La célebre cantante falleció a los 91 años en su casa de Milán. A lo largo de su extensa carrera vendió más de 55 millones de discos.
Por Ester Palomino
Ornella Vanoni, una de las voces más influyentes y singulares de la música italiana, murió la noche del 21 de noviembre a los 91 años en su casa de Milán, tras sufrir un paro cardíaco, según confirmaron Corriere della Sera y la agencia AGI.
Tras el deceso de la artista, su público y su país natal le rinden homenaje a más de seis décadas de trayectoria.
Vanoni había hablado públicamente, con su habitual desparpajo, de cómo imaginaba su propio adiós.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

“El ataúd debe ser barato porque quiero que me incineren. Luego tírenme al mar, quizá en Venecia”, dijo en el programa Che Tempo Che Fa hace apenas unas semanas “Ya tengo el vestido. Es de Dior”, añadió ante las cámaras, con la naturalidad con la que hablaba de la muerte en los últimos años.
“Qué fastidio, esto de morir justo cuando se ha entendido la vida…”, se había lamentado en broma ya que el programa coincidía con el Día de Difuntos.

ABC reporta que algunos días despues, la cantante dijo haber sentido un dolor de espalda muy fuerte que pensaba atender en una clínica.
De los escenarios del Piccolo Teatro a la música popular
Nació el 22 de septiembre de 1934 en Milán, en el seno de una familia acomodada. Vanoni luego estudió en colegios de Suiza, Francia e Inglaterra.
Su vida artística comenzó en el Piccolo Teatro de Milán, donde conoció al director Giorgio Strehler, su gran mentor y primer amor. Bajo su guía interpretó las célebres ‘Canzoni della Mala’ (canciones de la mafia), baladas sobre delincuencia, cárceles y la vida marginal de Milán.
En su propio libro de memorias, “Vincente o perdente”, Vanoni evocó su pánico inicial antes de subir al escenario: “Retorcí mis nervios, me tiré del pelo… Quería estar allí, al frente, pero esos pocos metros que me separaban del escenario eran terribles”, citó Reuters.

Aun así, desafió los pronósticos del director del teatro, quien había dicho que sería un milagro verla actuar en público.
Aquella audacia marcó el inicio de su vida artística: “Hay fechas de nacimiento que no constan en los papeles, sino que son los días en que finalmente te conviertes en quien realmente eres”, escribió.
Vanoni ganó notoriedad en los años sesenta a través de festivales televisados y, especialmente, por su presencia en San Remo, adonde acudió ocho veces. Aunque nunca ganó, dejó varios momentos memorables para el público, como el segundo puesto en 1968 con “Casa bianca”.
Su voz —sofisticada, íntima, capaz de “decir” una canción más que cantarla— se convirtió en un sello característico de la musica leggera italiana.

Fue también protagonista de grandes éxitos como “La musica è finita”, “Eternità” o “Una ragione di più”. Y su tema más recordado internacionalmente, “L’appuntamento”, tuvo una segunda vida cuando apareció en la banda sonora de Ocean’s Twelve (2004). Según Reuters, había vendido más de 55 millones de discos y publicado alrededor de 40 álbumes de estudio.
Por otro lado, la vida sentimental de Vanoni acompañó y alimentó su obra. Su relación con Gino Paoli dio origen a uno de los himnos del repertorio italiano, “Senza fine”.
Desde 1960 hasta 1965, Ornella vivió en matrimonio con el empresario Lucio Ardenzi —padre de su hijo Cristiano— aunque años después admitiría: “Nunca amé a mi marido… Pensé que, tarde o temprano, una tiene que casarse”.

En los años setenta tomó el control de su carrera, fundó su propia discográfica y se volcó en proyectos más personales. Grabó álbumes fundamentales junto a Toquinho y Vinicius de Moraes y trabajó con figuras del jazz como Gerry Mulligan y Paolo Fresu. Por su poderosa interpretación, se ganó el estatus de ser llamada una de las Grandes Damas de la Canción Italiana.
También registró discos en español, para acercarse más a su público latinoamericano con temas como “El encuentro”, versión en castellano de “L’appuntamento”.
Tras su muerte, el ministro de Cultura italiano, Alessandro Giuli, lamentó la pérdida de “una de las artistas más originales y refinadas de Italia”.
Aunque años antes de su muerte, Vanoni incursionó con fuerza en la televisión; su trabajo musical todavía era solicitado por el público. En 2021 lanzó su álbum de estudio Unica, y en 2024 colaboró con el popular cantante Mahmood en el tema «Sant’allegria“.