Brota el pus en Bolivia, haz el bien… mientras vivas


Por Roberto Méndez, Periodista

Este miércoles 10 de diciembre del 2025 en la tarde, estábamos en el salón Mahatma Gandhi de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, en un evento sobre la importancia de la ética en el ejercicio profesional organizado por la docente Irma Leytón; cuando casualmente las redes sociales estallaron con la noticia de la detención del expresidente del Estado, Luis Arce Catacora, en La Paz, acusado de estar involucrado en el desfalco de alrededor de $us 70 millones del Fondo Indígena. Entonces se me vino a la cabeza la frase del gran emperador romano, Alejandro Magno, “haz el bien, mientras vivas y mientras puedas…”



El hecho nos hace reflexionar sobre esa necesidad de hacer el bien en todo momento y ser honesto cuando se está principalmente en función pública, porque en suma, llegamos a este mundo sin nada, nos preocupamos por acumular riquezas… y nos vamos sin nada. Justamente a punto de morir, Alejandro Magno, hizo tres peticiones a sus ministros:

1.- Que su ataúd fuera cargado por los mejores médicos de la época, para dejar en evidencia que cuando llega la muerte como destino, ni los mejores profesionales del área pueden influir.

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2.-Que los tesoros que poseía fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, para mostrar que todo lo acumulado en este mundo, se queda acá.

3.-Que sus manos quedaran fuera del ataúd y a vista de todos, para ver que al más allá nos vamos sin nada.

La detención del expresidente Arce se suma a la de la exdiputada del MAS, Lidia Patty, conocida por haber instaurado varios procesos contra la expresidente Jeanine Añez, con el relato que el expresidente Evo Morales fue derrocado en un “golpe de Estado” en el 2009l; y contra el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, además de otros opositores.

Asimismo han caído el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, Juan Carlos Huarachi, por presuntos delitos de enriquecimiento ilícito, concusión y uso indebido de influencias, en el marco del llamado “caso coimas”, una trama que ya llevó a prisión al ex ministro Juan Santos Cruz, hombre cercano al oficialismo durante el gobierno de Luis Arce.

A poco mas de un mes de la gestión del presidente Rodrigo Paz, el pus de la corrupción de 20 años de los gobiernos de Evo Morales y Luis Arce*, ha empezado a brotar y por eso se han dispuesto varias alertas migratorias, pero a pesar de ello, hay algunos que las han burlado, como es el caso del expresidente de YPFB, Armin Dorgathen, quien se fugó a Brasil a principios de diciembre de 2025, según confirmó el Ministro de Gobierno de Bolivia, Marco Antonio Oviedo, desatando polémica por una liberación judicial que permitió su salida del país a pesar de tener una alerta migratoria activa por casos de corrupción como el de Botrading.

Volviendo al expresidente Arce ha llamado la atención la soledad en la que ha terminado, detenido preventivamente en la cárcel de San Pedro de La Paz, como para reflexionar sobre el proverbio acerca del comportamiento que debemos tener cuando estamos en el poder, pues dicen que hay que: Mirar para abajo, para no pisotear a nadie, reconocer sus raíces, ser humilde y solidario; Mirar hacia arriba, para buscar guía, protección de Dios; A los costados para no olvidarse de quienes lo apoyaron y quienes lo acompañan y;

Adelante para mirar hacia dónde vamos y de dónde vienes, sin olvidar el pasado para construir el futuro.
Retornamos entonces a la necesidad de mantener el intangible valor de la ética, tema del conversatorio, citando al gran matemático persa, Al Juarismi, autor del libro Baldor, quien enseñó que la ética es la base del valor humano, y lo dijo con citas: Si una persona tiene ética su valor es 1, si además es inteligente es 10, si es rica es 100, y si es bella es 1000; pero si pierde la ética (el 1), todas las demás cualidades se reducen a cero, quedando solo la nulidad. Este famoso concepto matemático destaca la ética como el fundamento sin el cual otras virtudes, riquezas o apariencias carecen de valor intrínseco.