El año 1978, en Bolivia y en España, se vivía un proceso de recuperación de la Democracia. El 15 de julio de ese año, un alcalde cruceño se encontraba en Canarias firmando el protocolo de Hermanamiento con Santa Cruz de Tenerife, junto a su colega Félix Álvaro Acuña Dorta.
El acto de integración causó gran expectativa en ambas ciudades. En Tenerife se le dio gran cobertura y se esperaba el desarrollo de proyectos interesantes. Pero hasta hoy no se pudo avanzar y nuestros hermanos tinerfeños merecen una explicación, al igual que los cruceños. Nadie supo, hasta este momento, lo que sucedió… No se pierda lo que sigue, mi lector amable.
Los hermanamientos interciudades
Los hermanamientos entre ciudades nacen en la Europa de posguerra al promediar los años cincuenta. Sus finalidades inmediatas eran: «La desaparición de los obstáculos que separan a los pueblos» y «la reconciliación«; estas motivaciones encarnaban el anhelo de borrar los efectos originados por la segunda guerra mundial. El resultado se dejó sentir al poco tiempo, mediante el establecimiento de una eficaz cooperación internacional en el orden social, técnico, económico y cultural.
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En el siglo pasado, este movimiento se rigió por acuerdos y documentos que contienen su doctrina, filosofía y programas de acción, adoptados por la carta fundacional de la Federación Mundial de las Ciudades Unidas, que definió el hermanamiento como: “Vínculo que une, con un espíritu de igualdad y de reciprocidad, los pueblos de dos o más países diferentes para favorecer el contacto entre personas, el intercambio de las ideas, de las técnicas, de los productos” y “un instrumento de cultura popular y de formación cívica internacional”, que no se puede desviar de su objetivo por intereses personales, partidarios o políticos.
Estas relaciones se basan en la historia, la cultura y los intercambios en el ámbito educativo, tecnológico y comercial. Se desarrollan a través de proyectos específicos como la gestión del ecosistema, la planeación urbana y el cuidado del patrimonio. A nivel ciudadano, proporcionan mecanismos de desarrollo por medio de la “diplomacia ciudadana”. El hermanamiento es un modelo efectivo de cooperación.
Actualmente existen diversas instituciones que fomentan el hermanamiento de ciudades, como la Organización Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, que desde el año 2004 fusionó a sus predecesoras.
Es esencial estar convencidos de la importancia que tiene su realización. Para lograr sus objetivos, debe pasar por tres etapas sucesivas, que comprenden la preparación, formalización y desarrollo.
La preparación es la etapa fundamental sobre la cual se asienta la vida futura de un hermanamiento. La formalización o «Ceremonia de Hermanamiento» es el punto de partida para el desarrollo de un programa de actividades concretas y comunes a ambas partes. Es necesaria la intervención y participación activa entre los propios ciudadanos que forman las colectividades. Finalmente, para que los hermanamientos entre ciudades tengan éxito, se debe garantizar su seguimiento con la creación entidades o comités encargados de desarrollar programas y proyectos. Toda esta estructura debe estar respaldada por los Municipios de cada lado y sus Estados.
La visión internacional de los cruceños
Se sabe que Santa Cruz de la Sierra ha firmado al menos 30 hermanamientos, aunque pocos tienen el seguimiento necesario, debido principalmente a que la clase política siempre trata de esconder lo que hizo la anterior gestión y, también, evita que la sociedad civil independiente encamine los proyectos. De ahí que, en nuestra Alcaldía hay pocos archivos de estos protocolos.
Los cruceños, tanto el pueblo, sus instituciones y sus intelectuales, siempre le dimos valor a las relaciones internacionales; esto, debido a la ubicación geográfica de nuestra ciudad y a la visión heredada desde su propio fundador Ñuflo de Chaves, que fue el primer hombre que cruzó dos veces el Continente de lado a lado y quien fundó un modelo de desarrollo basado en la producción y la exportación.
Con España siempre hubo una relación de Madre patria, en la etapa virreinal, y de Hermana mayor después de la emancipación. Esto lo podemos verificar desde aquel 6 de junio de 1825, cuando hubo una reconciliación con los españoles que vivían en Santa Cruz, después de la guerra de la Independencia. Casi un siglo después, en 1920, se aprobó el Himno Cruceño que es toda una cronología histórica que enorgullece a nuestro pueblo y que, desde esa época, le canta a la Libertad, pero también a la España grandiosa de los tiempos virreinales. Durante ese siglo se publicaron también obras literarias sobre la conquista y en 1961 ya se intentaba recuperar el sitio arqueológico de Santa Cruz la Vieja y se proyectan visitas a Santa Cruz de la Sierra de Extremadura.
En febrero de ese año, al celebrarse el Cuarto Centenario de la fundación, se inauguró el busto del fundador de la ciudad, Ñuflo de Chaves, en la plazuela del mismo nombre. Tiempo después, al lado naciente del Primer Anillo de circunvalación, en su intersección con las avenidas Irala y Argentina, el año 1975 se levantó un monumento de bronce al fundador, donado por el gobierno español; a la rotonda se le denominó “España” mediante disposición Municipal. Dos años después se inician las gestiones para el Hermanamiento con Santa Cruz de Tenerife.
Ese fue el camino histórico de recuperación de los lazos con España, mientras otras comunidades americanas se distanciaban. Nuestra ciudad ha firmado hermanamientos con los siguientes ayuntamientos españoles: Santa Cruz de Tenerife (1978), Barcelona (2008), Sevilla (2008?) y Santa Cruz de la Sierra de Extremadura (2024).
Ya hemos informado oportunamente sobre el protocolo firmado el año pasado en la cuna de Ñuflo de Chaves, que fue un acontecimiento muy emotivo y cuyo seguimiento se realiza a través de diversas instituciones, principalmente en el marco de la Feria Ecocruz, que reúne cada año a los cruceños de Europa con los santacruceños de Extremadura. Por ello, hoy vamos a ocuparnos de los detalles históricos del hermanamiento con su tocaya Santa Cruz de Tenerife.
En el mundo hay sólo dos ciudades con el nombre de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia y España), pero existen al menos 30 ciudades y comunidades importantes con el nombre de Santa Cruz. Tenerife tiene su importancia para los cruceños por la relación histórica y porque es ciudad Hermana; conozcamos cómo se hermanaron.
Antecedentes históricos
Los vínculos son remotos. Como antecedente histórico podemos mencionar que cuando la flota del Adelantado Alvar Núñez Cabeza de Vaca salió del puerto de Sanlúcar de Barrameda hacia el Río de la Plata, el año 1540, hizo parada en las Islas Canarias para aprovisionarse y terminar de equiparse, luego pasó a la Isla de Santa Catalina donde llegó el año siguiente.
El historiador Hernando Sanabria relata: “Nueve días de lenta pero tranquila singlatura, y la pequeña flota de Alvar Núñez llega a la Isla de La Palma, la más occidental de las Canarias. Allí se toma un breve descanso…” (Ñuflo de Chaves, el Caballero andante de la Selva). Por su parte Francisco Cillán, escribió: “La tripulación se dirige a las Canarias y de allí a las Isla de Cabo Verde, donde es bien recibida…” (Ñuflo de Chaves en la conquista y colonización de la América Austral). Como prueba documental de ese momento histórico, en el libro de Juan Francisco Maura, hay una “Probanza sobre la actuación de Alvar Núñez en su viaje desde las Islas Canarias, Cabo Verde y Santa Catalina hasta la Asunción” (El gran burlador de América).
No cabe analizar aquí las actuaciones de Cabeza de Vaca en Canarias, sólo nos importa que esta flota la integraba el joven extremeño Ñuflo de Chaves, que iba acumulando conocimientos y luego se constituye en el hombre de vanguardia de la expedición, hasta su llegada a Asunción en 1542, para luego protagonizar su propia conquista continental. Más adelante veremos por qué los antecedentes históricos de Santa Cruz de la Sierra se constituyeron en una herramienta de integración con el “viejo mundo”.
La importancia de las Islas Canarias en la conquista de América es indiscutible, no sólo en los temas de abastecimiento de víveres, agua y animales domésticos, como último puerto de Europa antes de cruzar el Atlántico, sino también en la forma de colonización. Se dice que conquistar Canarias tomó más de 90 años, desde 1402 hasta 1494, año en que fue fundada la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, un 3 de mayo. En adelante, se iniciará un largo proceso de adaptación, no sólo de los españoles sino también de especies animales y vegetales que fueron aclimatadas allí para luego ser llevadas a América, como por ejemplo la caña de azúcar, las vacas, cerdos, cabras y ovejas.
Actualmente la ciudad cuenta con aproximadamente 212.000 habitantes y la isla tiene casi 1 millón de almas, para una superficie de poco más de 2.034 km². Sigue siendo uno de los puertos más importantes del Atlántico, con un especial atractivo para los turistas de todo el mundo, que incluso llegan a incomodar a los pobladores de ciertos destinos por la “sobresaturación turística”. Es internacionalmente famoso su Carnaval, que tiene un criterio cosmopolita, seguramente por su función de capital integradora a través de los siglos.
Dicho esto, vamos con el hermanamiento. Corría el año 1973 y gobernada en Bolivia el general Hugo Banzer Suárez. El embajador en España, Don Marcelo Terceros Banzer, visitó la Isla de La Gomera (Islas Canarias) para un encuentro colombino en la que participaron todos los embajadores hispanoamericanos. En esa oportunidad conoció Santa Cruz de Tenerife y prometió a las autoridades locales realizar un protocolo de Hermanamiento con su ciudad natal. Probablemente en ese tiempo se decidió establecer un consulado allí.
En España, con la muerte del presidente Francisco Franco, en noviembre de 1975, se produjo un proceso de transición a la Democracia con una sucesión pacífica liderado por el rey Juan Carlos I y Adolfo Suárez, sucesor en la presidencia del gobierno español; ellos lograron el consenso entre diversas fuerzas políticas para la elaboración de la Constitución que fue aprobada en 1978 y luego las primeras elecciones democráticas celebradas en 1979.
El año 1977, en Bolivia también se buscaba retornar a la Democracia y el general Hugo Banzer había determinado la convocatoria a elecciones generales para 1978. En ese tiempo, el nuevo embajador de Bolivia en España, Don Javier Pinto Tellería, asistió a las Jornadas de la Hispanidad en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y en esa ocasión prometió continuar con la misión de su antecesor, convencido de las virtudes del proyecto.
El cónsul boliviano en Santa Cruz de Tenerife era Don Jaime de Urioste Arana y el Alcalde de Santa Cruz de la Sierra, el general Fernando Sattori Ribera. En Santa Cruz de Tenerife se desempeñaba como Alcalde-presidente Don Félix Alvarado Acuña Dorta, hombre de bien, querendón de su cultura regional, pero con una visión amplia de las relaciones internacionales.
Se había perdido u olvidado toda la información de esos hechos. Así que en junio del presente año (2025) nos decidimos desempolvar este Hermanamiento, porque lo consideramos muy importante, por respeto a los grandes personajes que lo protagonizaron y para “triangular” actividades culturales con la hermana Santa Cruz de la Sierra de Extremadura, cuna de Ñuflo de Chaves. Entonces, aprovechando que realizábamos actividades en Europa y habiendo encontrado algunos contactos, nos fuimos a Santa Cruz de Tenerife.
Conocimos al ex cónsul Don Jaime de Urioste, quien nos recibió con la hospitalidad propia de un gran señor. Asimismo, nos reunimos con la destacada historiadora Felicidad Batista y con funcionarios del Ayuntamiento. Visitamos, por supuesto, la Casa del Carnaval.
Durante nuestra visita poca información pudimos encontrar, pues allá también se había olvidado. Sólo el señor Urioste se comprometió a buscar en sus archivos algunos documentos de la época. Para ese tiempo, y hasta hace algunas semanas, ni en España ni en Bolivia habían documentos disponibles de aquel Hermanamiento de 1978.
En la entrevista, de su memoria nos contó que a los actos asistieron “unos 200 invitados, con altas autoridades del gobierno, cuerpo consular, militares y civiles. Hubo una cena en el Casino de Tenerife. Estuvo presente Don Marcelo Terceros Banzer, que vino con su esposa Anita. Los alcaldes Acuña y Sattori firmaron el Hermanamiento…”
A nuestro retorno, mientras nosotros buscábamos en la prensa local (pues en la Alcaldía no hay nada), Don Jaime comenzó a enviarnos algunos archivos, en la medida que su salud le permitía. Valiosos documentos que comenzaron a clarificarnos los históricos hechos del siglo pasado. De ahí, ya pudimos ir clarificando las cosas.
El Hermanamiento con Santa Cruz de Tenerife
El trámite comenzó el 18 de noviembre de 1977, con un oficio del cónsul Urioste dirigido al alcalde Félix Álvaro Acuña Dorta, donde le explica los antecedentes de la idea y solicita la formalización del protocolo. “Este Hermanamiento, al que el pueblo de Santa Cruz de la Sierra ve anticipadamente con el mayor cariño, podría ser un paso importante en las relaciones de nuestros países, y más aún después de las visitas realizadas a América por Sus Majestades, los reyes de España…” dice la nota.
En aquel tiempo Santa Cruz de la Sierra probablemente tenía unos 400 mil habitantes y, aunque el Estado nunca nos dice la verdad, sabemos que hoy nos aproximamos a los 2 millones y medio de almas. Por su parte, en esos tiempos, Santa Cruz de Tenerife tenía aproximadamente 176.000 habitantes y hoy tiene aproximadamente 212.000 habitantes. Este no es un artículo estadístico, por lo que damos sólo estimaciones.
Sigamos. El documento pasó a la Comisión Municipal Permanente de Santa Cruz de Tenerife y en la sesión celebrada el 22 de noviembre de 1977, con declaración de urgencia, dispone: “La permanente acoge esta propuesta y acuerda aceptarla y que se inicie el correspondiente expediente para su resolución pertinente…” El 24 de noviembre, el secretario general del Ayuntamiento Federico Padrón Pérez emite su informe al Alcalde, quien da su visto bueno y lo firma.
El trámite siguió su curso y, una vez aprobadas las Actas de la Comisión Municipal Permanente, el alcalde Félix Alvaro Acuña le escribió una nota oficial al cónsul Jaime de Urioste, con fecha 3 de abril de 1978, en los siguientes términos: “Mi distinguido amigo: Este excelentísimo Ayuntamiento, en sesión plenaria celebrada en sus Casas Consistoriales, el día 20 de marzo próximo pasado, habiendo visto el expediente instruido (…) acordó aceptarla y, con ella, la honrosa invitación de Hermanamiento de esta ciudad de Santa Cruz de Tenerife, con la de Santa Cruz de la Sierra de la República de Bolivia y laborar perpetuamente por la amistad y entendimiento entre los dos países…”
El 9 de mayo, el alcalde de Santa Cruz de Tenerife le envió otra nota al alcalde de Santa Cruz de la Sierra, general Fernando Sattori, que dice: “Estimado señor: Por acuerdo de las correspondientes Corporaciones Municipales, nuestras ciudades homónimas se han Hermanado (…) En nombre del Ayuntamiento que presido, y en el mío propio, le traslado la invitación para visitar oficialmente Santa Cruz de Tenerife y celebrar histórica sesión en el Salón de los Plenos…”
El 20 de junio de 1978 se reunió el Consejo Consultivo de la Alcaldía Municipal de Santa Cruz de la Sierra para leer el expediente enviado desde España. Considérese que en esos tiempos un documento podría tardar unos 30 días, entre el envío y toda burocracia desde Cancillería hasta la Alcaldía.
El Acta de esa reunión, entre otras cosas registra que se leyó el expediente y el Acta de la sesión celebrada el 20 de marzo en España. En su parte resolutiva dice: “1.- Aceptar el Hermanamiento de las dos ciudades, 2.- Agradecer al Excmo. Alcalde Municipal de Santa Cruz de Tenerife y al Excmo. Ayuntamiento de esa ciudad, los términos cordiales y afectuosos expresados en todos sus documentos…” Luego se ordena la protocolización del documento, que es firmado por el secretario general Dr. René Barba Roca.
El Acto de Hermanamiento
Una vez coordinada la fecha definitiva del encuentro, el alcalde Fernando Sattori viajó a Santa Cruz de Tenerife. El diario “El Deber” del 15 de julio de 1978 registra la siguiente nota: “El alcalde de la ciudad Gral. Fernando Sattori llegó a Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, España, donde viajó especialmente invitado por las autoridades de allí. El jefe de la comuna cruceña en horas de la mañana de hoy asistirá a una ceremonia en la cual las dos ciudades de Santa Cruz, de la Sierra y de Tenerife, serán declaradas hermanas. El acto tendrá lugar en el Salón de los Plenos y participarán autoridades comunales de la isla y del gobierno español”. Y así fue.
Estábamos cerrando este artículo hasta aquí, pues era suficiente con haber encontrado la confirmación de los hechos y los pliegos de respaldo, con una copia del acta levantada por cónsul. Pero gracias a la gentileza de la Sra. Martha Teresa Gutiérrez viuda de Sattori, a través de su hijo Fernando, pudimos acceder al álbum con el archivo completo de los documentos, recortes y fotos del Hermanamiento en aquel año, donde ella también estuvo presente.
Algunos días pasaron, mientras buscaban, hasta que lo tuvimos en nuestras manos. Toda la documentación está impecablemente ordenada y en perfectas condiciones. Copiamos todo con cuidado y el material nos permitirá ilustrar esta nota, además de pensar en una publicación posterior más extensa.
En el álbum encontramos el documento original que describe los acontecimientos. Según l “Acta Oficial de la visita realizada por el Excmo. Sr. D. Marcelo Terceros Banzer, subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia (…) y las otras autoridades, con motivo de los actos de Hermanamiento”, sucedió lo siguiente:
“VIERNES 14 DE JULIO:
Visita de protocolo a los Excmos. Sres. Capitán General de Canarias, Sr. Gobernador Civil de la Provincia y Sr. Presidente del Cabildo Insular de Tenerife.
A las 14 horas: El Cónsul de Bolivia en Santa Cruz de Tenerife y Sra. de Urioste Arana ofrecieron un almuerzo a la comitiva boliviana, a la que también asistieron el Ilmo. Señor Alcalde de Santa Cruz de Tenerife, el Decano del Cuerpo Consular y el Jefe de Protocolo del Ayuntamiento Tinerfeño.
A las 21 horas: El Alcalde de Santa Cruz de Tenerife ofreció una cena íntima a las autoridades bolivianas.
*N. del A.- Es bueno imaginar el ceremonial con que se realizaban en esos tiempos estas reuniones, desde los saludos hasta el léxico en las conversaciones. La presencia de señoras lo hacía más ceremonioso aún. No es como ahora… El trato a los visitantes, en la ocasión, reflejaba el trato que se le daba al pueblo con quien se estaba hermanando. Sigamos.
SÁBADO 15 DE JULIO:
La Comitiva Boliviana cumplimenta al Ayuntamiento de la Villa de la Orotava y más tarde visita la Casa de los Balcones (Centro Nacional de Artesanía).
Posteriormente cumplimenta al Alcalde del Puerto de la Cruz y efectúa una visita al Complejo Turístico de las Piscinas y Lago Martianes.
Más tarde, las autoridades bolivianas son agasajadas con un almuerzo en el Hotel Tenerife, Playa del Puerto de la Cruz.
A las 7:30 horas (19:00). ACTO DE HERMANAMIENTO ENTRE SANTA CRUZ DE TENERIFE Y SANTA CRUZ DE LA SIERRA*
A las 22 horas: CENA DE GALA, ofrecida por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife al Alcalde de Santa Cruz de la Sierra. Asisten las principales autoridades de la Provincia.
- del A.- Líneas abajo, de otras fuentes consultadas, veremos el desarrollo del Acto de Hermanamiento y el contenido de los discursos.
DOMINGO 16 DE JULIO:
9 horas: Misa en la Capilla de la Orden Terciaria de San Francisco.
A las 11 horas: Excursión al Pico del Teide. La Montaña más alta de España.
A las 14 horas: Almuerzo en el Parador del Teide, ofrecido por el Presidente del Cabildo a las autoridades bolivianas.
A las 22 horas: CENA DE GALA ofrecida por el Alcalde de Santa Cruz de la Sierra a su colega el Alcalde de Santa Cruz de Tenerife. Asistieron más de 70 invitados con la presencia de las principales autoridades y también algunos miembros de la colonia boliviana”.
El acta fue firmada por el cónsul Jaime de Urioste Arana, con fecha 24 de julio de 1978.
No sabemos cuántos bolivianos había en Santa Cruz de Tenerife en esos tiempos. En la red se encuentra el dato de que ahora son unos 2.500. No sabemos cuántos de ellos nacieron en Santa Cruz de la Sierra, pero en nuestra visita contactamos una señora cruceña.
La prensa canaria
La cobertura periodística al acto de Hermanamiento entre las dos ciudades fue amplia y al detalle, principalmente por los periódicos “La Tarde”, decano de la prensa tinerfeña, el “Diario de Avisos”, decano de la prensa de Canarias y “El Día”, diario de la mañana.
“Llegaron el Embajador de Bolivia y el Alcalde de Santa Cruz de la Sierra”, tituló “La Tarde” el 14 de julio, con un reportaje de media página sobre los visitantes y su agenda.
Ese mismo día, el “Diario de Avisos” tituló: “Mañana, hermanamiento de Santa Cruz de Tenerife y Santa Cruz de la Sierra”. En la parte final de la nota expone los datos estadísticos y las riquezas naturales de Santa Cruz mencionando que el Departamento “tiene medio millón de habitantes y medio millón de cabezas de ganado, 15 millones de hectáreas de tierras de cultivo”, petróleo, gas natural, entre otras cosas.
El 15 de julio, “La Tarde” tituló: “Esta tarde, acto de hermanamiento con Santa Cruz de la Sierra”. La nota destaca la llegada del Subsecretario de Relaciones Exteriores de Bolivia y relata los escenarios donde se desarrollarán los eventos.
El periódico “El Día” tituló: “Esta tarde, hermanamiento de esta capital con la ciudad Boliviana de Santa Cruz de la Sierra”. En la redacción destaca que a “las siete y treinta de la tarde (…) consumarán el acordado hermanamiento entre esta capital y la ciudad iberoamericana” en el salón noble del Ayuntamiento.
“Diario de Avisos” publicó también una interesante entrevista especial al embajador Xavier Pinto y al alcalde Fernando Sattori quienes, entre otras cosas, destacan que es el primer caso de hermanamiento entre ciudades bolivianas y españolas.
Al día siguiente, “El Día” realizó una cobertura total del solemne acto, en página entera y con tres gráficos principales, en los que muestra la testera, una condecoración y la entrega del Escudo Cruceño al ayuntamiento. Registra los discursos, del cónsul Jaime de Urioste, de los alcaldes Acuña y Sattori, del Embajador Javier Pinto Tellería, del subsecretario Marcelo Terceros Banzer y del gobernador civil Luis Mardones.
Estaban presentes también el gobernador militar José Navarez Mendizabal y el presidente de la Junta de Canarias Alfonso Soriano, entre otras autoridades.
Por su lado “Diario de Avisos” también dio amplia cobertura y tituló en primera página “Santa Cruz de Tenerife, hermanada con Santa Cruz de la Sierra”, con un gráfico de la testera. En páginas interiores registró partes de los discursos y una foto del auditorio asistente.
Dato interesante, que nos muestra también otro aspecto de la expectativa del proyecto, es un comentario de la columna “El Avispero” en el cual se publica que “el rumor está en la calle. El Gobierno boliviano se propone ofrecer tierras a dos centenares de familias canarias que deseen emigrar a este país americano (…) Bolivia tiene grandes extensiones de tierras sin labrar y escasa población, de ahí su interés en recibir emigrantes”.
Por su parte el articulista Eliseo Izquierdo, en su columna tituló “Dos pueblos con la cruz en frente”. Dice, en su muy interesante artículo: “Desde Santa Cruz de Tenerife a Santa Cruz de la Sierra de Bolivia, las dos ciudades que mañana tienden por propia voluntad un fraterno arco por encima del mar y del olvido para encontrarse y conocerse y compartir la amistad y el trabajo…”
Luego el intelectual interpreta un elemento histórico central respecto a la historia de la emancipación y la nueva era de reintegración. “A estas alturas del tiempo, aquel acontecimiento histórico compartido con todos los pueblos de la América hispana hay que entenderlo como la necesaria rebeldía del muchacho que necesita afirmar su personalidad propia más allá del cerco familiar. Hoy asistimos a un significativo proceso de reencuentro serio y seguro, sin retóricas de imperios y otras gaitas, sobre la base firme que nos da sabernos, ante todo, en el ancho solar de la lengua que nos es común y con lazos muy fuertes de sentimientos e incluso de comunes intereses no siempre bien aprovechados por unos y otros”.
Finalmente explica: “Me dicen que este hermanamiento al que vamos a asistir no será una simple y protocolaria sesión en que se digan hermosas frases de cordialidad y se intercambien obsequios. Me dicen que es propósito de la municipalidad boliviana de Santa Cruz de la Sierra invitar a cuantos tinerfeños sientan la comezón recóndita de la aventura americana (…) Habrá tierras que sembrar y hay riquezas inconmensurables pidiendo manos que sepan explotarlas y cabezas bien organizadas que contribuyan al desarrollo del país…”
Evidentemente, por esos años, Bolivia intentaba atraer migración europea para la agricultura en Santa Cruz. Lamentablemente no sucedió como esperaban los cruceños, por unas trabas altoperuanas, pero vinieron de otras latitudes.
No contamos con datos de la época sobre la densidad poblacional de ambas regiones. En la actualidad el Departamento de Santa Cruz tiene unos 11 habitantes por kilómetro cuadrado y en la provincia de Santa Cruz de Tenerife hay aproximadamente 98 habitantes por Km2.
El contenido de los discursos
Sólo tenemos a mano el discurso completo del Alcalde de Santa Cruz de Tenerife, sin embargo la prensa canaria registró los temas centrales de los otros discursos. La suma de ellos, nos permite recoger el pensamiento que imperaba en aquel momento histórico.
El general Fernando Sattori, alcalde de Santa Cruz de la Sierra, entre otras cosas dijo: “Os habla un americano del Sur, el continente que nació a la civilización de Occidente por obra y gracia de los hombres de España, la eterna (…) Vengo de Bolivia, el país asentado entre las altas cordilleras y las extensas planicies que conforman la región central de ese continente. Yo estoy entre vosotros, españoles, en cumplimento de una misión, la más grata y acaso la más significativa que es dado desempeñar a un hijo de aquellas tierras, donde ejerce funciones de autoridad”.
Luego explicó que conocía Canarias porque en la escuela aprendió que Colón se detuvo en La Gomera antes de iniciar el gran salto a lo desconocido. Al finalizar su discurso hizo entrega de un Escudo Cruceño a la Corporación Municipal.
A su vez, el embajador Xavier Pinto hizo uso de la palabra elogiando al cónsul Jaime de Urioste por los esfuerzos realizados para concretar el hermanamiento y remarcó: “No sé cómo expresar la honra que supone para mi estar presente en este acto, como representante del Gobierno de las Fuerzas Armadas de Bolivia”.
Enseguida habló el subsecretario Marcelo Terceros Banzer, manifestando que “esto no se quedará en un simple acto, sino que muy pronto producirá amplios y buenos frutos para todos, en bien de las dos naciones hermanas”.
El cierre de los discursos estuvo a cargo del gobernador civil Luis Mardones, quien manifestó su orgullo y satisfacción por el acontecimiento y destacó lo siguiente: “Somos herederos de un patrimonio común (…) El hermanamiento en otros campos será ahora mucho más fácil, una vez dado este paso previo”.
Todo indica que los protagonistas del hecho histórico estaban decididos a trabajar en programas de apoyo y beneficio mutuo, además de su común convicción de que ese tipo de protocolo era el mejor camino para la integración hispanoamericana. Santa Cruz de la Sierra, por su historia y por su identidad, era la ciudad más propicia para iniciar este proceso desde el corazón de América meridional.
El acto terminó con la interpretación de los Cantos Canarios, a cargo de la Banda Municipal de Santa Cruz de Tenerife dirigida por el maestro Crescencio Díaz Felipe.
El alcalde D. Félix Álvaro Acuña Dorta
Tenemos a mano el “Discurso de Bienvenida pronunciado por el Alcalde de Santa Cruz de Tenerife durante el Acto de Hermanamiento con la ciudad de Santa Cruz de la Sierra”. Tiene tres páginas que no vamos a reproducir ahora porque el artículo se nos hace más largo.
Pero, para darse una idea de su talla, transcribimos lo que entre otras cosas dijo: “Si siempre nuestra capital ha recibido con los brazos bien abiertos, como los de la Santa Cruz, que le da el nombre, a todo aquel que llega a ella, hoy lo hace también y de una manera especial al recibir la visita oficial de los máximos regidores de la bella ciudad boliviana, que es Santa Cruz de la Sierra, en virtud de la decisión de ambas corporaciones, estableciendo los lazos de unión y hermandad que estamos celebrando, para que a través de los tiempos y el paso de nuevas generaciones, estos vínculos aumenten más y más y sirvan para un mejor entendimiento, entre estos dos países hermanos, dando ejemplo de lo que ha de ser la amistad y la comprensión entre los pueblos…”
Nótese que habla de países, no sólo de ciudades, justamente porque era un tiempo en el que España retomaba la iniciativa hispanoamericana impulsada por Don Juan Carlos I, con la creación de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, dos años antes.
El resto del discurso del alcalde Acuña Dorta es interesantísimo, resalta la visión integradora del rey Juan Carlos I respecto a los pueblos de América, por los vínculos históricos y consanguíneos, anunciando también una cooperación basada en el principio de interdependencia.
Obviamente, tratándose de Santa Cruz de la Sierra, esa relación sentimental e histórica con España estaba muy adelantada respecto al resto de las ciudades de Bolivia, donde el discurso y el sistema de Educación respondían a lo que hoy le llaman la “leyenda negra”. En realidad, nuestros Alcaldes sólo estaban formalizando algo que el pueblo cruceño daba por hecho en la práctica desde siglos atrás.
En el discurso de aquel acto concluye con dos detalles muy interesantes: “El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha acordado, solemnemente, que el Alcalde de Santa Cruz de la Sierra sea Concejal Honorario de nuestro Municipio y, también, que uno de los Centros Escolares de Enseñanza General Básica, actualmente en construcción en el barrio de Valleseco, lleve el nombre de ‘Santa Cruz de la Sierra’ sellando de esta manera los lazos fraternales que unen a nuestra ciudad con la vuestra”. Para esa escuela, el alcalde Sattori le entregó el Escudo de nuestra ciudad.
Eran buenos ciudadanos y buenas autoridades los protagonistas. El de Santa Cruz de Tenerife, Don Félix Álvaro Acuña Dorta, estaba en ese cargo por ser un ciudadano muy respetado, trabajador y defensor de las tradiciones de su región. En 1961 había sido Concejal, más adelante Presidente de la Asamblea Provincial de la Cruz Roja, Consejero de Deportes y, como miembro de Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, protegió y promocionó la artesanía canaria contribuyendo a engrandecer el patrimonio cultural. Tuvo varias distinciones y hoy es considerado un patricio, pues tiene una calle con su nombre y hasta un premio de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife también lleva su nombre. Había nacido en La Laguna el año 1915 y falleció en Santa Cruz de Tenerife en 1995.
La turbulencia política en Bolivia impidió el seguimiento
47 años después, tales atenciones recibidas por la comitiva boliviana, aún no han sido recíprocas por parte de nuestro Municipio. Tampoco se hizo seguimiento al Hermanamiento.
Esto pasó, específicamente con este caso, porque mientras el alcalde Sattori realizaba tan importantes gestiones en España, en Bolivia se producían las elecciones generales, con un enorme escándalo por fraude, que provocó manifestaciones populares y una incursión militar que terminó con la posesión del general Pereda en la Presidencia, con el consiguiente cambio de autoridades, incluyendo al Prefecto y al Alcalde.
“El Deber” de fecha 19 de julio registró en portada “Se hermanaron ciudades de Santa Cruz de la Sierra y Tenerife”, pero el país entero estaba concentrado en lo que sucedería con el gobierno, porque el fraude era evidente y la propaganda amenazaba con cierta guerrilla comunista activa. El 20 de julio se ordenó el cambio de alcalde por el Cnel. Edgar Franco y como Prefecto el Cnel. Fernando Canedo.
El 21 hubo una gran concentración popular en la capital y el 22 se anunció un acuerdo cívico – militar de apoyo al general Juan Pereda. Amanecieron tanquetas y tropas militares en la plaza de Santa Cruz. El 26 de julio los partidos pedían nuevas elecciones en el plazo de un año y el 29 de ese mes se anularon las elecciones, pero continuó Pereda en la Presidencia por un tiempo. Más adelante vendrán un montón de golpes militares.
Por eso no hubo seguimiento; estábamos muy atentos a las marchas militares, las noticias sangrientas, los golpes y contragolpes, cambios y recambios de autoridades impuestas, hasta que en 1982 que se recuperó la Democracia en Bolivia.
El general Sattori retornó a Santa Cruz de la Sierra el 28 de julio de 1978. Al día siguiente una página del diario El Deber registra el titular: “Me voy orgulloso de haber sido Alcalde de Santa Cruz”. La nota informa que Fernando Sattori entregó el despacho al sucesor Franco Montenegro y en su declaración dijo que estaba feliz por la labor desarrollada con sus trabajadores y que puso todo su empeño al servicio de la comuna. “Nunca fui autoritario y tampoco quise imponer mi voluntad en el manejo del municipio”, dijo.
El sucesor explicó que estaba ahí por disposiciones de la Fuerzas Armadas ante la situación de inestabilidad que se produjo. Por su parte los trabajadores le otorgaron una medalla de oro, junto al ex oficial mayor Bernardo Saucedo, por la labor cumplida. Los funcionarios expresaron su deseo de que Sattori retorne al cargo “por sus condiciones de mando y su apego a la clase humilde municipal”. Pero la historia había tomado otro curso.
El ex alcalde falleció en Santa Cruz de la Sierra el 11 de abril del año 2005; su señora esposa, quien también participó de aquellos actos en Canarias, actualmente vive y fue quien gentilmente buscó y nos proporcionó su archivo. La conocimos décadas atrás, muy activa, en plena actividad cívica.
Acciones posteriores
En el archivo de Jaime de Urioste hay otros dos documentos de la década de los noventa. Uno es del 22 de febrero de 1991. Se trata del análisis administrativo que realizó D. Federico Padrón, en su calidad de secretario General del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, sobre los procedimientos legales y administrativos de nuestra ciudad y el denominado “Nuevo Modelo Municipal”.
Según Urioste se desplazó una delegación técnica a la ciudad hermana; “dicho viaje se efectuó en enero a instancias e invitación de la Municipalidad cruceña. EL Viaje lo pagó Tenerife y la estancia corrió a cargo de vosotros”.
El otro documento es del 6 de enero de 1995, en el que el alcalde de Santa Cruz de la Sierra Ing. Percy Fernández Añez, se dirige al alcalde de Santa Cruz de Tenerife, D. José Emilio García Gómez, con un saludo por la “pasada celebración de los 500 años de fundación de la bellísima ciudad de Santa Cruz de Tenerife, hermana en amistad y lazos culturales de esta Santa Cruz de la Sierra”.
Comunica también que recibió la visita del cónsul Jaime de Urioste “Quien con profundo cariño y plena voluntad ha acogido la misión de desempolvar en su más grande dimensión los vínculos de hermanamiento…” Prometió también el viaje de una delegación cruceña.
Reactivación del Hermanamiento
30 años después nos tocó la posta, por iniciativa propia y con recursos propios. No teníamos nada, ningún documento encontramos en los archivos municipales y tampoco sabíamos con quien hablar. A paso lento pero seguro, comenzamos a trabajar y se fueron reconstruyendo las cosas.
Fruto de esos pasos y de una buena acogida por parte de dos de los protagonistas y de una historiadora tinerfeña, logramos avanzar en la reactivación del proceso. En la actualidad, la Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos de Santa Cruz cuenta con una Socia Honoraria Correspondiente en Canarias, la historiadora Felicidad Batista, y el contacto permanente con el ex cónsul Jaime de Urioste, a quien lo ha condecorado con la “Cruz del Oriente” por su incansable labor en este tema, además de su producción literaria.
Este año nos trasladamos a la isla y logramos realizar una reunión con miembros de la Sociedad de Desarrollo de Ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife, en la cual informamos sobre aquel Hermanamiento y las posibilidades de acciones futuras. Gracias a ellos también pudimos hacer una visita a la Casa del Carnaval, con miras a programar actividades de integración cultural.
Esperamos que en los próximos años, estas nuevas generaciones que esperaban nuestros mayores, logren coordinar actividades conjuntas de provecho para ambas ciudades. Lo importante, para que los hermanamientos se consoliden, es que se practiquen entre los pueblos y sus instituciones. Los políticos ayudan o traban.
Una Dirección Municipal de Hermanamientos
En una visita al alcalde de Medellín (Badajoz), para promover el hermanamiento entre aquella ciudad, cuna de la famosa adelantada Mencía Calderón, con el municipio de San José de Chiquitos, donde vivió y descansan sus restos (Santa Cruz la Vieja), D. Rafael Mateos Torres comentó la necesidad de crear una “Dirección de Hermanamientos” en su Ayuntamiento.
Nos parece una gran idea, que debemos aplicar nosotros, pues se necesitan técnicos en un espacio donde se explore, se fomente, se haga seguimiento y se recojan resultados de los hermanamientos interciudades. Donde se despierten, en todo caso.
Podría ser una oficina de especialistas, dependiente de la Secretaría o Departamento de Relaciones Internacionales. Solo trabajando en ello se podrán obtener los frutos de la herramienta integradora.
Aquí lo dejamos, hasta que vengan novedades. Cada artículo de un historiador, es un esfuerzo que se hace con amor; un tributo a las antiguas generaciones y un fino regalo para las actuales y las venideras; que ya llegarán con otro tema resuelto, para seguir adelante.
Nino Gandarilla Guardia





