Áñez aseguró que cada decisión se tomó en medio de una “urgencia total”. La exmandataria habló sobre la sucesión, la pandemia, su candidatura y su detención.

Fuente: ANF
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En una entrevista exclusiva concedida al programa El Café de la Mañana con Mario Espinoza, la expresidenta Jeanine Añez reconoció que no tuvo el tiempo necesario para evaluar a las personas que conformaron su gabinete ministerial durante su gestión, debido a la extrema crisis política, social y de violencia que atravesaba el país tras la renuncia de Evo Morales.
Añez explicó que la conformación de su gabinete se realizó en un contexto de total emergencia, cuando cada minuto era determinante para evitar el colapso institucional. “No tuve tiempo de hacer evaluaciones ni de estudiar perfiles como se lo hace en una situación normal. Todo tenía que ser rápido”, afirmó.
Según relató, las designaciones se realizaron con personas de su entorno político y colegas parlamentarios, con el objetivo urgente de levantar un equipo de gobierno que permita estabilizar el país ante el vacío de poder. “Lo más importante era tener autoridades porque la situación podía caerse en cualquier momento”, sostuvo.
La exmandataria también reconoció que algunas decisiones posteriores le generaron decepciones, pero remarcó que actuó en todo momento bajo un principio de buena fe y responsabilidad histórica.
Sucesión presidencial y crisis política
Añez recordó que asumió la Presidencia en noviembre de 2019 en medio de un escenario de extrema violencia social, tras una serie de renuncias sucesivas de las principales autoridades del Estado.
“Yo no busqué ser presidenta, no lo pedí. Lo hice por responsabilidad con el país, porque estábamos al borde de una guerra civil”, afirmó.
Rechazó además las versiones de que se prorrogó en el poder por interés personal y sostuvo que el retraso en la convocatoria a elecciones respondió primero a la reorganización del Tribunal Supremo Electoral y luego a la llegada de la pandemia del COVID-19.
Pandemia y confinamiento
Añez calificó a la pandemia como uno de los momentos más duros de su gestión. Reconoció que ninguna autoridad en el mundo estaba preparada para enfrentar la crisis sanitaria y que Bolivia lo hizo en condiciones precarias.
Indicó que el confinamiento fue una de las decisiones más dolorosas que le tocó asumir, ya que afectó de forma directa a miles de familias que viven del día a día. “Si hubiese tenido la posibilidad de revertirlo, lo habría hecho”, expresó.
Señaló que todas las medidas sanitarias fueron adoptadas en gabinete y negó haber tomado decisiones unilaterales.
Candidatura y acusaciones
Respecto a su decisión de postularse a la Presidencia en 2020, Añez afirmó que inicialmente no estaba en sus planes, pero que cambió de postura ante la necesidad de construir un proyecto de unidad para enfrentar al Movimiento al Socialismo (MAS).
Aseguró que las encuestas la favorecían en ese momento y que su candidatura fue una opción legítima, aunque luego desistió de ella cuando los números dejaron de ser favorables. “Siempre prioricé al país”, afirmó.
Además, reiteró que durante todo el proceso político sintió discriminación por su condición de mujer.
Futuro político
Consultada sobre su futuro, Añez manifestó que no necesita ocupar un cargo público para fortalecer la democracia, pero que continuará aportando desde el espacio donde se encuentre. En ese marco, reveló que participa en reuniones políticas en el Beni para impulsar una candidatura de consenso para la Gobernación.
Respaldo al actual presidente
Finalmente, la expresidenta expresó su respaldo al actual mandatario Rodrigo Paz, pidió que se le dé tiempo para gobernar y cuestionó las críticas anticipadas contra su gestión. “No se puede destruir una estructura de tantos años en un solo mes. Tiene cinco años para hacerlo”, indicó.
Añadió que espera que el Gobierno tenga éxito, porque “si le va bien al Presidente, nos va bien a todos los bolivianos”.
La exmandataria fue detenida en 2021, por el gobierno de Luis Arce en el marco de un proceso por el denominado “golpe de Estado”, el operativo de su aprehensión estuvo liderado por el entonces ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo. Desde ese tiempo estuvo en la cárcel enfrentando al menos ocho procesos penales, el 6 de noviembre fue liberada.
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