
El gobierno de Venezuela anunció el domingo (21.12.2025) la salida desde su país de un buque de la compañía estadounidense Chevron cargado con crudo, en medio de las tensiones con Washington que ha confiscado dos petroleros en el mar Caribe y hoy realiza una «persecución activa» para interceptar un tercero.
La vicepresidenta y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, anunció en su canal de Telegram el zarpe del buque Canopus Voyager «con petróleo venezolano rumbo a los Estados Unidos», en «estricto apego a las normas y en cumplimento de los compromisos asumidos» por la industria petrolera de su nación.
A pesar de la tensión entre Washington y Caracas, Chevron opera en Venezuela asociada con la estatal PDVSA gracias a una licencia del Departamento del Tesoro que la exime de las sanciones impuestas al crudo venezolano.
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«Venezuela siempre ha sido y seguirá siendo respetuosa de la legalidad nacional e internacional. ¡Nada ni nadie detendrá a nuestra patria en su camino de avance y victoria!», agregó Rodríguez, quien compartió un vídeo que muestra al barco.
El sábado, la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, informó de la confiscación del tanquero con bandera panameña Centuries. Según la Casa Blanca, se trata de un buque con «bandera falsa», como parte de «la flota fantasma venezolana para traficar petróleo robado y financiar el régimen narcoterrorista de Maduro».
Aumento de la escalada de EE.UU.
La portavoz adjunta de la Casa Blanca, Anna Kelly, insistió en que el navío «transportaba petróleo de PDVSA, empresa sancionada», ante los reportes de que el tanquero confiscado no forma parte de la lista de negra de Estados Unidos.
Se trata del segundo confiscado, luego de que el pasado 10 de diciembre Washington incautara el buque sancionado Skipper y el crudo que transportaba.
Días después, el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció un bloqueo total a la entrada y salida de este país a buques petroleros sancionados por el Gobierno estadounidense, dentro de la presión que ejerce sobre el gobierno de Maduro, al que Washington acusa de liderar una red de tráfico de drogas.
Caracas rechazó las dos incautaciones como un «robo», e insiste en que ejercerá «todas las acciones correspondientes».
Este domingo, EE.UU. realizaba una operación para interceptar a un tercer petrolero en el mar Caribe, cerca de las costas de Venezuela.
Maduro tachó de «piratería de corsarios» estas confiscaciones y dijo su país «tiene 25 semanas denunciando, enfrentando y derrotando una campaña de agresión que va desde el terrorismo psicológico hasta los corsarios que han asaltado petroleros».
gs (efe, El Universal)