Fernando Castedo recuerda que la nueva Sala Plana del TSE debe incluir 3 mujeres y 2 indígenas, cuestiona la supresión de entrevistas, la falta de consensos y el riesgo de improvisación en la elección de las autoridades que dirigirán el órgano más sensible del sistema democrático.
eju.tv / Video: DTV
La Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) ingresó a una carrera contrarreloj para seleccionar a los nuevos vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), en medio de cuestionamientos por la reducción de plazos, la eliminación de entrevistas y la ausencia de acuerdos políticos sólidos. El exvocal Fernando Castedo lamentó que el Legislativo ‘se haya dejado pisar con el tiempo’ y ahora pretenda nombrar a las nuevas autoridades electorales en apenas 15 días, pese a que se trata del órgano más sensible y decisivo del país.
Castedo expresó su preocupación por esa situación y alertó que el proceso enfrenta riesgos serios de falta de transparencia y rigor técnico. Una de sus principales objeciones se centra en la supresión de la etapa de entrevistas, un filtro que, a su criterio, es clave para evaluar idoneidad y solvencia ética. “La entrevista da fe de la calidad del postulante; eliminan un requisito esencial”, afirmó. Aun así, admitió que la realidad política impone un margen limitado de maniobra. “No comparto la eliminación de las entrevistas, pero lo que queda es confiar. Vamos a tener que confiar en la Comisión de Constitución”, subrayó.
Foto: captura de pantalla
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“Preocupa que se hayan hecho pisar con el tiempo, pero ya está. Lamentablemente han acortado los tiempos, han disminuido una serie de requisitos en una convocatoria que debería haber llevado 45 días para seleccionar a las mejores personas; pero ya está, en 15 días se van a tener que elegir a las nuevas autoridades en el órgano más importante que existe en el país, porque ahí se consolidan todos los poderes del Estado, ahí se eligen todos los órganos del Estado”, refirió Castedo.
El exvocal insistió en que la selección de las futuras autoridades electorales exige un trabajo técnico y político profundo, pues la conformación de la Sala Plena debe cumplir requisitos estrictos: dos hombres, tres mujeres y dos representantes de naciones y pueblos indígenas, lo que complejiza la selección de las futuras autoridades, subrayó, al poner énfasis en que cualquier error de cálculo puede bloquear la designación o derivar en arbitrariedades.
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“Vamos a tener que confiar, primero, en la comisión que hará la selección, de las personas que vayan a cumplir con los requisitos que serán solicitados, y de ahí va al pleno de la Asamblea donde por dos tercios políticamente se tiene que designar a los mejores hombres para que sean parte de la Sala Plena que se debe conformar el 19 de diciembre”, señaló la exautoridad para luego resaltar que urge un acuerdo entre las fuerzas políticas para seleccione a los profesionales mejor calificados en el proceso de selección.
Castedo fue más allá y advirtió que, si no se acuerdan consensos entre las fuerzas con representación parlamentaria, la ALP podría incluso verse obligada a ampliar el mandato de los vocales actuales, un escenario que considera indeseable, pero posible si no se alcanza la mayoría requerida en el tiempo fijado. En criterio del exvocal, el éxito del proceso dependerá de que las fuerzas políticas lleguen a un acuerdo maduro y responsable: “Lo que queda, para elegir a los mejores vocales del TSE, es que logren un acuerdo político”, resaltó.
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“No es solamente el TSE, también son los nueve tribunales electorales departamentales que deben tener un tratamiento similar, pero que primero en las asambleas departamentales tendrán que ver las ternas y estas luego tienen que ser elegidas por acuerdo político en la Cámara de Diputados, ya que deben ser elegidos cinco vocales electorales en cada departamento”, recordó.
A menos de dos semanas de que concluya el plazo, la ALP tiene la responsabilidad de definir quiénes dirigirán el órgano encargado de administrar, arbitrar y garantizar la transparencia de los procesos electorales. Castedo advierte que la elección de los vocales del TSE no admite improvisaciones, y el Legislativo debe avanzar con un calendario muy apretado, pero que debe ser muy riguroso, para evitar comprometer la calidad y la legitimidad del resultado final.