El conflicto tiene antecedentes en denuncias desde agosto pasado, cuando el propio Ríos admitió haber vendido 20.000 quintales de harina a EMAPA través de su empresa importadora, en una operación cuestionada por presunta triangulación irregular. Según representantes de los panificadores independientes, esta operación permitía vender el quintal a Bs 480 para luego revenderlo subvencionado a Bs 109.
La Federación de Panificadores Independientes estalló contra la Confederación de Panificadores de Bolivia (CONAPABOL) y calificó a sus dirigentes de «pandilleros» y «vividores del Estado» por amenazar con elevar el precio del pan hasta Bs 1.40, medida que atribuyen a la pérdida de la «mamadera» estatal tras la intervención de EMAPA por casos de corrupción.
«La CONAPABOL lastimosamente están mal acostumbrados a vivir del Estado y ahora quieren seguir viviendo porque está perdiendo su mamadera (subvención), ahora quieren de alguna forma amenazar a toda la población, mediante las autoridades, de que si no les dan la subvención entonces definitivamente van a subir el precio de la unidad del pan tendría incluso (un precio) de hasta 1.40. ¡Por Dios! Es algo traumático», dijo el dirigente de los panificadores independientes Dandy Mallea. La declaración se produjo tras una reunión con autoridades gubernamentales.
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Mallea profundizó en sus acusaciones y tildó al presidente de CONAPABOL, Rubén Ríos, y sus asociados de «pandilleros» porque «no puede de alguna manera determinar lo que es el precio de la unidad del pan. Por lo tanto nosotros, si el pan sube (a Bs 1.40), vamos a seguir trabajando con el precio por debajo de la misma». El dirigente garantizó el abastecimiento a través de las aproximadamente 8.000 unidades productivas afiliadas en La Paz, El Alto y el interior del país.
Frente a la crisis, Mallea hizo un llamado a la población a mantener la calma y señaló que «queremos que la población tenga paciencia, vamos a tratar de solucionar tenemos las alternativas las hemos hecho conocer a las autoridades en este momento que nos hemos reunido». El dirigente confirmó que se acordó un segundo encuentro con el Gobierno para dar respuestas concretas a sus planteamientos.
El conflicto tiene antecedentes en denuncias desde agosto pasado, cuando el propio Ríos admitió haber vendido 20.000 quintales de harina a EMAPA través de su empresa importadora, en una operación cuestionada por presunta triangulación irregular. Según representantes de los panificadores independientes, esta operación permitía vender el quintal a Bs 480 para luego revenderlo subvencionado a Bs 109.
Como consecuencia de estos hechos, Mallea anunció que presentarán una denuncia penal contra Ríos y el exgerente de EMAPA, Franklin Flores, bajo el argumento que «no puede ser que un pequeño grupo, liderado por Ríos, se beneficie de un negociado con harina subvencionada», y enfatizó que este sector no representa a los más de 10.000 panificadores del país.
