Los uniformados fueron evacuados de emergencia y trasladados al Hospital Obrero, donde reciben atención médica

Fuente: El Deber
Al menos cinco efectivos policiales resultaron heridos este martes tras la detonación de cachorros de dinamita durante los enfrentamientos registrados en el segundo día del paro indefinido convocado por la Central Obrera Boliviana contra el Decreto Supremo 5503, informó la Policía. Los uniformados fueron evacuados de emergencia y trasladados al Hospital Obrero, donde reciben atención médica.
Los choques se produjeron cuando grupos de manifestantes —principalmente mineros— intentaron ingresar por la fuerza a la Plaza Murillo, el kilómetro cero del país. La Policía Boliviana reportó que los heridos presentan lesiones compatibles con ondas expansivas, y que se abrió una investigación por el uso de explosivos en las movilizaciones.
En paralelo, cinco mineros fueron aprehendidos por presunta manipulación de explosivos, mientras que un representante de derechos humanos confirmó ocho arrestos durante la gasificación en inmediaciones de la plaza. Funcionarios de la Defensoría del Pueblo y de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos intentaron verificar la situación de los detenidos en dependencias policiales.
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La intervención policial se intensificó cerca de las 10:45, cuando contingentes intentaron romper los cordones de seguridad instalados en calles del centro paceño. Efectivos de la UTOP emplearon agentes químicos para dispersar a los movilizados, tras la explosión de petardos y dinamitas que elevó la tensión por aproximadamente 25 minutos, hasta replegarlos hacia la avenida Mariscal Santa Cruz.
Desde la COB, el dirigente Mario Argollo sostuvo que las protestas responden a un pedido popular y ratificó la demanda de abrogación del DS 5503, que elimina la subvención a los carburantes. En contraste, comerciantes del centro expresaron su rechazo a la convulsión por las pérdidas económicas en la antesala de las fiestas.
Hacia el mediodía, la Policía retomó el control del centro político, mientras las autoridades sanitarias evalúan la evolución clínica de los policías heridos y el Ministerio Público procesa las aprehensiones vinculadas al uso de explosivos.