. Él intentó rescatar algunas cosas, pero lamentablemente no se pudo. Entró directo a la plata, porque todo el material es harto de inversión. Yo siempre le decía que no guarde ahí, pero me respondía que ya habían entrado a robar a la casa», recuerda con angustia su esposa.
El fuego, avivado por la gran cantidad de madera almacenada hizo imposible que vuelva a salir. Los bomberos hallaron su cuerpo sin vida minutos después.
Todo el capital de trabajo de Ramos quedó reducido a cenizas. Su esposa explica que no tienen ahorros, ya que él guardaba el dinero en el taller y lo utilizaban directamente para los gastos diarios. «No me dejó nada, todas las ganancias estaban ahí», lamenta.
La viuda hizo un llamado a la solidaridad de la población para afrontar los gastos funerarios y las necesidades inmediatas de sus hijos, quienes ahora quedan en orfandad. Las personas que deseen brindar ayuda pueden comunicarse al número 71-33-61-17.
