En noviembre de 2025, la Cámara de Diputados aprobó la reposición de la Biblia y el crucifijo en los actos oficiales de juramento de autoridades legislativas, y la pregunta es: ¿cuál es la Biblia que entró, la católica o la protestante?, esto bajo el conocimiento de que existen más de 450 versiones diferentes, dentro de la gran amplitud cristiana.
Y curiosamente, o “coincidentemente”, aparece el nombre de Dios en boca de personajes políticos populares:
Edmand Lara en su discurso en El Alto citó: “Yo soy guerrero de Dios”.
Rodrigo Paz, recibiendo la bendición de la Iglesia Católica con una ceremonia oficial tras su posesión.
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Lidia Patty: “He sido utilizada por Nuestro Señor único”.
Alfredo Solares, conocido por su labor benéfica, con un reciente impase con Manuel Saavedra, declarado abiertamente como: cristiano, sin especificar detalles de su catolicidad o protestantismo.
Y es que es fácil usar o transgredir el segundo mandamiento, por personajes buenos o malos ante el ojo humano. Más resulta curioso que ahora se acuerden de él tan abiertamente, si bien de manera superficial, pues quizás no tiene la educación religiosa más proba, ya que deben contar con el catecismo de primera comunión o confirmación.
Ante esta “vuelta” del Señor, uno debe estar atento a que, quienes o en que contexto lo mencionan, pues ello puede ocasionar un acercamiento oportuno (superficial) o distanciamiento debido al mal actuar de quienes lo citan, y que lo utilizarán como ejemplo para citar: la mejor religión es ser buena persona.
A esto se debe hacer énfasis en hacer una formación religiosa más madura, así como uno accede a una formación técnica (licenciatura, diplomado, maestría, doctorado) para ganar plata, ahora toca ahondar en lo que no da plata, pero da otro beneficio más allá de lo que vemos, o por lo menos para los creyentes, haciendo a un lado a los ateos o agnósticos.