Uno de los casos más sonados de este antisocial está relacionado con el hundimiento del cráneo de un guardia de seguridad, así como también se lo conoce por agresiones a transeúntes para despojarlos de sus pertenencias.
Por Marcela Gutiérrez
Fuente: Unitel
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La captura de Juan Luis M.A., alias Corona, cerró una serie de hechos violentos registrados en el centro cruceño, donde se lo señala por agresiones contra transeúntes y guardias de seguridad, siendo aprehendido por agentes de la Policía Boliviana.
La Policía logró dar con el sospechoso tras una alerta anónima, mientras consumía bebidas alcohólicas, momento en el que se ejecutó su aprehensión este domingo, para posteriormente ser trasladados a dependencias policiales.
Alias Corona cuenta con un amplio prontuario delictivo en la capital cruceña, entre los casos más graves figura el ataque a un vigilante que terminó con el hundimiento de su cráneo y que motivó la acción inmediata de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).
El caso se investiga por homicidio en grado de tentativa, mientras continúan las labores para establecer las circunstancias del violento atraco, así como también se acusa por lesiones graves y leves.
Vecinos de la zona afirmaron que alias Corona participó en varios hechos de robo agravado en las calles Isoso y Monseñor Salvatierra, en la zona de La Mansión, e indicaron que sus agresiones no solo afectaron a guardias, sino también a transeúntes que fueron atacados para despojarlos de sus pertenencias.
Testimonios señalan que este hombre representa una amenaza constante, con antecedentes de dejar heridos a otros vecinos e incluso de provocar lesiones graves como el desprendimiento de oreja que se dio con otra persona.
Estas situaciones incrementaron la preocupación entre comerciantes y residentes del área, quienes vienen reflejando imágenes de cámaras de vigilancia que registraron parte de los ataques, incluido el más reciente contra el vigilante que sufrió el hundimiento de cráneo.
Los denunciantes expresaron temor por su seguridad y la de sus familias, asegurando que el acusado actúa de manera recurrente, haciendo del robo una práctica de su día a día.